León de la Riva delega la Alcaldía en funciones de Valladolid en Mercedes Cantalapiedra

«Voy a ejercer como alcalde en funciones con todos los poderes, no tengo previsto marcharme». Hace tan solo una semana, y tras ser condenado por desobediencia en el caso de los áticos, Francisco Javier León de la Riva, alcalde de Valladolid durante los últimos veinte años, anunciaba que continuaría en su puesto hasta la constitución del nuevo equipo de Gobierno el próximo día 13 de junio. Siete días más tarde ha vuelto ahora a reunir tanto a su último equipo de Gobierno como a los medios de comunicación en el Salón de Recepciones de la Casa Consistorial para anunciar ahora que sí, que deja el gobierno en funciones en manos de su teniente de alcalde y mano derecha, la concejala de Cultura Mercedes Cantalapiedra.

Cantalapiedra asumirá estas funciones -«como ya lo ha hecho en otras ocasiones como cuando me voy de viaje o vacaciones», restó importancia León de la Riva -, hasta el próximo día 13. Hasta entonces, el hasta ahora alcalde en funciones pasará a ser «concejal en funciones», como él mismo se denominó. Eso sí, quiso dejar claro que no deja la política aunque el próximo lunes tenga pensado solicitar su reincorporación como profesor a la Universidad de Valladolid. «Mal estamos si pensamos que solo se puede hacer política si eso lleva aparejado un sueldo», comentó.

De su cambio de opinión, solo explicó que obedece a una recomendación de la asesoría jurídica por la condena que le obliga a permanecer trece meses de inhabilitación por un delito de desobediencia. Estas fueron las únicas palabras que dedicó al fallo judicial porque, apelando ahora a la prudencia, «y, por respeto a la Justicia, no voy a hablar». Tan solo anunció que presentará un recurso la semana que viene a una sentencia que considera que León de la Riva «dilató y obstaculizó» la ejecución de la resolución del TSJ que ordenaba demoler las viviendas construidas ilegalmente en el edificio de la plaza Zorrilla en el que el hasta ahora alcalde en funciones residía.

Junto con el «no dejo la política» y «a mí no me marca nadie el calendario», anunció que el día 13 no asistirá a la constitución del nuevo ayuntamiento. Se excusó en que pretende asistir a la boda de una sobrina en Bilbao, «y ya he fastidiado a mi familia lo suficiente. Si fuera a ser nombrado alcalde me hubiera aguantado, pero para ver un espectáculo que nadie sabe cómo va a salir..., pues no».

Respecto al nuevo equipo de gobierno, apuntó que el candidato de Valladolid Toma la palabra, Manuel Saravia, le parece una opción «más coherente» que el socialista Óscar Puente. Tanto es así, argumentó, que le había ofrecido el apoyo del Partido Popular para gobernar el Ayuntamiento de Valladolid. «Pero el problema que tenemos con Saravia es que siempre tiene que consultar, primero con los dos concejales de su grupo y ahora con la asamblea», ironizó León de la Riva.

El propio Manuel Saravia, poco después de que finalizará la rueda de prensa del regidor en funciones, confirmó esta reunión. El líder de Valladolid Toma la palabra comentó su perplejidad cuando el día después de las elecciones León de la Riva le ofreció el apoyo del grupo municipal popular. «Me pareció disparatado, cosas raras que no vienen al caso. Cuando lo comenté con mis compañeros del grupo la carcajada fue monumental. Ni siquiera he contestado a la propuesta», explicó a los periodistas en uno de los pasillos del Ayuntamiento.

«Salgo con la cabeza muy alta»

León de la Riva comenzó su intervención pidiendo a los periodistas que no se alargaran en sus preguntas tras la rueda de prensa -«tengo que oficiar una boda ahora a las doce y no quiero hacerles esperar»-. Optó por arrancar dando las gracias, en ese orden, a los medios de comunicación por su presencia, a su familia por el apoyo y por hacer sido «la gran sufridora en todos estos años», a todos los concejales presentes y pasados, al Partido Popular «que por séptima vez consecutiva me encomendó encabezar las listas electorales», a los ciudadanos de Valladolid «que una vez más, de forma masiva, han apoyado nuestra candidatura», a las instituciones, empresas y colaboradores que han apoyado las actividades municipales y a los trabajadores «de esta casa, que han tenido que sufrir congelación salarial y recortes».

«Salgo con la cabeza muy alta, pero me da pena dejar el Ayuntamiento. Los datos ahí están», dijo, tras realizar un balance de los hitos de su gestión, defendiendo que a sus espaldas deja «una ciudad moderna, limpia, cosida, con proyección internacional y comprometida con el medio ambiente».

El aplauso de los concejales de su último equipo de gobierno, a los que abrazó uno a uno y con los que se tomó una foto de familia, puso fin a la última rueda de prensa de León de la Riva como alcalde en funciones de la ciudad. En las puertas de la Casa Consistorial, esperaban los novios y sus amigos y familias para celebrar una boda. Ajenos a la despedida, ajenos a la prensa. Tan solo deseando comenzar una nueva vida.