El Quesos Cerrato pierde con el Araberri por un pésimo último cuarto

Llegaba el conjunto palentino al Marta Domínguez con el hambre que lo caracteriza, dispuesto a demostrar ante su afición que el equipo ha mejorado ahora que las rotaciones no son escasas. Tras la ajustadísima victoria en Palma de Mallorca del martes, la victoria de hoy era otro paso más para consolidar al equipo al frente de la tabla. Pero sucedió lo que pocos esperaban, una derrota frente a un conjunto vitoriano que remó y remó, y al final obtuvo la recompensa.

El partido empezó ayer como una carrera de Fórmula 1: los jugadores parecían más bien los bólidos que estamos acostumbrados a ver en circuitos como el de Jerez o Cataluña. Los dos equipos pusieron un ritmo muy alto al choque en los minutos iniciales y las canastas se sucedían en ambos lados del campo. Por parte del Quesos Cerrato, todos los jugadores aportaban, todos querían llegar antes a la línea de meta.

Por el Araberri, uno de ellos quería hacer el triplete, llevarse la pole position, la vuelta rápida y la carrera. Y es que el escolta Zaid Hearst anotó doce puntos en el primer periodo (acabó el partido con 29 y 31 tantos de valoración). Si el Quesos Cerrato no se distanció fue por su gran actuación en la faceta anotadora, con unos porcentajes de acierto que daban miedo. El primer periodo acabó con un 26-21 en el electrónico.

En el segundo cuarto, los dos equipos seguían a tope, con los depósitos llenos de gasolina, y de la buena, no de la que todos ponemos en las gasolineras. El acierto era la característica que mejor podría definir el arranque del segundo periodo. Los pívots palentinos aprovechaban las bajas del Araberri en la pintura y sumaban puntos cual Lewis Hamilton en su circuito favorito. El recién fichado Mamadou Samb demostró que ya está perfectamente adaptado al juego del Quesos Cerrato y conseguía 8 puntos y 6 rebotes en los diez minutos del segundo periodo.

Tras el paso por los vestuarios, el Araberri salió con una marcha más, siempre había ido a rebufo del Quesos Cerrato y parecía dispuesto a adelantar al conjunto palentino. Sergio García, que miraba angustiado desde el banquillo, trataba de dar con la estrategia adecuada para consolidar la ventaja, pero los tiempos no le funcionaban.

A falta de seis minutos para el final del tercer cuarto, el Araberri aprovechó su rebufo y adelantó a un Quesos Cerrato que parecía que tenía gastados los neumáticos (57-58). El público, que hasta ese momento había estado tranquilo, empezó a animar al Palencia de la mejor manera que sabe hacer, cantando. Pero el Quesos Cerrato tan solo pudo aguantar el rebufo y acabar el tercer periodo dos puntos por debajo (65-67).

Los últimos diez minutos de juego fueron la clave del partido. El conjunto palentino entró en colapso, y ni el mejor ingeniero de Fórmula 1 o MotoGP hubiese podido arreglarlo. Josep Pérez quería hacerse el héroe, tiraba de garra, pretendía ser el Valentino Rossi del Quesos Cerrato, pero, como el resto del equipo, acabó fuera de pista.

Los vitorianos sellaron a base de triples su victoria. Cuando quedaban poco más de dos minutos por jugarse, el visitante Nikola Cvetinovic metió un triple que fue la sentencia de muerte del Quesos Cerrato (76-86). Como si de una rotura de motor se tratara, el conjunto palentino fallaba por todos los costados.

Al final, el conjunto colegial, en vez de ver la bandera de cuadros, vió una barrera de neumáticos contra la que se estrelló de lleno y acabó perdiendo por 82-94.

La suerte para los morados es que ayer el Guipuzcoa Basket también perdió su encuentro en Castellón. Así que el conjunto palentino encabeza una jornada más la clasificación, que queda arriba más apretada.