Carlos Salem ve en las redes sociales la puerta de entrada de los lectores
El poeta argentino brindó un recital junto a David González
samuel regueira
Jueves, 16 de junio 2016, 21:36
unto a Escandar Algeet, Irene X o Diego Ojeda, el de Carlos Salem (Buenos Aires, 1959) es uno de los nombres de poetas populares con más acogida por parte de los jóvenes, que comparten entusiasmados por Internet escritos con sus versos y pantallazos con sus creaciones. ¿El secreto de su éxito? «Decimos con palabras sencillas lo que la gente de 14 a 20 años está tratando de explicarse», declaró el artista poco antes de su recital de ayer en el Teatro Zorrilla, entre las actividades de la Feria del Libro. ¿El resultado? «La gente está entrando más a la literatura por esta poesía», aseguró el argentino.
«Las redes sociales son un medio democrático que te puede traer lo mejor y lo peor, no hay un top 10 ni unos cuarenta principales», aseguró Salem, un escritor afincado en España desde 1988 que ha tocado prácticamente todos los palos posibles de la palabra escrita: novela negra, romántica, juvenil, relato corto Con un pájaro de menos (S. L. U. Espasa, 2016) es su sexto trabajo con la poesía, un «libro extraño y autobiográfico» con el que, al escribirlo, confiesa su autor haberse sentido «desnudo».
El gusanillo de Benedetti
Poco acostumbrado a los recitales matutinos, Salem vendió su lado más canallesco y bohemio junto al poeta David González, con el que leyó numerosos poemas de este último trabajo: «Es todo un agitador de la poesía», sentenció el asturiano. Entre los textos recitados, destaca Caperucita rota, un texto erótico «de los preferidos por las fans»; el poema dedicado a una amiga a la que trató de seducir sin éxito, Para Maite, o distintas piezas como Duda o Con piel de lobo. La vida de poeta nocturno también se vio recogida en Noches de hojalata, un texto en el que se acordó de su amigo y compañero de piso, Escandar Algeet: «Ambos empezamos en la poesía a partir de un mismo poema de Mario Benedetti, aunque con 25 años de diferencia».
No ocultó el poeta sus antipatías a los partidos de derechas en En torno al fuego, donde también arremetió contra los abusos de poder de las altas esferas políticas y económicas: «Por más vueltas que uno le quiera dar, estamos nosotros y están ellos», diferenció, si bien no quiso escatimar tampoco en generosas dosis de autocrítica: «Dicen que la culpa de cómo estamos es nuestra, si no cambiamos pronto las cosas, a largo plazo tendrán razón en que la responsabilidad recae de nuestro lado».
El autor de #Follamantes también firmó libros en la Feria con su proverbial pañuelo negro a la cabeza, del que quiso dar una doble explicación: «Hay quien dice que lo llevo porque tengo tatuada en la frente una fecha, y cada persona ve una distinta, que es el día de su muerte», reveló. «Y hay quien dice que lo llevo porque soy calvo».
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