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Victoria M. Niño
Sábado, 7 de marzo 2015, 09:23
Ni crisis ni recorte. Las evitaron por ser palabras manidas, erosionadas, vaciadas, durante un lustro. La actitud la anunciaba antes de comenzar la reunión Antonio Resines, «no resignarse». Lo decía a la puerta del centro e-LEA de Urueña, donde celebra su primer congreso la Academia de las Artes Escénicas de España. «Queremos tener capacidad de influir en quienes detentan la capacidad legislativa y el poder sobre lo que nos compete, además de ser este un foro para discutir y aportar ideas en torno a la creación», seguía el actor cántabro.
La Academia se constituyó el 28 de abril de 2014 en Madrid. Presidida por un vallisoletano, el dramaturgo José Luis Alonso de Santos, durante la jornada de ayer y la de hoy los académicos debaten en Urueña la situación del sector. La visión artística de la vida fue la razón mayúscula esgrimida para explicar la tarea de la Academia y del congreso por Alonso de Santos, quien llegaba a la inauguración con las ideas sintetizadas tras media docena de intervenciones radiofónicas.
De la visión artística
«Podemos hablar de la importancia de la cultura, de la necesidad de dignificar la profesión, pero en esencia, lo que nos distingue es la visión artística de la vida. Nuestra batalla es el arte y nuestra la lucha, intentar que el mundo sea un poco menos inmundo. Tal vez no podamos cambiar el mundo; la televisión, el país, la enseñanza es como es, pero no me resigno. El distintivo del creador es buscar caminos para evitar la resignación. El llanto y la queja no resuelve nada, es la visión artística la que puede hacer algo. El arte es nuestra arma para incidir en la sociedad, por eso este congreso».
Junto al escritor y profesor, Jesús Julio Carnero, presidente de la Diputación de Valladolid, quien dio la bienvenida a los artistas en su estancia en Urueña. «Quiero recordarles el compromiso de transmisión de valores que tiene este pueblo de apenas 300 habitantes entre los que hay libreros, diseñadores, calígrafos, músicos... Por otro lado, queremos que aprecien el ritmo, la cadencia, el orden diferente de Urueña, que les acompañe en su trabajo. Ypor último, que tengan pasión, lo que distingue, según decía Goethe, lo bueno de lo mejor; la técnica, del arte». La Diputación es la institución que ha abierto las puertas de Urueña, de sus museos y de Matallana, a los setenta congresistas.
Antonio Onetti, secretario general de la Academia, inauguró la primera sesión de trabajo mostrando la foto del estado actual de las artes escénicas en España. Avisó que el retrato sería duro, pero ya todos lo intuían, nadie abandonó la sala. Con los datos extraídos de la Sociedad General de Autores y del Ministerio de Cultura, Onetti abordó los números de un sector que desde 2008 ha ido en descenso. Definió el estado de la cuestión en 2015 a partir de los números de la actividad, la demanda social y la aportación a las cifras macroeconómicas.
«Tras un importante crecimiento de las representaciones en los noventa y comienzos de la primera década de este siglo, el punto de inflexión se produce en 2008.La crisis y su efecto en la renta disponible del público junto al 21% del IVA, son razones que lo explican».
Menos funciones
El número de representaciones teatrales cayó el 29,1% desde entonces, el 49,4%, en la danza, y el 28,4%, en la lírica. Onetti avanzó en el «desolador panorama» señalando similares porcentajes en el descenso de espectadores: el 33% en teatro, el 41%, en danza, y el 42%, en lírica.
La recaudación en taquilla ha pasado de 266 millones de euros en 2008 a 207 en 2013. Si atienden a los deseos de la población, según la última encuesta del Ministerio sobre hábitos culturales, el 41% de los españoles aprecian el teatro pero no acuden por problemas de tiempo, de dinero o de accesibilidad.
«De ahí la importancia de la educación», apuntó Onetti. En cuanto a la riqueza que aportan las artes escénicas al Producto Interior Bruto de España, es según cifras de 2012 el 0,21%, dentro del 3,6% que supone la actividad cultural en el PIB. La foto del desastre era necesaria para «intentar cambiar la dirección de la curva».
Viaje a Matallana
El Congreso se trasladó a mediodía al Monasterio de Matallana donde, tras la comida, trabajaron toda la tarde en grupos de especialidades. Juan Ruesga definió siete agrupaciones profesionales: autores, productores, directores, intérpretes, danza, plástica (escenografía, vestuario, iluminación) y un grupo mixto (periodistas, investigadores, profesores...). Cada subsección trató los temas que les son más cercanos y durante la mañana de hoy se pondrán en común hasta las 13:30 h.
Por la tarde se presentarán las ponencias que los congresistas aportan a título individual. La jornada de ayer terminó con una visita al Museo Etnográfico, dirigida por JoaquínDíaz que también acudió a la inauguración del congreso.
Por otra parte, Antonio Resines, un actor tan conocido por su trabajo en la pequeña pantalla como en la grande, anunció una reunión próxima entre las tres academias que competen a buena parte de los profesionales reunidos, la de cine, la de televisión y la de teatro. Urueña despide hoy a los académicos y recibe a los entusiastas de los cuentos.
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