Adiós al sueño copero del Atlético Valladolid

No pudo ser. El Atlético Valladolid se quedó con la miel en los labios de dar una nueva campanada copera y cayó ante un Huesca que tuvo que emplearse a fondo para evitar la sorpresa.

Los hombres de Nacho González lo dieron todo sobre la pista, pero no fue suficiente porque enfrente tenían esta vez a un equipo con un poderoso juego exterior y sobre todo con la calidad necesaria para sacar provecho de los errores del rival.

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El pundonor, la entrega, la lucha y la experiencia de los vallisoletanos les valió para ofrecer a la afición de Huerta del Rey un partido igualado, con alternativas en el marcador e incluso con opciones a cinco minutos del final del partido, pero los propios errores en los lanzamientos apagaron la llama de la esperanza. Fernando Hernández, con 13 goles, siete de ellos desde los siete metros, se convirtió en el paradigma del choque, ya que fue el máximo anotador del partido, pero sufriendo en su rostro el dolor de la derrota.

El Huesca ya hizo una declaración de intenciones con el equipo de gala en el siete inicial Marcelo, lesionado no disputó ni un minuto. No quería sorpresas el conjunto oscense y buscó desde el primer minuto abrir el marcador y romper el partido. Novelle se convertía en una pesadilla para la defensa local, lo mismo que Rochelle, Casado o Cartón desde el extremo. Sus lanzamientos exteriores, sin apenas oposición en la defensa del Atlético, les permitía hacer goles con facilidad. Pero si la zaga local no encontraba la fórmula para frenar a los oscenses, al menos halló el modo de atacar con soltura y eficacia. Y así el partido entró en un intercambio de goles en el que incluso los de Valladolid tomaron la delantera aprovechando las exclusiones rivales. Pasado el ecuador de la primera mitad, la doble exclusión casi consecutiva de Viscovich dio el mando a los oscenses y ya no lo soltarían. Ahí radicó una de las claves del encuentro. Los maños aprovechaban al máximo cualquier mínimo error que cometía el Atlético, pero los de Valladolid no estuvieron tan eficaces, ni siquiera en las siguientes superioridades, aunque al descanso el marcador reflejaba un esperanzador 16-18.

No hubo pájara local tras el paso por el vestuario, algo muy de alabar. La entrada de César en la portería no solucionó los problemas defensivos y el Huesca marcaba prácticamente en cada acción, mientras la respuesta ofensiva vallisoletana era cada vez más espesa. Y en apenas un minuto, en el ecuador de la segunda parte, el Huesca aprovechó dos errores y una pérdida para romper el partido (23-28). Nacho González pidió un tiempo muerto y recompuso el equipo. Nadie bajó los brazos y con más pundonor que juego y con el apoyo de la grada, el Atlético volvió a meterse en el partido a cinco minutos del final (29-31). Era el momento de la verdad y ahí, los vallisoletanos volvieron a cometer un par de errores en lanzamientos francos que les impidió igualar el marcador. El Huesca ya no dio más opciones y se llevó la eliminatoria.

Errores

«Hemos plantado cara los sesenta minutos, nadie ha bajado los brazos y nos queda el remusguillo de haber podido dar la campanada», comentó Nacho González, satisfecho con el trabajo de sus hombres sobre la cancha.

«El Huesca es uno de los cuatro o cinco mejores equipos de Asobal. Había que hacer el partido perfecto para soñar con la eliminatoria, pero hemos cometido errores en momentos decisivos y no llegamos a empatar el partido, lo que hubiera podido darnos esperanzas», analizó el técnico, que reconoció que durante la primera parte su equipo había tenido problemas para defender a los lanzadores oscenses. «Era muy complicado frenar a sus lanzadores sin desajustar por detrás la defensa. Nos ha costado en la primera parte y les hemos parado un poco mejor en la segunda, pero no ha sido suficiente. De todas formas, me quedo con lo positivo, que han sido los 30 goles que hemos marcado al Huesca y la capacidad de reacción del equipo».

No quiso entrar en el arbitraje pero sí lanzó un recado al estamento. «Sin entrar a si el arbitraje ha sido bueno o malo, creo que no han influido en el resultado final, pero preferiría que no nos pitasen árbitros de Valladolid. Creo que es mejor para ellos y para nosotros».

Nacho González reconoció que «el desgaste ha sido muy grande, pero había que hacerlo. Espero que no nos afecte para el partido del sábado ante el Alcobendas».

Otros resultados de la Copa

Barcelona B-Ademar 31-36

Benidorm-Naturhouse34-35

Villa de Aranda-Anaitasuna34-25

Puente Genil-Guadalajara35-34

Juanfersa-BMCuenca31-29

Atlético Valladolid-Huesca31-34

Puerto Sagunto-Barcelona31-45

MMT Zamora-Granollers24-31