Más de un centenar de ganaderos inician en León la 'marcha blanca' en defensa del futuro de la leche

Se siente una especie en extinción y quieren un futuro. Más de un centenar de ganaderos de leche de la provincia de León han saltado al asfalto para protagonizar este lunes la primera etapa de la denominada marcha blanca en defensa del sector lácteo que vive, según denuncian, una crisis sin precedentes.

La plaza de Botines fue el punto de salida de este acto reivindicativo con el que los profesionales quieren poner el acento a la necesidad de que el Gobierno establezca «precios justos de la leche así como la necesidad de contratos que den estabilidad a un sector tras la supresión el pasado mes de abril de las cuotas lácteas.

Porque ya no aguantan más. Francisco Herrero Rodríguez lleva más de 40 años al frente de una explotación en el municipio de los Guzmanes y ve como cada día acudir a su puesto de trabajo es sinónimo de pérdidas económicas porque, a su juicio, el vacuno de leche «ya no es un negocio sino una ruina que más vale cerrar.

«De seguir así los ganaderos de leche somos una especie en extinción, lamenta Francisco que exige poder vender a un precio digno. «No queremos hacernos ricos sino seguir trabajando para poder vivir y tener un sueldo digno que nos permita comer. No queremos nada más».

Las cuentas no salen

Y es que las cuentas no salen para estos ganaderos. El coste de producción de un litro de leche ronda actualmente los 34 céntimos mientras que la venta apenas alcanza los 26 céntimos lo que se traduce en «cuantiosas» pérdidas diarias en explotaciones como la de Tita Vango, una ganadera que teme el cierre de su explotación «esté más cerca que lejos».

Con 52 años, Tita lleva ordeñando desde los 14 años en una explotación familiar con más de 500 cabezas de ganados, 300 para el ordeño, que actualmente está atravesando una situación «muy crítica» ante unos precios «ridículos que nos están abocando al paro a mi familia, mis hermanos y nuestro trabajadores».

Por ello, este lunes se ha sumado a esta protesta para exigir al Gobierno que se deje de subvenciones y establezca unos precios justos que se traduzcan en un porcentaje de beneficio para los ganaderos de leche que «nos permita seguir invirtiendo y ordeñando».

«Estamos viviendo una auténtica ruina. Hemos acabado con todos los ahorros de mi padre y nosotros ya no podemos más. Vamos a intentar que el Gobierno se de cuenta de una vez que estamos trabajando y dando empleo a muchas familias que se van a quedar en el paro y con una edad en la que será imposible la reincorporación».

Los jóvenes huyen del campo

De ahí que prácticamente sea impensable la llegada de gente joven al sector en la actualidad. Samuel Rodríguez Grande es un joven de 19 años que desde hace dos años compagina sus estudios con el trabajo en la explotación ganadera que tiene su padre en Toral de los Guzmanes que, inicialmente la vio como una alternativa de futuro.

Sin embargo, la situación actual de la ganadería de leche ha llevado a Samuel a no querer seguir los pasos de su padre. «Es imposible incorporarse teniendo en cuenta el contexto actual porque no hay ganas de trabajar porque de seguir así lo único que podremos hacer es cerrar la explotación».

Y si unos no quieren entrar en el sector otros se replantean su salida inmediata. Alfonso Jabares es propietario de una explotación de entorno 80 cabezas y tras dos décadas en el sector entiende que de seguir así lo mejor es «echarse atrás porque actualmente se está produciendo como hace 25años».

Por ello urge que el Gobierno fije un precio «estable y justo» siguiendo los pasos de Francia y se deje de subvenciones. De ahí que, al igual que sus colegas, entienda que la ayuda anunciada de 300 euros por vaca es un mero parche. «No queremos subvenciones queremos que establezcan un precio justo y nos dejen trabajar».

Reivindicaciones que los ganaderos leoneses que este lunes han hecho un alto en su explotación para clamar contra la ruina que atraviesa un sector que, según advierten, de continuar así se verá abocado en su mayoría al cierre, dando al traste con un motor económico clave en el conjunto de la provincia y la comunidad.

De León a Madrid

Una vez alcanzado Mansilla de las Mulas, los ganaderos continuarán, tras un salto importante, entre la localidad leonesa de Valverde Enrique y la vallisoletana de Mayorga (17 kilómetros). En la provincia de Valladolid partirán el 26 de agosto de Ceinos de Campos para alcanzar Medina de Rioseco (19 kilómetros), precisamente donde se conjuró la marcha; seguirán desde La Mudarra hasta Villanubla (17) y desde el municipio del aeropuerto a Valladolid (13 kilómetros).

El 29 de este mes arrancarán una nueva etapa en Boecillo para concluir en Mojados (16 kilómetros). Al día siguiente saldrán de esta localidad para concluir en Olmedo (18), mientras que el último día de mes la jornada arrancará en San Cristóbal de la Vega (Segovia) y concluirá en Adanero (Ávila) tras 20 kilómetros.

El primero de septiembre recorrerán los 20 kilómetros que separan Sanchidrián (Ávila) de Villacastín (Segovia), para al día siguiente hacer lo propio entre la localidad segoviana de San Rafael y la madrileña de Guadarrama (14 kilómetros). Las dos últimas etapas transitarán totalmente por suelo de la Comunidad de Madrid. Primero, el 3 de septiembre, entre Galapagar y Las Rozas, y el 4, y para terminar la marcha blanca en viernes, mientras se celebra el Consejo de Ministros, entre Aravaca y la capital de España.

El sector produjo en la campaña 2013-2014 en Castilla y León 820.000 toneladas de leche (aproximadamente un 15 por ciento del total nacional), de las cuales el 48 por ciento se destinó a la elaboración. En la Comunidad operan actualmente 81 industrias lácteas, 19 cooperativas comercializadoras y 1.419 explotaciones agrarias con un censo global de 98.441 cabezas.

El número de explotaciones ha pasado de reducirse en 79 al año desde 2010 hasta 2013, a caer en 642 en el último ejercicio debido a la desaparición de las cuotas europeas y a las presiones de las industrias.