400 personas se concentran contra el ascensor de la Catedral

Al grito de «la Catedral será su Gamonal», unas 400 personas se concentraron durante media hora delante de la seo vallisoletana para exigir al Ayuntamiento que paralice el proyecto para la construcción de un ascensor en la torre Sur. Los vecinos contrarios a esta iniciativa, cuyas obras comenzarán en los próximos días, reclaman que los 910.000 que costará el proyecto se destinen a otras necesidades que consideran más básicas en estos tiempos. Durante la protesta, los vecinos ocuparon las escaleras de acceso a la Catedral e incluso pegaron carteles en las puertas en los que se reclamaba «dinero público para necesidades sociales». Además en otra gran pancarta se podía leer: «Que Dios lo vea. Un ascensor para subir la codicia y la especulación de los que más tienen». Con la ayuda de un megáfono se corearon consignas como «no es cultura, es usura», «menos frivolidades y más políticas sociales» o «menos ascensores y más profesores».

Tras la concentración, fue precisamente una religiosa, la carmelita Carmen Argüello muy implicada en la labor de la Asociación de Vecinos de Rondilla la que leyó un comunicado en el que se advierte de que «cuando los políticos no lo tienen claro, la ciudadanía tiene la obligación de recordárselo», así como que «amamos el patrimonio y la cultura pero no podemos permitir que se inicien estas obras con nuestro consentimiento».

Entre los concentrados pude verse a gran número de representantes de movimientos vecinales, ecologistas, así como todos los concejales de Izquierda Unida. Entre esos colectivos, Miguel Luis, de Parados en Movimiento, anunció que habrá «más protestas» contra esta obra. Aunque entre los concentrados corrían rumores de que los trabajos comenzarán el próximo lunes, el Ayuntamiento anunció el viernes que los trabajos empezarán «en las próximas semanas».

Las empresas Rearasa y Contratas y Obras de San Gregorio ejecutarán unos trabajos que se prolongarán durante seis meses y se invertirán 910.504 euros de los que el Consistorio insiste en que «no costarán ni un euro a las arcas municipales» gracias al fondo creado junto a la asociación Amigos de la Catedral con dinero de empresas colaboradoras.