Los inversores huyen del riesgo y el petróleo se desboca con el ataque de Israel a Irán
Las aerolíneas se derrumban en Bolsa y el barril de crudo llegó a dispararse un 10% esta madrugada
La tensión geopolítica vuelve a hacer acto de presencia en los mercados mundiales. El duro ataque que Israel ha lanzado sobre Irán esta noche ... ha desatado una nueva ola de ventas que pasa especial factura al precio del petróleo.
Tras conocerse el bombardeo a instalaciones nucleares de Irán, los futuros del barril de Brent –de referencia en Europa– llegaron a dispararse más de un 10% hasta superar los 78 dólares en los momentos más tensos de la sesión. La cifra se moderó al 6,7% al cierre de los mercados europeos, en el entorno de los 74 dólares, máximos de abril. Y en el acumulado de la semana el repunte alcanza el 11,5%.Por su parte, el barril estadounidense West Texas alcanzó los 73 dólares, también máximos de enero, con un avance del 7%, aunque llegó a rozar los 76 dólares.
«La geopolítica ha vuelto. Los ataques militares de Israel contra Irán aumentan el temor a una escalada más amplia en la región y el petróleo es el principal indicador de estos conflictos», apunta Norbert Rücker, director de Investigación Económica y Next Generation de Julius Baer. En todo caso, el experto señala que «este último estallido de conflicto sigue el patrón habitual, con precios que suben temporalmente antes de volver a los niveles anteriores», señalando que «es poco probable que los suministros estén en riesgo».
Para Kerstin Hottner, directora de materias primas en Vontobel, rebaja la tensión después de que la subida del crudo se haya moderado con el paso de las horas, algo que, a su juicio, indica que no hay impacto directo sobre la oferta de petróleo «y los fundamentales del mercado permanecen inalterados». «Hasta ahora no tenemos indicios de que se hayan producido daños en las infraestructuras petrolíferas. La OPEP aún dispone de unos 5 millones de barriles diarios de capacidad excedentaria, lo que podría mitigar posibles perturbaciones», explica.
Eso sí, no descarta que si la tensión va más allá, con situaciones extremas como un bloqueo en el estrecho de Omuz -crítico porque por ahí circula el 25% del mercado mundial del petróleo- o ataques directos a instalaciones, el suministro pueda verse perjudicado.
La experta recuerda además que Irán exporta actualmente entre 1,6 y 1,7 millones de barriles de petróleo al día, en gran parte a refinerías privadas de China, a pesar de las sanciones vigentes. «Si las sanciones se aplicaran más estrictamente y los compradores chinos redujeran su ingesta de petróleo iraní, esto podría tener un impacto notable en el suministro mundial», añade.
En el peor de los escenarios, firmas como JPMorgan ya valoran la posibilidad de una escalada mayor, superando incluso los 100 dólares el barril.
En este entorno, los inversores no quieren nada que huela a riesgo y el castigo llegó también a las Bolsas, aprovechando además unas valoraciones exigentes que invitan a la recogida de beneficios. Las caídas superaron el 1% en Italia, Alemania y Francia.
En la Bolsa española, el Ibex-35 perdió un 1,27% hasta los 13.920 puntos, despidiéndose de los 14.000 que había logrado mantener desde el pasado 16 de mayo. En la semana se deja un 2,3% y pone fin a una racha de ocho seguidas subiendo. El principal lastre en la sesión fue IAG, que se dejó más de un 3,5%,en línea con el castigo al resto del sector en Europa. En la parte alta de la tabla se situó Indra con subidas del 1,7%, reforzada por su capacidad en el sector defensa.
«A menudo, estas perturbaciones geopolíticas tienen un impacto pasajero en los precios de mercado, pero el riesgo de un aumento significativo del precio del petróleo debido al conflicto entre Irán e Israel se suma a la incertidumbre macroeconómica. El mercado de renta variable es el que corre mayor riesgo de sufrir una corrección a medida que se materializan los riesgos macroeconómicos y políticos», señala Chris Iggo, Chief Investment Officer de AXA IM.
Con la volatilidad repuntando de nuevo, la búsqueda de refugio impulsa la cotización del oro, que avanza un 1,5% hasta dejar la onza en un precio de 1.446 dólares. Esta vez, la renta fija también toma su papel de activo de protección frente a las turbulencias. Los inversores que salen de Bolsa apuestan por la compra de bonos -considerados más seguros-, impulsando los precios y presionando a la baja la rentabilidad (que se mueve de manera inversa). En EE UU, el interés del bono a diez años cae un 0,5% hasta el 4,3%, mientras que en Europa, la principal referencia (el bono alemán a diez años) se mueve en el 2,4% con una notable caída desde el 2,6% que rondó la jornada anterior.
En España, la prima de riesgo (que mide la diferencia entre la rentabilidad del bono a diez años nacional con el alemán) se mantiene sobre los 60 puntos, en línea con las últimas sesiones. Esto indica que la tensión política que estos días vive el país no está afectando de forma negativa al mercado.
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