Critican a Michelle Obama por prescindir del velo en Arabia Saudí

Los mismos medios conservadores que aprovechan cualquier excusa para sugerir que Barack Obama es musulmán criticaron ayer a su esposa por haber «desafiado» las leyes saudíes al «rehusar a cubrirse» la cabeza con un velo. Les faltaba la más elemental perspectiva histórica. Desde Laura Bush a Hillary Clinton, ninguna de las primeras damas estadounidenses que ha visitado Arabia Saudí en tiempos recientes se ha cubierto la cabeza con velo, que puestos a llevarlo tampoco cumpliría con las exigencias de las «policía religiosa» del país, sino con la de Irán o Indonesia. Un país este último donde Michelle Obama aceptó vestir el velo, como señalaban en Twitter algunos de sus críticos que recuperaban esas imágenes y se preguntaban por qué no en Arabia Saudí.

Tampoco era cierto que las imágenes de la primera dama no hubieran aparecido en la televisión saudí. Y es que, si bien las costumbres del país obligan a las mujeres a cubrirse el rostro casi por completo a excepción de «uno o dos ojos» con una máscara de tela llamada niqab, las extranjeras están exentas de ello. A nadie se le ocurrió cuestionar por ello a Angela Merkel, la canciller alemana que también acudió al funeral del rey Abdulá.

Y si alguien piensa que su rango pudo salvarla, ni Condoleezza Rice o Hillary Clinton, en calidad de secretarias de Estado, aceptaron esas costumbres ajenas al protocolo. La única obligación del país saudí para las extranjeras es cubrirse el cuerpo con ropa larga y suelta que no revele su feminidad, algo con lo que la primera dama cumplió. Prueba de que la polémica sobre la falta de velo de la primera dama no se desató en Arabia Saudí sino entre quienes gustan convertirla en blanco de todos los ataques es que solo el 37% de los tuits con la etiqueta de Michelle Obama sin velo procedían de ese país, según la BBC.