Festival goleador de Fernando y De la Rubia

Dos puntos más para el casillero del Atlético Valladolid, que mantiene la segunda plaza de la clasificación después de superar, no sin dificultades, al colista Torrelavega. El equipo de Nacho González tan solo tuvo unos minutos de indecisión y bajón, pero fueron suficientes para hacer temblar el marcador y dar alas a un rival incómodo, peleón y sorprendente que, por su valentía en su propuesta de juego, sin duda se merece algo más que ocupar el farolillo rojo de la tabla. Yes que los de Torrelavega, de la mano del leonés Diego Soto, se plantaron en la pista de Huerta del Rey con una defensa 3-3 a media pista que obligaba a los vallisoletanos a organizar su ataque estático desde su propio campo. Sin duda, este tipo de defensas alegran y dan viveza a los encuentros, pero también son un arma de doble filo si el rival encuentra los puntos débiles. Ahí es donde el Atlético Valladolid estuvo fino, o mejor dicho sus dos hombres franquicia ahora mismo, Fernando y De la Rubia, camparon a sus anchas con su velocidad, sus fintas y sus penetraciones. Entre ambos jugadores anotaron la friolera de 25 goles y desarmaron el entramado defensivo propuesto por el técnico cántabro. La experiencia, veteranía y enorme calidad que atesoran fueron los pilares del triunfo local. Pero también el trabajo defensivo supuso una prueba de fuego para el equipo con la baja de Ávila y se convirtió en otra de las claves del partido. En el inicio de la segunda mitad, los vallisoletanos apretaron las clavijas en defensa y junto con unas buenas intervenciones de Rey frenaron en seco cualquier intento de reacción de los de Torrelavega.

Quizás fíar la mayor parte de la producción ofensiva a tan solo dos hombres es arriesgado, pero mientras la racha continúe sería un atentado contra el espectáculo y contra el propio equipo reprimir sus ansias goleadoras y su capacidad para generar ocasiones.

Lesión de César

Y eso que el choque comenzó con la inoportuna lesión de César en una jugada tonta al ir a despejar fuera un balón. El joven portero había tenido ya cuatro intervenciones de mérito y tuvo que abandonar el terreno de juego con un esguince de tobillo a los seis minutos. Con todo, el Atlético demostró que la defensa 3-3 de los cántabros no era ninguna sorpresa. De la Rubia, con su velocidad, y Fernando, con su visión de juego y eficacia, traspasaban las líneas cántabras, con la colaboración de Roberto (11-5, min. 16). El partido iba sobre ruedas, quizás demasiado cómodo para los locales. Unos minutos de despiste, de decisiones incomprensibles de los colegiados y en inferioridad por la exclusión de Quintanilla dieron un vuelco a la situación. Ahora eran los cántabros los que anotaban con comodidad y en apenas dos minutos se colocaron a tan solo un gol 13-12. Ahí estaba la trampa de la que hablaba el técnico Nacho González en la previa. El colista se subía a las barbas del segundo clasificado, que a duras penas lograba llegar al descanso con exigua ventaja (15-13).

La filípica del descanso le vino de perlas al Atlético Valladolid. Nacho González volvió a aleccionar a los suyos para superar la correosa defensa 3-3 cántabra y sus pupilos entendieron la lección perfectamente. También en defensa, el equipo se aplicó para evitar los cruces de la primera línea. Y así , las diferencias comenzaron a aumentar progresivamente. De la Rubia y Fernando prosiguieron con su festival anotador y el técnico visitante se veía obligado a consumir sus dos tiempos muertos en apenas cinco minutos ante el desastre que se le venía encima. Hasta de ocho goles de ventaja disfrutó el Atlético Valladolid. Y a partir de ahí, el equipo se relajó un tanto en defensa y permitió que el cántabro Eugenio engordara sus estadísticas como el único capaz de encontrar agujeros en la zaga local.

El Atlético Valladolid había hecho bien su trabajo y disfrutó de un final de partido tranquilo y sin sobresaltos,. Incluso el joven Yoel pudo disponer de unos minutos sobre la cancha, mientras De la Rubia y Fernando seguían con borrachera de goles. Once tantos anotó el central y nada menos que 14 el veterano zurdo, aunque en el acta le adjudicaron con 15 también la página de la Federación daba 35-28 como resultado final.

Nacho, satisfecho

Los aplausos de un pabellón con unos 1.400 espectadores en la gradas demostraban el reconocimiento de un gran trabajo del Atlético Valladolid y el técnico así lo aceptaba. «Son dos puntos más que sumamos, pero no ha sido un partido cómodo. Durante la semana ensayamos cómo contrarrestar una posible defensa 3-3, ya que aunque apenas la han utilizado esta temporada, podían hacerlo en Huerta del Rey, como así ha sido. Y gracias a ello les controlamos bastante bien al principio, pero luego sufrimos un pequeño bache y ellos lo aprovecharon. Tras el descanso fuimos más contundentes en defensa, obtuvimos ventajas sustanciales y supimos conservarlas», analizó el técnico.

Pese a las enormes diferencias en la segunda mitad, Nacho González advirtió de que su equipo debe mejorar en defensa. «El centro de la defensa todavía es poco contundente. Nos falta Ávila y eso se nota también en las rotaciones. Luego Quintanilla estaba tocado y solo podía jugar unos minutos. Debemos mejorar en el centro de la defensa», comentó González.

Sobre la actuación de Fernando y De la Rubia, el técnico reconoció que «son básicos para el equipo, porque además son jugadores que quieren estar los sesenta minutos en la cancha», y sobre la posible Fernandodependencia comentó que «es una alegría tener a goleadores de esta clase, pero también intentamos que los demás acompañen».

Nacho González hizo votos para que la lesión de César se quede en nada, «porque sesenta minutos se hacen muy largos para un portero como Rey», y también destacó la presencia de Gonzalo Viscovich en el lateral izquierdo, donde el argentino compartió minutos con Roberto Pérez.