Valladolid, la provincia con mayor tasa de parados sin subsidio
Más de la mitad no reciben ninguna cantidad
TERESA LAPUERTA
Jueves, 6 de marzo 2014, 19:41
El número de vallisoletanos inscritos en las oficinas de empleo de la provincia se redujo en febrero en 145 personas respecto al mes anterior y en 1.373 desempleados menos, si se compara la cifra con la registrada en febrero de 2013. Aunque la bajada del paro es positiva -sobre todo cuando se produce tras un lustro de implacable incremento- en el análisis de los datos no hay que obviar otras variables, como la calidad de los nuevos puestos de trabajo, la cobertura que reciben los desempleados, el número de cotizantes, las cifras de paro femenino o juvenil o la despoblación del territorio. Según el secretario general del PSOE en Valladolid, Javier Izquierdo, en gran parte de estos aspectos Valladolid está en el furgón de cola no solo de la región, sino de todo el territorio nacional. Uno de los datos más relevantes del informe presentado ayer por Izquierdo y por el secretario de Organización de Juventudes Socialistas, Iván García, es que Valladolid es la provincia española con mayor porcentaje de parados sin ningún tipo de cobertura. En concreto, el 50,79% de los más de cincuenta millares de desempleados de la provincia no percibe subsidio alguno, mientras que la media nacional se sitúa en el 42%. Se da la circunstancia, además, de que el crecimiento de ese porcentaje se muestra imparable -en el mismo mes de 2013 se cifraba en el 45,3%- y que se suma a otros condicionantes como el hecho de que los vallisoletanos estén tardando hasta siete meses en acceder a la Renta Garantizada de Ciudadanía. «Todo ello sitúa a un número importante de familias en una evidente situación de riesgo de exclusión social», advirtió el socialista.
Izquierdo contestó también el optimismo de los populares ante las últimas cifras de paro con otros datos, los de los afiliados a la Seguridad Social. «Y es que -explicó- si el desempleo ha descendido en 1.373 personas en Valladolid, el número de afiliados lo ha hecho en 1.634. Es decir, se ha destruido empleo neto o bien porque hay una fuga de trabajadores importante, o bien porque los parados ya ni siquiera se inscriben en el Inem». Una caída interanual de la afiliación, del 1,12%, que vuelve a contrastar con el 0,52% registrado a nivel nacional.
Y más razones para ver la botella medio vacía: el paro femenino y la precariedad laboral. Al concluir febrero, añadió el secretario general de la formación, Valladolid tenía 72 mujeres menos trabajando que en enero -«muy probablemente, empleadas del sector servicios»-, con el triste añadido de que la elevada tasa de desempleo femenino es una de las causantes del éxodo que vive el medio rural castellano y leonés, en general, y el vallisoletano, en particular. La mujer, recordó, es la encargada de fijar población.
En cuanto a los nuevos empleos, Izquierdo recalcó que tan solo 859 de las 10.508 contrataciones que se firmaron en Valladolid el pasado febrero eran indefinidas, una «consecuencia de la Reforma Laboral, que se suma a las anteriores y contribuye a presentar un escenario provincial bastante preocupante».
Y, para cerrar el círculo, la juventud de Valladolid. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística correspondientes al primer semestre de 2013 -los últimos disponibles- en total de 2.610 jóvenes menores de 35 años decidieron emigrar de la provincia por lo que, según apostilló Iván García, «es probable que el año concluyera con cifras similares a las registradas en 2012, cuando la provincia perdió a 5.910 jóvenes».
El joven socialista resumió en tres palabras la solución a la despoblación/éxodo juvenil: «fomentar el empleo». «Desde la comunidad autónoma, desde la Diputación, desde cualquier institución, se debe trabajar para generar empleo, porque los jóvenes no están encontrando aquí un proyecto de vida», apostilló. García enumeró también propuestas más concretas, como la Estrategia Triple Oro para fomentar la creación de empresas -defendida por JJ SS-, o la de la recuperación de las ayudas a la emancipación, «extinguidas gracias a la Junta, primero, y a Rajoy, después».
Izquierdo, por su parte, apostó por cambiar de estrategia desde el principio, por diseñar otro escenario político. «Hay que dejar de aplicar políticas de austeridad. Si no se ajusta la deuda a ritmos asumibles no se generará empleo y el país no se recuperará. El actual es un ritmo que ni España ni tampoco Valladolid pueden permitirse», concluyó.
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