El Quesos Cerrato gana por aburrimiento al San Pablo Inmobiliaria

«El Quesos Cerrato es tan bueno que gana por aburrimiento». Esto decía el entrenador del San Pablo Inmobiliaria Burgos en la previa, y es lo que acabó sucediendo ayer en un partido en el que los palentinos se impusieron en la prórroga gracias al enorme trabajo de desgaste que realizaron en los últimos momentos.

El equipo de Sergio García llegó a empatar al final un derbi que se puso cuesta arriba y que acabó decantándose del lado morado en un tiempo de prolongación intensísimo.

No se esperaba un partido de tantos quilates en El Plantío por las múltiples circunstancias que rodeaban al encuentro. Los burgaleses estaban sin apenas rotación exterior por las ausencias de Huertas y Vilanova, lo que hizo que el vinculado Proleta no solo jugara, sino que fuera titular. El Palencia, por su parte, llegaba con una renta muy cómoda en la clasificación y sin necesidad de grandes esfuerzos a una semana de jugarse el primer título de la temporada, la Copa Princesa. Pero, pese a todo, los azulones no se rindieron y los morados, ayer blancos, tampoco se dejaron ir ni renunciaron en ningún momento al triunfo, deparando un duelo vibrante, con alternativas y una prórroga en la que los burgaleses pagaron su cansancio (74-82).

El partido tuvo muchas fases y en varias de ellas parecía que el marcador se decantaría del lado local. Los burgaleses fueron superiores hasta la entrada del último cuarto, cuando Dani Rodríguez, con su acierto exterior, compensó el desatino de sus compañeros hasta ese instante e igualó el duelo, llevándolo a la prórroga después de un final inesperado, con hasta dos pérdidas, una por equipo, sin llegar a sacar el balón de fondo.

Antes de llegar a ese punto, pareció estar más metido en el encuentro el San Pablo Inmobiliaria. Javi Vega tuvo un inicio de partido tremendo, metiendo todo lo que tocaba, y la respuesta palentina corría de cuenta de sus exteriores, Bas y Rodríguez, principalmente. Las rentas eran alternas y cortas (4-7, 13-9, 15-17) en un primer acto que concluyó con los azulones por encima.

En el segundo periodo, pese a un parcial visitante inicial de 0-8 (19-25), el partido parecía cambiar y decantarse del lado local. El acierto en el lanzamiento burgalés era mayor, con Peciukevicius sublime en la dirección. El lituano, al no tener rotación por la ausencia de Vilanova, acabó pagando caro el esfuerzo y su equipo lo hizo aún más. Pero, hasta que ese momento llegó, su dirección permitió al San Pablo ir adquiriendo rentas de importancia, marcando territorio pese a sufrir en el rebote. Tras una canasta de McCarron (29-32) Fornas, con un triple, inició un parcial de 10-0 (32-32) culminado por Maresch que Sergio García se vio obligado a frenar con su segundo tiempo muerto. Barnes y Blanch, este con dos tiros libres, rompieron la dinámica, pero solo momentáneamente, ya que los burgaleses se fueron al descanso 7 arriba.

Tras el paso por vestuarios, el encuentro siguió la misma dinámica y parecía que se le podía escapar a los líderes y quedarse en un El Plantío entregado y esperanzado de ver, nuevamente, a su equipo compitiendo por altas cotas. Rodríguez, quien si no, mantenía el tipo (45-44), pero Javi Vega puso fin a 4 minutos sin anotación de los locales (47-45). El ala-pívot no volvió a anotar en todo el encuentro, pero la acción fue un punto de inflexión que hizo que los burgaleses ampliaran su ventaja hasta llegar al final del periodo con +9 (55-46).

Parecía posible el sueño burgalés, pero el Quesos Cerrato tiró de galones en el inicio del último cuarto. Un triple de Bas y un segundo de Rodríguez tras canasta de Poscic, además de las acciones posteriores de Otegui y el propio exjugador del extinto Autocid Ford (57-58) dieron la vuelta al marcador en menos de 4 minutos, dejando todo por definir en los 5 minutos finales, que acabaron siendo 10. Rodríguez siguió con su recital exterior y pareció sentenciar a un San Pablo corto de efectivos, que comenzaba a precipitarse y que seleccionaba mal sus ataques. Pero no se rindieron los hombres de Diego Epifanio y resurgieron de sus cenizas, con Sinica como matador, igualando el electrónico (71-71) con dos triples consecutivos. Quedaba un minuto y hubo hasta cinco ataques mal ejecutados, a cual peor antes de llegar a la prórroga.

En ella, el marcador final no da muestra de lo sucedido, ya que no lo tuvieron fácil los hombres de Sergio García. Empezó mandando el cuadro local con tres tiros libres de Toncinic y Maresch (74-71), pero Otegui, Barnes y Rodríguez, tiraron de experiencia (74-77), y llevaron al San Pablo, ya con Peciukevicius en el banquillo cojeando, al límite de su resistencia. Eso, y las decisiones arbitrales, acabaron sentenciando el duelo con la antideportiva de Edu Martínez y la descalificante posterior, fruto de la impotencia, de Sinica que dejaron el tanteo final en 74-82.