Órdagos estratégicos por De Gea

Este sábado, el Manchester United inaugurará la Premier League en Old Trafford ante el Tottenham, pero David de Gea no defenderá la portería de los diablos rojos. Salvo giro radical inesperado, el portero deseado por el Real Madrid tampoco se sentará en el banquillo del United, porque el técnico holandés tiene previsto dejar en la grada sin citar a De Gea, lo que se puede interpretar como un síntoma de fortaleza y autoridad del club y el entrenador, aunque realmente también suponga debilitar deportivamente al equipo y abaratar el traspaso del guardameta.

El hecho de que Van Gaal relegue a De Gea y no le vaya a incluir ni siquiera en la convocatoria para el primer partido del campeonato representa un paso más en el acercamiento entre el guardameta madrileño y el club blanco. Aunque Van Gaal pretenda mostrar carácter y ser inflexible con el portero que la pasada temporada jugó todos los partidos del United hasta que se lesionó, incluso los de las primeras eliminatorias de la Copa de la Liga, el holandés asume ya la marcha del el exportero rojiblanco, igual que el Real Madrid acepta que tendrá que desembolsar más de los 25 millones que ha ofrecido por De Gea.

Con la experiencia de fichajes anteriores que se concretan a pocas fechas del comienzo de la competición liguera, el órdago estratégico de Van Gaal, que ha consensuado con los hombres clave del United, en materia institucional y también deportiva, desplazar a De Gea a la grada después de haber meditado dejarle en la suplencia, parece más una bravuconada del técnico holandés que un pulso personal en el que el portero pudiera ser el perdedor. Sólo lo sería si al final no fructificase su fichaje por el Real Madrid, cuyo deseo era cerrar la operación por De Gea tras su regreso de la Audi Cup en Alemania y antes del inicio de la Premier League, aunque, a no ser que el fichaje se hiciese oficial este viernes o el sábado de modo express, deberá seguir esperando.

Sin De Gea, el número uno bajo la portería del United es ahora el internacional argentino Sergio Romero, que aún no ha debutado, y el segundo, el inexperto Sam Johnstone, que ha completado una buena gira por Estados Unidos pero ni siquiera ha jugado en la Championship. En el caso de Víctor Valdés, Van Gaal no quiere ya ver al exazulgrana en Mánchester después de negarse a jugar la pasada temporada con el segundo equipo, extremo que el catalán niega, y la venta de Di María al PSG debe desbloquear y acelerar un traspaso al club blanco que se da por seguro. A partir de ahora, Jorge Mendes, representante del extremo argentino y de De Gea, podrá dedicarse casi en exclusiva a negociar la salida del guardameta junto al director ejecutivo del United, Ed Woodward, y su homónimo del Real Madrid, José Ángel Sánchez. El Manchester United reclama 42 millones por De Gea, pero es consciente de que el caso es ya irreversible y deberá que desprenderse de él por una cifra inferior.

«La situación es complicada para todos. No es beneficiosa para ninguna de las parte. Ni para nosotros, ni para el club que le pretende ni para el jugador», aseguró Van Gaal tras el error cometido por De Gea y que le costó un gol al United en el amistoso ante el PSG -y la sustitución del futuro madridista-, después de haber brillado frente al Barça.

Mientras tanto, Keylor Navas también continúa a la espera del caso De Gea para aclarar su futuro, ya que el portero costarricense que el miércoles firmó un partido notable ante el Bayern de Múnich será el damnificado con el fichaje del todavía guardameta red devil. «Sacaremos el máximo provecho del partido. Gracias a Dios pude jugar un partido más», escribió Keylor Navas tras la derrota frente al equipo de Pep Guardiola. La primera del conjunto blanco en la pretemporada y quizás la última del costarricense con la camiseta blanca, porque Keylor Navas no quiere ser suplente y el Real Madrid, si nada se tuerce, piensa en disponer, en menos de dos semanas, de una pareja de porteros formada por De Gea y Kiko Casilla.