

Secciones
Servicios
Destacamos
Francisco Prieto
Sábado, 16 de mayo 2015, 22:09
Diecinueve triunfos, seis empates y solo cinco derrotas. Esa es la hoja de servicios con la que se presentará el conjunto de Nacho González dentro de dos semanas en la fase de ascenso a la Liga Asobal. Esos datos no tendrán transcendencia, puesto que en el play-off se parte de cero pero, lo visto ayer en Barakaldo demostró que no hay relajación en este equipo, en un encuentro de poder a poder contra un rival que se jugaba la permanencia. A pesar de ello, el Atlético Valladolid supo sacar adelante la victoria que confirma el buen estado del equipo castellano.
El Atlético Valladolid completó una buena primera mitad. No lo tuvo fácil en el inicio con un rival que pronto quería marcar su territorio. Para ellos fueron las primeras ventajas, pero los de Nacho González no se arrugaron y empezaron a enseñar su repertorio de soluciones que los han llevado a disputar la fase de ascenso. Viscovich, De la Rubia, Roberto Pérez y compañía se rotaban en la anotación y ya los primeros contraataques mortíferos del Barakaldo no eran tan numerosos.
El marcador avisó de una primera escapada visitante (7-10) cerca del ecuador del primer periodo. Esta circunstancia provocó un tiempo muerto local que permitió a los vascos acercarse hasta el 10-11 pero, por momentos, sufrían en el juego estático y el cancerbero cubano Gutiérrez, con algunas paradas, alimentaba el buen trabajo defensivo de sus compañeros. El Atlético Valladolid evitó mayores problemas y, encontrando ahora goles desde los extremos llevó el electrónico a un 11-15 que pintaba muy bien. Las penetraciones eran la única solución de un rival que se mantenía a raya.
El peligro, como se esperaba, llegó al inicio del segundo acto. El Barakaldo salía a pleno pulmón, dispuesto a tapar el agujero en el marcador, pero los pucelanos recuperaron la concentración y, con un excelso De la Rubia en la posición de central, recuperaron las constantes vitales tras un peligroso 15-17. De nuevo se abría brecha, hasta el 16-21, con unos siguientes minutos en los que se produjo un intercambio de goles, sin duda beneficioso para los visitantes. Ningún equipo bajaba la guardia, la tensión aumentaba por momentos y la segunda exclusión de Kallman devolvió la emoción, sobre todo al concretarse a nueve minutos para el final el empate a 28.
Final de infarto y un Atlético Valladolid que, a pesar de quedarse con uno menos en el último minuto, supo mantener la cabeza fría y, en la última acción, De la Rubia, como improvisado pivote, llevó un balón a las mallas que sirvió a los visitantes para llevarse el triunfo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.