Tudanca y Villarrubia se arrojan a la cara el pacto por el territorio y las amistades peligrosas
El histórico «primer y único» debate de los contendientes por el liderazgo del PSOE en Castilla y León se diluyó tras la pantalla de plasma
M. J. Pascual
Miércoles, 1 de octubre 2014, 18:22
Se increparon desde el cariño, mirando fijamente a la cámara, con el convencimiento, dijeron ambos, de que «hay que dejar de mirar al pasado» y «hace falta volver al compañerismo en el PSOE» para recuperar la credibilidad de los castellanos y leoneses en los pocos meses que faltan para las elecciones municipales y autonómicas. Pero desde el minuto uno del debate «histórico» y «único» entre Luis Tudanca y Julio Villarrubia no faltaron las alusiones arrojadizas a quien tiene más culpa de la fractura de los socialistas en Castilla y León: si Villarrubia como parte directa o Tudanca, en diferido. «Tú y tus amigos, y no voy a entrar más ahí», le deslizó en los minutos finales el candidato palentino en referencia al golpe de mano orquestado por Óscar López que le desbancó de la secretaría autonómica el pasado 30 de mayo. Ese fue el colofón de un cara a cara de poco más de una hora, contando el tiempo de las preguntas programadas para los militantes que arrancó, por el sistema de la moneda al aire, con Luis Tudanca. Tras unos pocos segundos de nerviosismo en la voz, el joven aspirante le espetó a su contrario, nada más empezar, que si había sido parte del problema no podía ser la solución, presentándose así el burgalés como el candidato no contaminado en la guerra intestina por el control del partido. Y le sobró tiempo de intervención.
En un debate que quedó diluido en el plasma televisivo, al que los periodistas tuvieron que asistir desde un despacho contiguo reconvertido en teleclub, el continente del cara a cara resultó más comentado que el contenido, pues los candidatos han establecido (y repetido) plenamente sus posiciones en los casi dos meses de precampaña y campaña que llevan pateándose la comunidad en la carrera hacia el liderazgo autonómico. Los otros dos picos de crispación también los inició Tudanca. El primero saltó en el apartado de «la transparencia», con veladas insinuaciones a que no todos los socialistas en cargos públicos, como hace él, publican sus cuentas. «Luis, sabes bien que todos lo hacemos, y estamos obligados a ello», le replicó Villarrubia, visiblemente amoscado por las insinuaciones, pero bastante controlado en su apasionamiento habitual. Pero el punto de fricción más elevado y que ahondó la diferencia entre ambos aspirantes fue cuando de nuevo Tudanca consumió solo la mitad de su turno en afear a Villarrubia haber pactado la ordenación del territorio «con la derecha» antes de haberlo hecho «con los alcaldes y concejales del PSOE», una acusación que puso al palentino en el disparadero. «Vamos a mantener la elegancia, Luis», reconvino a su contrincante.
Primarias abiertas
Crecido el diputado burgalés, lanzó a su antagonista un guante directo: «Si soy elegido secretario general, convocaré primarias abiertas para elegir al candidato del PSOE a la Presidencia de la Junta de Castilla y León. ¿Y usted?» Villarrubia le contestó tirando de calendario federal: «En Castilla y León tenemos primarias el 30 de noviembre; no nos va a dar tiempo». No obstante, lo que sí dejó claro el palentino es que si pierde las primarias a la secretaría autonómica, abandonará la carrera hacia la presidencia de la Junta. En ello también estuvo de acuerdo Tudanca porque, remachó, la bicefalia «ha estado en el origen de todos nuestros males».
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