El Atlético prepara su mes más caliente

El Atlético Valladolid truncó su racha de siete partidos oficiales consecutivos sin perder y cayó derrotado en la pista del Barcelona B, un filial siempre molesto pero que no cuenta a la hora del ascenso. Los hombres de Nacho González, novatos en la División de Honor B, eran conscientes de su espectacular y sorprendente trayectoria en este inicio de liga, por lo que perder en una cancha tan complicada como la del filial azulgrana (campeón la pasada temporada) no supone ningún paso atrás.

Este cambio de tendencia permite hacer un balance del excelente comienzo del Atlético Valladolid. Cierto es que el calendario le ha permitido enfrentarse a equipos que hoy por hoy ocupan la parte baja de la tabla, como La Roca y el Zarautz, que son colistas, pero también salió airoso ante rivales de mucho mayor empaque como el Go Fit, segundo en la tabla, o ante el Bordils o el Bidasoa.

En esta primera fase de la Liga, el conjunto que dirige Nacho González ha conseguido asentarse en la categoría y consolidar un equipo con carencias, pero capaz de hacer prevalecer sus virtudes.

La portería está bastante bien guarnecida ya que tanto el veterano Rey como el joven César han demostrado estar a la altura. La defensa ha alternado buenos partidos con pájaras inexplicables. Nacho González ha apostado por el 6-0 prácticamente en todos los encuentros y quizás una mayor variedad defensiva provocaría más dudas en los rivales. Turrado, Egea y Ávila forman un buen centro defensivo, pero también deberían aportar un poco más en el aspecto ofensivo.

Por otro lado, el ataque se ha basado, en Liga y Copa, en los goles de Roberto (31), Fernando (54) y De la Rubia (31). La anotación de los pivotes es prácticamente testimonial y tampoco los otros laterales o los extremos han tenido oportunidades, salvo en los contragolpes. Sin lugar a dudas, es una de las facetas donde mayor margen de mejora tiene el equipo y que sin duda Nacho González tratará de potenciar, especialmente con hombres como Grossi o Viscovich. El lanzamiento exterior es el gran handicap del Atlético.

En la dirección de juego, Alfonso de la Rubia ha protagonizado casi todos los minutos, que suma a los que trabaja en defensa, por lo que en ocasiones le falta frescura para tomar las decisiones más acertadas.

El parón de este fin de semana le viene como anillo al dedo al equipo vallisoletano, que cuenta en sus filas con veteranos imprescindibles en el siete inicial y que han disputado muchos minutos en estos seis partidos de liga y dos de Copa.

Mes caliente

Y es que precisamente en este mes de noviembre a punto de empezar, el Atlético Valladolid tendrá la oportunidad de definir cuál va a ser su papel en esta su primera temporada en la División de Honor B.

De entrada y para abrir boca a la Liga, el próximo miércoles, el Atlético se mide al Huesca, de Asobal, en partido eliminatoria de Copa en Huerta del Rey.

A partir de ahí, los hombres de Nacho González se van a enfrentar a tres de los equipos que seguramente lucharán por el ascenso. El primero será el Alcobendas madrileño, convertido en equipo ascensor pero siempre peligroso y que está a dos puntos de los vallisoletanos. A continuación será el Palma del Río (Córdoba), un punto por delante del Atlético, y el siguiente nada más y nada menos que el actual líder de la tabla, el Teucro, único equipo invicto de la categoría.

En una liga muy igualada como es la División de Honor B y con muchos gallitos dispuestos a luchar por entrar en la fase de ascenso, los enfrentamientos directos pueden resultar decisivos a final de temporada, pero también será imprescindible evitar cualquier traspiés imprevisto.