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Numerosos público asistió a las jornadas / A. Ojosnegros
El Valle del Cuco enlaza enología con gastronomía
GASTRONOMÍA

El Valle del Cuco enlaza enología con gastronomía

La periodista de El Norte Nieves Caballero pregonó las VI Jornadas de la Matanza y del Vino de la Ribera del Duero

AGAPITO OJOSNEGROS

Sábado, 1 de febrero 2014, 19:40

La periodista especializada en vino y gastronomía del El Norte de Castilla, Nieves Caballero Barrigón, se acercó hasta el Valle del Cuco (en la comarca de Peñafiel), para pregonar las VI Jornadas de la Matanza y del Vino de la Ribera del Duero Valle del Cuco, un encuentro enológico y gastronómico que sería imposible realizar sin la intervención de los municipios de Curiel de Duero, Bocos de Duero, Valdearcos de la Vega, Corrales de Duero y San Llorente, agrupados en una asociación. Vecinos y autoridades municipales se vistieron para la ocasión y por un día se convirtieron en matanceros realizando las labores propias de la antigua labor, todo un ritual. Igualmente sirvieron a los asistentes pastas, aguardiente, picadillo y sopas de ajo, acompañándolo con buen vino de la Ribera, una vez más, de Bodegas Comenge, elaboradora ribereña en cuyas instalaciones tuvo lugar este evento.

La presidenta de la Asociación para el Desarrollo Rural del Valle del Cuco, Dori Andrés, se mostró muy contenta de la participación a pesar del frío reinante, acercándose hasta Curiel más o menos un número de personas semejante al de otras convocatorias, entre cuatrocientas y quinientas.

Por su parte Nieves Caballero, abrió su discurso, entrañable, recordando a anteriores pregoneros, haciendo especial mención al fallecido Ángel Herránz Alonso, más conocido como El Alforjillas, hostelero burgalés. De manos de uno de ellos, del director de comunicación de la Diputación de Valladolid, quien pregonó la quinta matanza, Caballero recibió la boina matancera que le acredita como nueva pregonera.

Afirmó que la redacción de sus palabras supuso una alegría que fue en aumento por mis grandes descubrimientos del valle, de quien exaltó y reconoció su importante valor patrimonial y natural, hasta el punto de señalar que esa zona es uno de los enclaves más bellos de la provincia de Valladolid y de Castilla y León, y me atrevería a decir que del mundo. Alabó su conservación por parte de los parroquianos y del importante legado que supone su transmisión a generaciones presentes y futuras, animando a continuar con el mantenimiento de todas sus riquezas. De igual forma alabó la forma colectiva de trabajar de las gentes del lugar para desarrollar su entorno: "Es digno de admiración que hayan sabido sumar los intereses particulares y comunes para hacer prevalecer un mundo que lucha contra la despoblación, y hacerlo con los valores intrínsecos, aquellos que pertenecen a la tierra y no se pueden deslocalizar, como el patrimonio histórico y cultural, la tierra y la naturaleza, y no menos importante la gastronomía y el vino.

Su trabajo en el decano de la prensa nacional la ha llevado a recorrer muchos kilómetros y a conocer esta tierra, sus gentes, su cultura del vino, algo que también le viene dado por su origen cigaleño, tierra vitivinícola por excelencia donde se elaboran excelentes rosados y no menos buenos tintos. Esto la sirvió para rememorar su infancia, sus recuerdos donde no falta la viña, la vendimia, las cuadrillas la bodega, el mosto, las fermentaciones, el vino. Covanillos, garrafones, trinchetes. Todo se une en mis primeros recuerdos de infancia.

No menos evocadoras son las matanzas vividas con los suyos, toda una fiesta familiar. Ni un detalle del ritual le faltó a Caballero en su discurso, desde esa especie de encierro infantil una vez que se soltaba al cerdo del corral, hasta su destace final y la siguiente preparación de morcilla y chorizos. Jijas, tortas de chicharrón, chichurro (llamado en otras tierras calducho), morcillas, chorizo, lomos y jamones. Caretas y manos para las alubias y otros guisos. Todos buenos. Hasta los andares, desgranó la periodista.

Y estando donde estaba, en pleno corazón ribereño, no faltó mención a los grandes caldos que allí se elaboran, destacando a la Denominación de Origen Ribera del Duero como la locomotora que tira del mercado del vino de Castilla y León, y subrayando el trabajo de adaptación de las bodegas sumándose a un tendencia que vaticina grandes alegrías para todas las comarcas vitivinícolas de Valladolid. Pieza clave en esos buenos presagios está el enoturismo, que ofrece al viajero un mundo de sensaciones y experiencias en el que el patrimonio, la cultura, la naturaleza y la gastronomía son pilares fundamentales para atraer a los viajeros enamorados del mundo del vino.

En cuanto al patrimonio local, Caballero hizo especial mención al castillo que corona el cerro a cuyos pies se asienta Curiel de Duero, también al castillo palacio ubicado en su Plaza Mayor, de los Zúñiga, familia noble de la que hizo mención de su mecenazgo, llegando a ser patrocinador uno de sus miembros Alonso Diego López de Zúñiga y Sotomayor- de la obra cumbre de la literatura patria, El Quijote.

La redactora de El Norte de Castilla no desaprovechó la ocasión y cerró su pregón con una reivindicación, que la línea del ferrocarril Valladolid-Ariza podría volver a ser recorrida por esos trenes de hierro del pasado siglo para convertirse en el Tren del Vino del Valle del Duero, un proyecto planteado en su momento que ahora mismo parece muy lejana su ejecución.

Y citando a Cervantes, Caballero cerró su intervención dirigiéndose a los presentes con la siguiente máxima: ¡Bebed y buen provecho haga! Que el vino que se bebe con mesura, jamás fue causa de daño alguno.

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