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Sábado, 17 de diciembre 2016, 23:14
El Villamuriel se encontró con el rodillo del Astorga para sumar su cuarta jornada consecutiva sin conocer la victoria.
Los de Mario Prieto terminan el año cayendo derrotados ante uno de los gallos de la categoría en un partido muy bronco, donde la pegada maragata marcó la diferencia. Y es que, cuando el máximo goleador de tu rival suma más goles que todo tu equipo resulta muy complicado plantar cara.
Más aún si en los primeros minutos recibes el primer mazazo. El berciano Javi Amor se encontró un balón en la frontal, decidió marcharse de su par y sentenciar sobre la portería de Sevi. Tuvo oportunidad el Astorga de poner el segundo tan solo un minuto después con un buen remate de Taranilla que no encontró portería. Quien sí encontró gol fue Chino al borde del cuarto de hora tras una buena jugada del jovencísimo David que el máximo anotador de convirtió en el 1-1.
Poco duró la alegría para los de Mario Prieto. Pasado el minuto 20, el killer de la categoría decidió comenzar su festival. El 9 de los de Paulino anotó el primero tras una recuperación en banda izquierda de Modia que solo tuvo que lanzar el balón en largo a la espalda de la defensa. Del resto se encargó Roberto Puente para empezar a inclinar el partido.
Con el 2-1, el choque entró en una tónica de balones divididos, agarrones, empujones y diversas polémicas que ya no abandonó hasta el pitido final. Los dos equipos dieron varios pasos atrás en lo futbolístico y aceleraron sus pulsaciones en un partido muy intenso con poco juego. Nada benefició eso a los cerrateños, con menos envergadura y despliegue que los locales.
Así, pasado el minuto 46, entre polémica y polémica, Taranilla colocó un balón en profundidad que, de nuevo, Roberto Puente embolsó para hacer el 3-1 en el marcador. Con el colegiado Zamorano Gómez más pendiente de sofocar las protestas que del juego, el excesivo tiempo añadido de la primera parte sirvió para que, otra vez más, Roberto Puente que esta cuarta categoría del fútbol español se le queda minúscula. Esta vez fue Bardal quien aprovechó otro desajuste en el fuera de juego de los de Villamuriel para colocar el balón en largo. De nuevo, el ariete local, jugando al límite, firmó su triplete. A diferencia del tercer gol leonés, esta vez los cerrateños ya ni siquiera se esforzaron en protestar al juez de línea.
La segunda parte tuvo muy poca historia. Con tres tantos de ventaja y la amenaza constante de una contra, el Astorga decidió retrasar la defensa, poblar el medio del campo, dosificar esfuerzos y matar el partido. Pese a todo, César, llegado en segunda instancia, se aprovechó de un despiste local para reducir diferencias. De poco sirvió porque el todopoderoso rival estaba dispuesto para saltar del tercer puesto y acechar el liderato, con el que ha dormido en la noche de hoy. Los maragatos estaban dispuestos a redoblar esfuerzos para trabar el choque. En ese escenario, los visitantes no supieron moverse con soltura y el cansancio empezó a pasar factura. A pesar, eso sí, de contar con alguna opción aislada de Chino o, incluso, del capitán Tuco, que ayer estuvo bastante desaparecido.
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