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Familiares reciben en la base aérea de Torrejón de Ardoz a los primeros españoles evacuados de Nepal.
Aterriza en Madrid el segundo avión con españoles evacuados de Nepal

Aterriza en Madrid el segundo avión con españoles evacuados de Nepal

El aparato ha traído de vuelta a 48 personas, de las cuales 39 son españolas

EFE

Miércoles, 29 de abril 2015, 03:08

El segundo avión que traslada desde Nueva Delhi a ciudadanos españoles que se encontraban en Nepal cuando se registró el terremoto que ha asolado la zona ha llegado sobre las 18.00 horas al aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas con 48 personas a bordo, de las cuales 39 son españolas.

Se trata de un avión fletado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, que completa la operación que esta mañana ha traído en una aeronave de las fuerzas aéreas a otros 44 españoles, en un vuelo en el que también viajaba el ministro José Manuel García-Margallo y que ha aterrizado a las 9.15 horas en Torrejón de Ardoz. El titular de Exteriores se encontraba de visita oficial en India, desde donde ha coordinado la operación de evacuación y repatriación.

Con el vuelo de esta tarde se completa la repatriación de los españoles rescatados de Katmandú, tras la llegada ayer de otros doce ciudadanos que lo hicieron por sus propios medios.

En la región del Himalaya continúa la búsqueda de otros 103 españoles con los que no se ha podido contactar tras el seísmo de 7,8 grados que ha devastado Nepal, al que han sucedido unas 60 réplicas, ha dejado más de 5.000 muertos, unos 11.000 heridos y medio millón de desplazados.

"Estoy al límite total, en shock"

Muchos desean volver a casa, pero otros dejan atrás sus vidas, sus sueños, sus parejas y hasta sus maestros espirituales, pero lo que sí tienen en común todos los españoles que hoy han llegado a Madrid tras ser evacuados de Nepal es el miedo que sintieron cuando la tierra tembló en el país del Himalaya.

Son los primeros ciudadanos europeos que salieron de Katmandú, una ciudad en la que no hay de momento ni luz ni agua, sólo destrucción, "escombros y muertos", asegura Jonathan, un español de 27 años que llevaba 20 días de visita turística por el país asiático. El taxi en el que iba sufrió un accidente durante el temblor, se empotró en una casa y sus compañeros de viaje murieron. Ha pasado 50 horas en el aeropuerto sin prácticamente agua ni comida, tiene golpes en la espalda y asegura que lo primero que hará es visitar a un médico.

Tranquilidad para sus familias

Unos vuelven a España porque así lo desean y otros para tranquilizar a sus familias y hacerles ver que se encuentran bien tras las imágenes emitidas en las televisiones de todo el mundo. "Estoy al límite total, en shock", asegura Lucía, una mujer de 42 años y artesana de profesión. Lleva cinco años viajando a Nepal, donde tiene a su maestro espiritual.

Sus planes eran quedarse en Katmandú dos meses, donde vivía con una familia, pero todo se paró cuando el suelo tembló y ella se encontraba en una cuarta planta. No quiere acordarse del miedo que sintió y de lo "desgarrador" que fue después dejar allí a sus amigos nepalíes, a los que cree que no se ha ayudado tanto como a los europeos.

Tiene claro que si dependiera de ella se habría quedado en Nepal, pero vuelve a su Huelva natal (sur) para estar con su familia, especialmente con su madre, que ya perdió un hijo y que quiere tener a Lucía cerca de ella. "Volveré a Nepal", asegura.

Otros españoles sintieron menos el seísmo ya que estaban en espacios más abiertos, como una joven traductora de Barcelona (noreste), que se encontraba en la terraza de un hotel. Su novio es nepalí y se había ido a Katmandú con un visado para tres meses. Le duele dejar en este momento a su pareja porque sus padres han perdido la casa a causa del terremoto, pero también es consciente de la preocupación de su familia.

Héroes

Y como en toda catástrofe, siempre hay "héroes". Los trabajadores de la constructora española San José, que tiene sus oficinas cerca del aeropuerto de Katmandú, atendieron en los días posteriores al seísmo a más de 120 españoles que iban llegando "por goteo" hasta allí, según ha explicado uno de sus responsables, Óscar Gutiérrez, que regresó a Madrid con su mujer y a su hija pequeña.

En el avión que llegó esta mañana volaron además varios de los trabajadores de esta constructora, que sirvió de base de encuentro e incluso de alojamiento de los españoles en Katmandú y desde donde también trabajó el personal de la embajada en Nueva Delhi, encabezados por la cónsul general, Laura García Alfaya.

"La gente colaboraba en las oficinas, entendía bien la situación. Se ayudaba en la comida, en la limpieza", relata Óscar, que explica que las oficinas siguen siendo un punto de encuentro de los españoles y que de hecho hoy mismo volaba desde Nueva Delhi otro equipo de la empresa para suplir a aquellos que llegaron a Madrid.

El día del temblor Óscar no trabajaba, era sábado, y se encontraba junto a su familia en un club. Hubo un momento de pánico hasta que localizaron a su hija, Manuela, explica este español, que volverá "en días" a Nepal pues su trabajo está allí.

Hoy la niña recuerda como hace sólo tres días les dieron un curso en el colegio para saber cómo actuar ante un terremoto, ya que Nepal es una zona del planeta considerada de alta peligrosidad sísmica. De hecho los residentes estaban más preparados para un terremoto que los turistas, como dos mujeres que viajan con un bebé de un año y que tenían en su vivienda una alarma para detectar seísmos y un kit de emergencia que les permitió afrontar los siguientes días.

Además del terror que pasaron aquel mediodía del 25 de abril, casi todos los españoles que hoy han regresado a casa coinciden en que Nepal es especial y en que volverán en cuanto puedan. Un pueblo que, ruegan, necesita mucha ayuda del mundo.

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