Sainz sospecha de su propio equipo

Carlos Sainz acabó el Gran Premio de Hungría con un notable enfado. El piloto madrileño sumó su tercer abandono consecutivo, y no dudó en exigir explicaciones a su propio equipo acerca de la estrategia elegida. Pese a que fue por un problema en el turbo, a Sainz no le gustó nada cómo actuaron sus ingenieros. «Paramos una vuelta más tarde que los demás, Max me hizo un 'undercut' y eso es ganar dos o tres segundos», se quejó el piloto español.

«Me da rabia porque estaba haciendo una carrera muy buena. La salida ha ido bien y he conseguido adelantar a un par de coches. Me tienen que explicar por qué no me han parado a mí primero antes que a mi compañero, cuando iba por detrás del Williams. Ha habido otros coches como Max o Fernando que me han adelantado haciendo un undercut. No entiendo por qué no hemos parado en el safety car cuando Fernando ha parado, se enfadó. «Imagínate el cabreo que tengo», admitía ante los medios.

En cuanto a la avería en sí, Sainz en ese momento no sabía lo que había ocurrido, sólo que se quedó sin potencia, «otra carrera que estábamos en los puntos y no acabamos», según recordaba.