Nutrexpa planificó el cierre de Palencia para no devolver 1,7 millones en subvenciones

Nutrexpa, que tiene previsto desmantelar en los próximos meses la planta de Palencia donde fabrica batidos de cacao y en la que trabajan 67 empleados, recibió de la Junta de Castilla y León 1,7 millones de euros en subvenciones para apoyar una inversión de ocho millones. La última de las dos ayudas públicas fue abonada en el año 2008, de modo que cinco años después, a finales de 2013, se cumplió el plazo legal para que la Administración pudiera reclamar el reembolso de los fondos por un eventual incumplimiento de las condiciones.

La compañía alimentaria con sede en Barcelona, que trasladará la producción de Palencia a las instalaciones de Calidad Pascual en la localidad burgalesa de Aranda de Duero, comenzó a planificar el cierre de la planta palentina en 2011. Según se encuentra detallado en un documento interno denominado Proyecto Simba, que fue desvelado por El Norte de Castilla, Nutrexpa puso en práctica estrategias como el abandono de clientes a propósito, o la suspensión de las inversiones y las campañas de publicidad e imagen en la fábrica, con el objeto de dañar las cuentas y justificar el cierre.

En esta hoja de ruta para la deslocalización de la producción, la empresa tuvo cuidado de que la Junta no pudiese exigirle la devolución de las ayudas recibidas. De hecho, en uno de los correos confidenciales a los que ha tenido acceso El Norte se detalla cómo los directivos se refieren a «la relación de las subvenciones vivas de Palencia» y explican que, pese a haber sido ya cobradas y cumplidos los plazos legales para su disfrute, los importes seguirán siendo imputados a los resultados de la empresa en los próximos años. Concretamente, hasta 2020. Nutrexpa logró en 2012 unos beneficios superiores a los 17 millones de euros.

La consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, confirmó ayer que la Junta no tiene capacidad para, con la ley en la mano, acusar a la empresa de haber incumplido compromisos empresariales, pese a esta imputación a posteriori. Sí que considera, sin embargo, que Nutrexpa ha incumplido «el compromiso moral que contrajo» de informar a la Junta de sus planes con antelación, por lo que Clemente volvió a declararse «defraudada» por la «deslealtad». De hecho, hasta unos días de anunciar a los trabajadores el cierre de la planta el pasado día 9 de mayo, mediante un correo electrónico enviado al comité de empresa a las 6:30 horas, negó que hubiera tomado ya una decisión que, en realidad, planeaba desde 2011.

Una lupa sobre el ERE

El comité de empresa de Nutrexpa se reunió en la tarde de ayer en las Cortes de Castilla y León con el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en un encuentro en el que estuvieron presentes Clemente y también el consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva;la viceconsejera de Empleo, Begoña Hernández; el director general de Trabajo, Carlos Díez;y el de Industrias Agrarias, Jorge Morro. Herrera cumplía así con el compromiso que adquirió con los trabajadores palentinos al encontrarse con ellos en un mitin durante la campaña de las Elecciones Europeas.

La reunión sirvió para que los dos lados de la mesa coincidieran en criticar la decisión de Nutrexpa y lamentarse de su comportamiento a la hora de ponerla en práctica. «Nos han dado ánimo de cara a la negociación (del expediente de regulación de empleo) y nos han ofrecido todo su respaldo para obtener las máximas recolocaciones y compensaciones», explicó a la salida del encuentro el presidente del comité de empresa, Jaime Serrano. «También nos han asegurado que mirarán con lupa el ERE y todos los movimientos para que se cumpla la ley», añadió.

Por su parte la consejera de Agricultura y Ganadería, que ejerció las labores de portavoz institucional de la reunión, aseguró que la Junta extremará «la exigencia de cumplimiento de la máxima legalidad a la hora de tramitar el ERE». Asimismo, insistió en que «si se demuestra que la empresa incurrió alguna responsabilidad fraudulenta en la marcha de los resultados», podrían iniciar acciones administraciones o judiciales en lo relativo a las dos subvenciones entregadas. En cualquier caso, insistió en que es preciso «esperar a que haya una sentencia que así lo estime probado antes de derivar hacia una hipótesis de estas características».

Mientras tanto, los responsables de la Junta con Juan Vicente Herrera a la cabeza ofrecieron a los representantes de los trabajadores que se implicarán en buscar posibles recolocaciones para los empleados afectados, así como la participación en el proceso de la Fundación Anclaje y Formación, de la que forman parte la patronal Cecale y los sindicatos CC OO y UGT y cuyos objetivos son la búsqueda de proyectos industriales y el impulso de la formación.

Serrano explicó que en la primera reunión mantenida con la dirección de la empresa para negociar el ERE, Nutrexpa les ofreció recolocar a 30 de los 67 empleados. A diez de ellos en la fábrica de galletas Cuétara de Reinosa (Cantabria) y los otros veinte en la otra planta de Villarejo (Madrid). «No lo vemos», sentenció ayer el presidente del comité. Principalmente porque las condiciones salariales y laborales serían las que tienen actualmente, sin incentivos ni compensaciones por traslado. A los otros 37 empleados, que serían despedidos, Nutrexpa les ofrece una indemnización de 30 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.

El papel de Pascual

Clemente aseguró que la Junta ha hecho saber a la dirección de Nutrexpa su «malestar por el engaño» y su «decepción» por no haberles permitido «intervenir» a tiempo, «como sucedió en los casos de las filiales del Grupo Nueva Rumasa: Hibramer en Valladolid, o Elgorriaga en Ávila», donde la Administración regional «medió para buscar compradores a las unidades productivas de estas empresas», o en el caso de Panrico, también en Valladolid, «cuya planta finalmente se mantiene abierta».

La consejera consideró que Calidad Pascual, que ya ha llegado a un acuerdo con Nutrexpa para fabricar en los próximos meses los batidos Cola-Cao y Okey que produce la planta de Palencia, «solo ha jugado el papel de quedarse con la actividad productiva», lo que al menos, «será positivo para Castilla y León». Para Clemente, que «ya habrá otro momento» de hablar con Pascual, ya que «ahora lo prioritario es lograr que Nutrexpa cumpla con los trabajadores»