El Quesos Cerrato visita en su peor momento al Breogán Lugo, segundo en la clasificación

Que el Palencia Baloncesto está viviendo el momento más crítico de la temporada no se le escapa a nadie. Con un banquillo limitadísimo por las lesiones, los resultados y el buen juego han dejado de acompañar a los del club colegial, que suman tres derrotas consecutivas y que se encuentran en la octava plaza después de perder la pasada jornada ante el Melilla Baloncesto en el Marta Domínguez. Tras una primera vuelta espectacular, que permitió a los palentinos acabar en la primera plaza y proclamarse campeones de la Copa Príncipe, esta segunda parte de la Liga está siendo un cúmulo de desgracias (traducidas en lesiones), a las que hay que sumar esta semana la de Quinn McDowell, que se une a Jon Cortaberría y Guillermo Justo. El alero estadounidense, uno de los jugadores más en forma de la plantilla, se fracturó un dedo de la mano derecha el pasado martes durante el entrenamiento y estará fuera de la cancha un mínimo de cuatro semanas. Por si no era suficiente, el pívot checo Tomas Hampl sufrió un esguince de tobillo el jueves y es duda para el encuentro de esta tarde.

El Quesos Cerrato visita la cancha del segundo de la clasificación, el Breogán Lugo, que ansía sumar una nueva victoria para no despertar del sueño del ascenso directo. Pero si este objetivo no fuera suficiente estímulo, los gallegos suman ya dos derrotas esta campaña ante los morados Liga y Copa Príncipe y tienen sed de venganza. «Nos toca jugar contra uno de los cocos de la categoría en su pista», reconoció este viernes el técnico del Quesos Cerrato, Nacho Lezcano. «Les hemos ganado ya dos veces, por lo que nos espera un equipo con un extra de motivación, que se está jugando la primera plaza y que no se puede permitir perder, y menos en su pista», añade.

A pesar de todas las adversidades, el equipo palentino ha trabajado bastante bien durante esta semana. «Dadas las circunstancias, hemos entrenado bien, con una dosis de motivación importante. Cuando peor están las cosas, no queremos rendirnos ni dejar pasar los partidos», afirma con contundencia Lezcano. «Debemos ser fuertes, recomponernos y no dejar que las circunstancias adversas que estamos teniendo tiren por la borda todo el trabajo que hemos hecho hasta ahora», agrega el preparador vasco.

Un equipo muy completo

El conjunto de Lisardo Gómez suma dieciséis victorias en esta campaña, tres más que los palentinos. «Tienen un equipo muy completo en todas las posiciones, y muy físico, que juega siempre al límite de la falta, que domina el rebote, y al que es muy difícil atacar porque no dejan espacios. Tienen un potencial importante y están siendo bastantes regulares», analiza Lezcano, sabedor de la dificultad de ganar este sábado en el Pazo Dos Deportes.

«Tenemos que jugar diferente a lo que han sido los dos últimos partidos que hemos disputado contra ellos, porque ahora mismo no estamos en las condiciones en las que nos encontrábamos. Tenemos que intentar romper el ritmo del partido que nos marquen, buscando situaciones especiales, porque ahora mismo no tenemos aleros en el partido, quitando Greg Gantt», añade. «Hay que jugar con alternativas, con dos bases o con algún jugador fuera de posición, ya que es la única forma de jugar», advierte el técnico. A pesar de todo, de las limitaciones y de los cambios, Lezcano señala que «queremos competir al máximo y hemos preparado el partido para ganarlo».

El Palencia Baloncesto tampoco se encontraba en su mejor momento cuando recibió al Breogán Lugo el pasado 28 de noviembre. Acumulaba tres derrotas en los últimos cuatro encuentros y necesitaba una victoria para volver a creer en sí mismo. El triunfo llegó (75-50) y el conjunto morado recuperó su chispa. «Estaría muy bien que volviese a pasar y ganarles, porque sería un impulso moral importante para nosotros», concluye Nacho Lezcano.