El Arzobispado de Burgos se desmarca de los exorcismos realizados a una joven en Valladolid

El Arzobispado de Burgos se ha desmarcado de los exorcismos realizados a una joven en Valladolid, que han salido a la luz a partir de la investigación judicial del intento de suicidio de la denunciante, que era menor cuando se le realizaron. Desde la institución diocesana se manifestó ayer, a través de un comunicado, que el intento de suicidio de la joven no ha sido consecuencia de los exorcismos practicados, y que «la decisión de los padres de llevar a su hija un exorcista de Valladolid fue bastante posterior a su intento de suicidio». En este sentido, explicaron que, después de haber estado ingresada varias veces en hospitales de Burgos y Valladolid, los progenitores, angustiados al ver que su hija no se recuperaba, consideraron conveniente llevarla al exorcista en abril y las sesiones concluyeron en junio de este año, «con el convencimiento de sus padres de que estaba sanada». Los padres afirmaron que acudieron tiempo atrás a un exorcista en Madrid, si bien en aquella ocasión no se le llegó a practicar el ritual.

Asimismo, la autoridad eclesiástica aclaró que «la joven nunca fue expulsada de la catequesis» y que el párroco de Nuestra Señora del Rosario «no ha sido confesor habitual de la joven y nunca la ha confesado en los últimos dos años». Además, subrayó, «la parroquia no ha tenido nada que ver en la decisión de llevar a la joven al exorcista», sino que las personas que han colaborado con los padres lo han hecho «a título personal, nunca por mandato de la parroquia o del Arzobispado». Desde la Diócesis se insistió en que el Arzobispado de Burgos «ha tenido conocimiento de la situación solo después de lo sucedido, cuando se solicitó un exorcista en Burgos ante los inconvenientes de trasladarse a Valladolid y, posteriormente, tras entrevistarse los denunciantes con el vicario general».

Además, recordaron que «los exorcismos son una práctica religiosa que se ha mantenido en la tradición de la Iglesia como un derecho de todos los fieles». El Código de Derecho Canónico exige que el exorcista sea nombrado por el obispo y que valore la oportunidad de realizarlo. «Reconocemos que el exorcista de Valladolid está legítimamente nombrado por su obispo», concluyen.

El Juzgado de Instrucción 2 de Burgos investiga desde el pasado 26 de agosto el intento de suicidio de la joven, que acaba de alcanzar la mayoría de edad y fue sometida a trece exorcismos, según el 'Diario de Burgos'. La víctima declaró en la Comisaría que en mayo de 2012 comenzó a sufrir «problemas de anorexia y problemas nerviosos de ansiedad», que sus padres interpretaron como «posesión demoníaca».