San Cayetano presenta un ERE suspensivo y solicita el concurso de acreedores

La empresa vallisoletana Grupo San Cayetano ha presentado ante el juzgado una solicitud de concurso voluntario de acreedores, al no haber sido capaz de hacer frente a la deuda que mantiene con diversas entidades financieras. Así lo informó la dirección de la compañía a la plantilla, que desde el lunes pasado se encuentra sometida a un expediente de regulación de empleo (ERE) suspensivo, debido a la imposibilidad de mantener el ritmo de producción por la escasez de materias primas.

El fabricante de embalajes de cartón cuenta con 222 trabajadores, que no acudirán a sus puestos durante 65 días de los próximos nueve meses, a razón de 40 este año y 25 en el primer semestre de 2015, según confirmó el presidente del comité de empresa, Ignacio Gutiérrez, del sindicato UGT.

«Toda la plantilla ha demostrado y está dispuesta a seguir demostrando su compromiso para sacar adelante esta empresa señaló el representante de la plantilla. Tenemos muchas ganas de trabajar y de superar los problemas para que todo llegue a buen puerto». Gutiérrez puntualizó que «la credibilidad de la dirección está bastante deteriorada» después de que «durante meses hayan estado diciendo que no había ningún problema».

La buena marcha de la producción durante los últimos ejercicios no ha sido suficiente para librar al Grupo San Cayetano de la asfixia financiera provocada por la negativa de sus acreedores a ampliar el crédito de la empresa para circulante. Según publicó el diario El Economista, la empresa arrastra una deuda de 40 millones, principalmente desde que en 2008 construyera las nuevas instalaciones de la localidad de Aldeamayor de San Martín.

Cartera de clientes

El Grupo San Cayetano ha estado negociando en las últimas semanas la venta de la empresa a la firma valenciana Grupo Hinojosa, también del sector del embalaje, según ella misma confirmó. En febrero del año pasado, Hinojosa ya adquirió SICE, filial de San Cayetano especializada en envases de cartón para la agricultura y la industria.

Según fuentes conocedoras de la operación, el grupo valenciano estaría interesado en hacerse con el 70% del capital de la empresa vallisoletana, pero lo condiciona a que los bancos acreedores acepten una quita de la deuda de San Cayetano, algo a lo que las entidades financieras no parecen dispuestas.

Para el presidente del comité de empresa, el concurso de acreedores puede resultar una solución momentánea pero adecuada «en el sentido de que la administración establecerá prioridades en los pagos, lo que puede permitir disponer de fondos para comprar materias primas con las que reactivar la producción». «Los retrasos e incumplimientos han dañado la cartera de clientes de la empresa añadió, pero sigue siendo importante y con credibilidad, la empresa es viable. La dirección nos ha dicho que todavía es posible llegar a un acuerdo para vender la empresa y salvar la factoría».