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F. gómez
Domingo, 8 de junio 2014, 11:48
El Papa tiene la firme intención de visitar Castilla y León el próximo año con motivo de la celebración del Quinto Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús. Aunque el Pontífice no ha llevado a cabo todavía ningún anuncio oficial al respecto, lo cierto es que en su entorno deja entrever que sus colaboradores ya trabajan en la organización de un viaje que al menos incluiría las paradas de Ávila y Alba de Tormes.
Sin duda, una de las pruebas en este sentido se producía en el transcurso de una reciente audiencia en el Vaticano, cuando un sacerdote español señaló a Francisco que «la próxima vez que nos veamos quizá sea en mi tierra, porque dicen que su Santidad va a venir a España el año que viene». Unas palabras a las que Bergoglio contestó con un expresivo «sí, eso dicen», según han trasladado testigos presenciales de este encuentro.
Esta respuesta, lejos de descartar la opción de la visita, parece hacer cobrar fuerza a las gestiones en esta dirección realizadas desde distintas instancias de España, Castilla y León y la Iglesia española para conseguir que el Sumo Pontífice realce al máximo las actividades de conmemoración teresiana, como ya ocurriera en el año 1982 IV Centenario de la Muerte de la Santa, con la visita de Juan Pablo II a Ávila, Salamanca, Alba de Tormes y Segovia.
En concreto, Francisco ha recibido invitaciones formales para visitar España con motivo de la efeméride por parte del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy; del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, además de la propia Conferencia Episcopal Española.
Es precisamente en el seno de la conferencia que preside Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid, donde más se confía en la presencia de Francisco a lo largo del año 2015 en España. Según varias fuentes consultadas, de hecho los obispos están trabajando en ofrecer a Francisco un plan de viaje que pudiera adaptarse a algunas limitaciones impuestas por las circunstancias.
En primer lugar, Francisco no desea realizar un viaje largo que incluyera su estancia en España durante varias jornadas, ya que en principio en su agenda contempla ya otros desplazamientos de larga duración para este mismo periodo. Además, hay que contar con el hecho de que 2015 es un año electoral y el Pontífice no desea que su visita pudiera estar relacionada en ningún caso con el proceso.
Este planteamiento es tenido directamente en cuenta por la persona que distintas fuentes señalan como uno de los principales promotores de la visita, el que fuera obispo de Ávila y ahora precepto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el cardenal Antonio Cañizares. Desde Roma, Cañizares está trabajando directamente con el entorno de Francisco para diseñar un viaje que, en principio, establecería un máximo de dos jornadas de presencia del Papa en España, aunque con posibilidad de que la visita pudiera realizarse en un solo día.
Según ha podido saber El Norte de Castilla, el planteamiento que más parece cuadrar con las circunstancias señaladas desde el Vaticano establecería un vuelo directo hasta el aeropuerto salmantino de Matacán. Una instalación situada a quince kilómetros de la capital charra pero también a apenas dieciséis kilómetros de Alba de Tormes, el que según señalan todas las fuentes sería un punto esencial de la visita ya que la intención del Papa Francisco sería poder rezar en el Convento de las Madres Carmelitas, donde se conserva precisamente el sepulcro de Santa Teresa de Jesús.
El viaje entre el aeropuerto salmantino y Alba de Tormes podría hacerse bien por carretera o bien en helicóptero, ya que según el proyecto planteado a la oficina del Pontífice, la idea es justamente que tras la primera parada en Alba de Tormes, Francisco pudiera desplazarse en helicóptero hasta Ávila.
Una opción que en principio reúne las ventajas de ser más rápida toda vez que la visita tendrá un carácter muy breve y más fácilmente controlable desde el ámbito de la seguridad. No obstante, se trabaja con la opción de que el Papa Francisco finalmente se decantara por realizar sus desplazamientos por carretera, más acordes con su tendencia a la austeridad.
En todo caso, tras visitar en la ciudad amurallada al menos el Convento de La Santa lugar donde se conserva la capilla construida sobre la casa en la que nació Teresa de Jesús, el Papa se desplazaría hasta Madrid, donde podría tener lugar algún acto protocolario vinculado a la Jefatura del Estado. Tras esa posible estancia en la capital, Francisco volaría de nuevo de regreso a Roma.
Un plan de viaje que los responsables españoles presentan como «totalmente factible». Eso sí, desde la orden de Carmelitas Descalzos, que también ha cursado invitación formal al Pontífice para conocer los lugares teresianos de Ávila y Alba de Tormes, se sigue insistiendo en la necesidad de afrontar la posible visita «desde la máxima prudencia».
Entre otras cosas, porque habría que buscar una fecha propicia para la estancia papal, algo que se presenta «con bastante complicación». No obstante, la visita realizada por la delegación de Castilla y León a Francisco el pasado mes de febrero, sirvió para conocer el «especial interés» manifestado personalmente por el Papa al obispo de Ávila, Jesús García Burillo, por la celebración en la localidad abulense de un encuentro teresiano de jóvenes europeos.
Una cita que, en principio, se plantea para el verano y que podría ser inmediatamente anterior o posterior a la celebración, también en Ávila, del Encuentro Internacional de la Familia Carmelitana, bajo el lema Para Vos nací, en el que se espera la participación de más de 2.000 personas vinculadas a la Orden y que tendrá lugar del 10 al 14 de agosto.
Además de esta opción, también se considera que sería posible que el Papa Francisco se decantara por un viaje en el mes de octubre, de manera que su visita pudiera actuar como clausura del año del V Centenario y, por lo tanto, tendría lugar en torno al 15 de ese mes.
Sin duda, una de las pruebas en este sentido se producía en el transcurso de una reciente audiencia en el Vaticano, cuando un sacerdote español señaló a Francisco que «la próxima vez que nos veamos quizá sea en mi tierra, porque dicen que su Santidad va a venir a España el año que viene». Unas palabras a las que Bergoglio contestó con un expresivo «sí, eso dicen», según han trasladado testigos presenciales de este encuentro.
Esta respuesta, lejos de descartar la opción de la visita, parece hacer cobrar fuerza a las gestiones en esta dirección realizadas desde distintas instancias de España, Castilla y León y la Iglesia española para conseguir que el Sumo Pontífice realce al máximo las actividades de conmemoración teresiana, como ya ocurriera en el año 1982 IV Centenario de la Muerte de la Santa, con la visita de Juan Pablo II a Ávila, Salamanca, Alba de Tormes y Segovia.
En concreto, Francisco ha recibido invitaciones formales para visitar España con motivo de la efeméride por parte del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy; del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, además de la propia Conferencia Episcopal Española.
Es precisamente en el seno de la conferencia que preside Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid, donde más se confía en la presencia de Francisco a lo largo del año 2015 en España. Según varias fuentes consultadas, de hecho los obispos están trabajando en ofrecer a Francisco un plan de viaje que pudiera adaptarse a algunas limitaciones impuestas por las circunstancias.
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