El Atlético Valladolid coge velocidad

Definitivamente, el Atlético Valladolid le ha tomado el pulso a la División de Honor Plata. El conjunto entrenado por Nacho González dio una lección de oficio y superioridad ayer ante un Antequera que nunca tuvo opciones de pelear por el triunfo en Huerta del Rey. A la victoria, la cuarta seguida del Atlético, se le unió también la primera derrota liguera del líder, el Teucro, por lo que la jornada salió a pedir de boca para los vallisoletanos.

A pesar de la cercanía de la Navidad, el Atlético Valladolid dejó los regalos para otros días. El partido duró lo que tardaron los locales en descifrar la combinación que abría el 6-0 malagueño. Y no fue mucho tiempo. Alfonso de la Rubia se erigió en el baluarte ofensivo de los pucelanos y demostró que el gol en el Atlético Valladolid no es cometido exclusivo del incombustible Fernando Hernández, que ayer volvió a dar una lección de balonmano, en especial en el segundo tiempo.

Hasta mediado el primer acto, el Meridiano Antequera se mantenía en el encuentro, apoyado en el buen desempeño en el pivote de Cabrera, ya que su principal argumento ofensivo, el brazo derecho de Alexis Rodríguez, estaba bien sujetado por la defensa local. Sin embargo, daba la sensación de que en cuanto el Atlético Valladolid subiese el ritmo de juego e impusiera su mayor calidad el choque iba a acabar por romperse a favor de los vallisoletanos. Los locales firmarían minutos de un balonmano de mucha categoría y de un juego coral, ante el que los malagueños no supieron responder. La velocidad de Roberto Pérez y la inspiración de un de la Rubia al que le salía todo, goles de espaldas incluidos, acabaron por otorgarle al Atlético las primeras rentas reseñables justo antes del descanso. También es digno de resaltar la excelente labor del joven César Pérez en la portería, que con hasta seis intervenciones, algunas de ellas de verdadero mérito, fue crucial para que los de Nacho González se marcharan con siete goles de ventaja a los vestuarios (16-9).

El guión no varió lo más mínimo en los primeros compases de segundo tiempo. El partido estaba bajo control total del Atlético Valladolid, que continuaba a velocidad crucero. El único borrón del encuentro para los vallisoletanos llegaría en el minuto 25, cuando César Pérez volvería a lesionarse el tobillo derecho en una acción fortuita. El arquero llegaba al choque frente a Antequera entre algodones y se vio obligado a abandonar un choque en el que estaba teniendo un peso fundamental. El contratiempo no afectó en ningún grado a los de Nacho González, que disminuyeron un poco la velocidad de circulación al tiempo que el Antequera comenzaba a bajar los brazos. Aun así, se pudo presenciar un duelo goleador de altura entre los dos máximos realizadores de la categoría de plata. Tanto Fernando Hernández como Alexis Rodríguez soltaron sus brazos con acierto en un tramo de partido en el que la intensidad decayó de forma evidente en ambos conjuntos, y en el que los de Nacho González no dejaron que el Antequera redujera distancias de manera significativa. Es más, las aumentarían por encima de la decena de goles.

Una vez sentenciado el duelo hubo tiempo para que los meritorios se dejasen ver. El juvenil Joel Gómez, que ya había tenido minutos en Copa del Rey, debutó en Liga con el Atlético Valladolid y se dio el gustazo de marcar un golazo muy celebrado tanto por el equipo como por la afición. Los de Nacho González se afianzan en la zona noble de la clasificación, y lo que es más importante, da la sensación de que se mantendrán ahí por mucho tiempo. Huerta del Rey tiene motivos para volver a sonreír.