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Victoria M. Niño
Sábado, 8 de octubre 2016, 14:37
«Así me paga Castilla lo que he hecho por ella», sentenció Antonio José Martínez Palacios desde la cárcel. El eco de ese lamento resuena en la motivaciones de los implicados en un documental sobre el compositor burgalés, fusilado el 9 de octubre de 1936, a los 33 años. Divulgar su música y dar a conocer su vida, truncada por la Guerra Civil, es la intención del equipo que graba desde hace meses sus obras interpretadas ex profeso para la película. Iniciaron una campaña de captación de micromecenas, el objetivo eran 10.000 euros y ya están cerca de los 8.000.
«Ya hemos grabado el 50% de la música que saldrá en el documental. Está articulado como una sucesión de videoclips, ordenados cronológicamente siguiendo la fecha de composición. Aunque murió a los 33 años, tiene un catálogo amplio de 150 obras. Grabamos lo más significativo», explica Enrique del Rivero, uno de los guionistas. Por ejemplo, la Sonata para guitarra, «dedicada a su amigo Regino Sáinz de la Maza, es una de las obras para este instrumento más interpretadas en el mundo», sonará en las manos del chileno José Antonio Escobar, en El Patillas, bar burgalés.
Participan además Guillermo Díez Arnáiz, organista de la catedral de Burgos, el tenor Jorge Benito, la soprano Mar Codina, el pianista José Abel González burgalés residente en París, Diego Crespo, también pianista, el grupo folk Cira Qu, el Orfeón Burgalés, Schola Cantorum, la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Aveiro y la Sinfónica de Burgos. «Fue un músico muy reconocido en su tiempo, adscrito a la Generación del 27, popular, pero luego eclipsado tras su asesinato hasta poco antes de 1975», apunta Del Rivero. Las fuentes con las que han contado son la biografía que en su día escribió Miguel Ángel Palacios, sus colaboraciones en prensa y publicaciones especializadas, sus cartas y su catálogo musical. Junto a ellos, testimonios de expertos y de la única descendiente, su sobrina Ana María. «Era un hombre agradecido, alegre, querido. Gracias a las becas de las instituciones burgalesas fue a Madrid y después a París a estudiar, aunque en realidad no siguió ningún curso reglado. Iba a ensayos, a conciertos, a ateneos y reuniones de intelectuales».
Madrid, París, Málaga
En Madrid completa su pensión con el trabajo de director concertador en el Teatro de La Latina, dedicado al género chico. Posteriormente trabajará en Málaga dando clase de música en un colegio de los jesuitas. Pero le tira la tierra. La muerte del director del Orfeón Burgalés provocará su vuelta y Antonio José transformará esa reunión de aficionados en una coral casi profesional.
La música popular tiene una gran influencia sobre Antonio José, heredero del cancionero de Federico Olmeda. Esto le llevará a recopilar 178 tonadas en la Colección de cantos populares burgaleses, que le valió el Premio Nacional de Música de 1932. Su viaje a París está guiado por su admiración hacia la música impresionista y allí cosechará algún piropo de Ravel. Los vientos nacionalistas que soplaban desde el Este con Béla Bartók le animarán en su trabajo de recuperación musicológica. En esa senda se enmarcan su Sonata castellana para piano, base de la posterior Sinfonía castellana, en la que utiliza tres temas populares recogidos por Olmeda. «Quería demostrar que esa Castilla sobria a la que negaban la posibilidad de expresión artística tenía una música propia». Esa reivindicación la elevó en el Congreso de la Sociedad Internacional de Musicología, que se celebró en 1936 en Barcelona, con Arbós, Rodolfo Halffter, Pau Casals o Santiago Kastner, entre los participantes.
Pases escolares
El compositor de El mozo de mulas era un activo tertuliano e intelectual de Burgos. «Hay quien le considera la persona de mayor relevancia artística en el Burgos del siglo XX. Queremos que se le conozca y el documental tiene una dimensión didáctica. Esperamos acabarlo para la primavera de 2017 y después llevarlo a centros escolares. Era una persona más filantrópica que ideológica, un utópico preocupado por la educación de la gente. Enseñó música a gente de origen humilde, como él, en el Orfeón. Su biografía es emblema de los 2.000 asesinados en Burgos durante la Guerra Civil», explica el guionista. Junto a Del Rivero, firmarán el trabajo Sergi Gras, Luis Mena y Gregorio Méndez.
El 7 de agosto de 1936 es detenido también su hermano Julio. El próximo domingo se cumplirán 80 años de su fusilamiento. Una muerte que su amigo el periodista Eduardo de Ontañón, equiparó así a la de Lorca: «Yo creo que, ante este tremendo caso, la verdad puede ser sencilla: a Lorca lo mataron los malos poetas. No tiene explicación. Lo mismo que a otro artista magnífico y joven y amante también del folklore, al compositor Antonio José, uno de los más fuertes temperamentos musicales que tenía España, lo fusilaron en Burgos los malos músicos».
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