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Delicado Baeza durante la misa en la catedral el 6 de octubre de 2002. / H. Sastre
Su última misa como arzobispo
Valladolid

Su última misa como arzobispo

Un oficio religioso en la Catedral el 6 de octubre de 2002 fue su último acto como máximo representante de la diócesis

EL NORTE

Lunes, 17 de marzo 2014, 14:58

Monseñor Delicado Baeza ofició el 6 de octubre de 2002 en la Catedral de Valladolid su última misa como arzobispo de la diócesis acompañado por tres obispos (Zamora, León y Segovia), el cabildo catedralicio en pleno, sacerdotes, presbíteros, autoridades civiles y un templo abarrotado por unos 3.000 fieles.

Delicado Baeza se despidió tras 27 años de servicio al frente de la diócesis haciendo lo que llamó «un examen de conciencia», en el que reflexionó «sobre los frutos que he recogido en la viña del señor» durante estos años, donde no faltaron «las dificultades y los momentos dolorosos», salvados por «la fe en Jesús, lo más importante de la vida».

Delicado Baeza se definió como «un hombre de deseos» y subrayó que durante este tiempo «las peores críticas», las que más le han afectado, no fueron los juicios sobre su persona de otros, sino «las voces de mi interior», y señaló que se marchaba, como ya hizo en su primera homilía como arzobispo de Valladolid, el 7 de junio de 1975, reiterando «su disponibilidad en la fe de Dios».

También recordó la influencia que tuvo el Concilio Vaticano II y el pontificado de Pablo VI en la consideración de los obispos como «continuadores de la labor de los primeros apóstoles» y en este sentido se consideró como «un apóstol por vocación». Explicó que le resultaba difícil qué obras destacar entre las realizadas a lo largo de estos años, «cuáles se sostienen a los ojos de Dios», y se refirió en particular a su trabajo por favorecer «el dinamismo pastoral de la diócesis», labor que proseguirá, dijo, su sucesor, Braulio Rodríguez Plaza, hasta ahora obispo de Salamanca.

Cerca de 300 sacerdotes -procedentes no sólo de parroquias de Valladolid, sino también de otras provincias colindantes- acompañaron al arzobispo vallisoletano en su despedida.

Llegó monseñor Delicado a la iglesia quince minutos antes de las seis de la tarde, hora prevista para el inicio de una celebración animada por el coro diocesano, compuesto por integrantes de distintas parroquias.

También atentos a la ceremonia estuvieron los integrantes de las principales cofradías de la Semana Santa vallisoletana, con los presidentes de las hermandades junto al máximo responsable de la Junta de Cofradías, José Miguel Román.

En un banco situado justo detrás de los sacerdotes estaban los representantes políticos. Entre ellos, el alcalde, Javier León de la Riva; el presidente de la Diputación, Ramiro Ruiz Medrano; el delegado territorial de la Junta en Valladolid, Jesús García Galván, y los concejales Manuel Sánchez, Tomás Punzano y María del Castañar Domínguez

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