Resbalón de la Segoviana en La Albuera

¡Qué disgusto tan tonto! Esa es la sensación que quedó tras el partido de la Gimnástica Segoviana y la Cebrereña. Y eso que no perdió el conjunto de Santi Sedano. Tampoco ganó. Y como la tendencia de las últimas jornadas venía marcada por los triunfos, el no ganar ha dejado ese poso de cierto desencanto en un equipo que todavía sigue peleando por meterse en 'play off'. El encuentro, en líneas generales, fue un tanto extraño. Es verdad que la Segoviana pudo ganar (lástima de la ocasión fallada por Mariano, de las que no suele perdonar), pero también lo pudo haber perdido en una primera parte en la que la Cebrereña fue mejor, y pudo haberse adelantado en el marcador. También lo pudo haber echo en los últimos minutos. Y el disgusto hubiera pasado entonces a otros calificativos mayores.

De nuevo Santi Sedano apostó por novedades en el once inicial. Volvió a situar bajo palos a Pablo, Alfonso fue de nuevo titular en el lateral derecho, y Chamorro sustituyó al sancionado Anel en el centro de la zaga. En ataque apostó por Pato y Mariano como estiletes ofensivos, pero pronto se vio que algo no iba bien. No funcionaba la maquinaria como es debido.

La Cebrereña salió con ganas, presionando muy arriba, con peligro y un viejo conocido, Terleira. Chema estuvo muy pendiente del atacante del conjunto abulense en un bonito duelo. De nuevo el conjunto gimnástico daba sensación de estar incómodo en esos primeros compases. Defendía bien el conjunto abulense y en los balones colgados demostró tener cierta superioridad. Que esté atravesando por un buen momento, no es fruto de la casualidad. Poco se parece al equipo de la primera vuelta, salvo que visten igual.

El conjunto local tenía problemas para encontrar ese fútbol asociativo y poco a poco fueron llegando los primeros avisos para el conjunto visitante, como en un chut de Juan Carlos, desviado. Terleira golpeó mal en otra ocasión. Ya iban dos. Por parte de la Segoviana un centro de Asier Arranz, que no encontró rematador fue de lo más que se le vio en ataque, mientras que en el área local seguían los sustos, como el propiciado por una falta de entendimiento entre Chema y su portero, del que casi saca partido Mario Valladolid.

Ya se sabía que no se lo iban a poner fácil, pero la Segoviana no encontraba el sitio ni la forma de llevar peligro al área de Yerais, muy tranquilo en los primeros 20 minutos, solo sobresaltado por un lanzamiento de Mariano desviado y una falta que lanzó Rubén, sin mayores problemas. Poco a poco parecía que se iba desperezando, aunque Alfonso desbarató una ocasión de Mario Valladolid. No estaba para sustos de ese calibre. Tomó buena nota Santi Sedano, literalmente, apuntando en su libreta.

Había pasado más de media hora de partido y no se intuían signos de mejoría, aunque los locales reclamaron un penalti a Mariano. Después remató fuera, hasta que llegó la que pudo ser la jugada del partido. En el minuto 43 vio la segunda amarilla el visitante Jota, que fue expulsado. Estaba a punto de acabar la primera parte. Jota derribó a Asier y vio la segunda amarilla. La Cebrereña tuvo que reestructurar líneas.

Segunda parte

Al descanso se llegó con empate a cero en el marcador, pero había que ver qué deparaba la segunda parte, que empezó con un contratiempo. Asier, mermado físicamente, había sido protagonista en esa jugada que costó la expulsión de la Cebrereña. Eso sí, el jugador no salió en la segunda parte. Javi entró en su lugar.

Le puso ganas la Segoviana, pero faltaba precisión. Y los minutos iban pasando. Lo bueno es que la Cebrereña no llegaba ya con tanto peligro. Buena señal, aunque se defendió con mucho orden, con un jugador menos. La ocasión más clara la tuvo Mariano, que se quedó solo delante del portero, pero no le salió el último regate. Sedano dio entrada a Dani Arribas, que entró por Chamorro. El técnico puso a toda la artillería gimnástica en el campo, pero no había manera. Lo intentó Mariano, que fue sustituido, Pato, Dani Calleja, Ricardo... Pero también llegó la Cebrereña. Pablo estuvo acertado en un remate de Terleira. La Segoviana se fue perdiendo entre las prisas y los nervios. Al final un punto que fue más celebrado por la Cebrereña. Lógico.