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Domingo, 27 de noviembre 2016, 22:19
El Deportivo Palencia asaltó el Montecillo llevándose los tres puntos de un derbi regional con muchas alternativas. Los morados se olvidaron de la conversión del club en Sociedad Anónima Deportiva y cuajaron un gran partido en el que el héroe fue Rodri, que marcó los dos goles de un equipo palentino que asciende un puesto en la tabla y ya es decimoctavo.
El partido empezó movidito. Bastantes aficionados estaban entrando por la puerta del estadio cuando llegaba el primer gol de la tarde. Ruba se aprovechaba de un balón entre líneas para plantarse delante de Alejandro y batirle por bajo con un disparo pegado al palo largo. El tanto fue muy protestado por los jugadores palentinos, ya que el árbitro auxiliar levantó el banderín por un posible fuera de juego pero el colegiado principal, Sergio Espasandín, dejó seguir la jugada que abrió el marcador del encuentro.
Se ponían muy bien las cosas para una Arandina, que ya había sufrido el primer susto por un fallo de marcaje apenas transcurrido el primer minuto de juego. Pero el Deportivo estaba dispuesto a vender cara su piel y un centro al área blanquiazul rematado por Zapata lo dejó bien claro. Era el preludio de un encuentro con mucha presencia en una y otra área y con dos equipos sobre el campo con dos estilos muy distintos. Por un lado, el equipo ribereño intentaba tocar en corto y elaborar jugadas para llegar con el balón controlado a las inmediaciones de Alejandro. Por otro, estaba un Deportivo Palencia que buscó en todo momento la espalda de la defensa local, especialmente la de los dos laterales, Payá y Rubén Arroyo, que sufrieron mucho durante todo el choque para frenar la velocidad de Rodri y Zapata.
El gol dejó aturdido al Deportivo y Plaza pudo aprovechar el desconcierto de los de Óscar de Paula para haber hecho el 2-0 en una triangulación con Carlos. El propio Carlos, en el minuto 17, se plantó solo delante de Alejandro pero permitió que Héctor Granado llegase en el último instante para arrebatarle el esférico. El equipo morado se vio obligado a cambiar su lateral izquierdo al lesionarse Héctor Sánchez en el minuto 23 y tuvo que entrar al campo Murillo. En plena oleada local llegó un libre directo que ejecutó Rubén Arroyo con mucha intención, pero poca puntería. Poco a poco, el rumbo del partido fue variando de bando y el Deportivo se lanzó en busca del empate tras ser indultado por la Arandina.
Zapata, en el minuto 26, tuvo en sus botas el gol de las tablas pero Montiel adivinó las intenciones del punta y evitó el tanto visitante. Fue el preludio del gol de Rodri. El hábil extremo deportivista ganó la espalda a Garcés, que midió mal en el despeje de un balón largo, y en el mano a mano esta vez no perdonó. Corría el minuto 31. La primera parte acabó con dos ocasiones claras, una por cada equipo. La primera, de Rodri en el minuto 40 y la segunda, de Ruba en el minuto 45, pero en ambas oportunidades los cancerberos se llevaron el gato al agua. Al descanso se llegó con empate a uno y todo estaba por decidir.
La Arandina salió mejor del túnel de vestuarios y empezó a merodear con peligro el área defendida por Alejandro. El conjunto burgalés botó varias faltas laterales y un buen número de córners, pero no acababa de ponerse de nuevo por delante, a pesar de las ocasiones de Leo Ramírez y, sobre todo Payá, quien en una colada por la banda derecha se encontró con todo a favor para batir al meta morado, pero decidió, incomprensiblemente, dar el pase de la muerte sin encontrar rematador. El Deportivo también tenía ases en la manga y daba avisos de que no se conformaba con el empate. En el minuto 55, un disparo desde fuera del área de Murillo rozó el larguero de Montiel. El encuentro se convirtió en un toma y daca en el que los entrenadores movieron sus banquillos en busca de frescura.
En el minuto 79 llegó la jugada decisiva. Una falta de entendimiento entre Sergio Noche y Rubén Arroyo regaló un balón de oro a Rodri y éste tampoco falló delante de Montiel. El bigoleador, el más listo del encuentro, puso al Deportivo por delante por primera vez en todo el encuentro. Restaban diez minutos y la Arandina se volcó en busca del empate con un auténtico carrusel de ocasiones locales. Muy claras para empatar las de Carlos, Víctor y Leo, y también la de Iván Zarandona por parte morada. Además, en el tramo final fueron expulsados Murillo y Pelayo, quedándose el Deportivo Palencia con nueve jugadores en el campo. Pero el marcador ya no se movería y los tres puntos cogieron destino palentino para comprimir muchísimo la zona baja de la tabla.
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