David López Castán y Alma de las Heras conquistan la Vuelta a los Jardines

Hay quien se pregunta si no existe otra época del año mejor para celebrar una carrera que tiene como escenario las calles de La Granja de San Ildefonso y como principal seña de identidad el tramo que transcurre por los jardines del Palacio Real. En tres de las cuatro ediciones que se han disputado desde que se retomó la prueba tras un paréntesis de ocho años, la climatología ha marcado su desarrollo y ha contribuido a hacerla más incómoda de correr y de ver o más especial, depende de los gustos y opiniones.

Enero ha sido el mes elegido por la organización para ubicarla en el calendario y a nadie le puede coger desprevenido que descargue una nevada sobre La Granja o que se registren bajas temperaturas. Por eso algunos serían partidarios de trasladarla a otro momento del año y así cambiar el frío y la humedad que encogen la piel por días más apacibles de sol y luminosidad. El atleta granjeño David López Castán, que este domingo conquistó por cuarta vez en otras tantas ediciones esta Vuelta a los Jardines, es sin embargo de los que no moverían el calendario. El impacto de las pisadas en la nieve o las postales de La Granja teñida de blanco que se dibujan estos días tienen arrebatado a López Castán, que volvió a aprovechar esta cita para probarse y examinar su estado de forma antes de comenzar otra temporada que se prevé muy dura.

El corredor granjeño tuvo que superar en esta ocasión además algunos imprevistos inesperados. Un exceso de confianza en los instantes previos a la salida le obligaron a tener que remontar. El pistoletazo inicial en la plaza de los Dolores le sorprendió cambiándose, y tuvo que remontar por ello desde las últimas posiciones. Fue un error sin importancia, ya que a la entrada de los Jardines del Palacio Real ya se encontraba a la cabeza de la carrera junto a otro granjeño, Óscar Baeza.

Ambos marcaron la pauta en una prueba que contó con la participación de 330 atletas además de unos 60 menores que desafiaron el frío, la nieve, los siete kilómetros del recorrido y la tentación de quedarse un rato más en la cama. La organización no modificó esta vez el recorrido y la bajada desde el punto conocido como El Esquinazo se realizó junto a la tapia y no por la pista. El hielo obligó a ello en anteriores ediciones, pero ayer, al encontrarse recién caída la nieve, no había dado tiempo a que se formaran placas de hielo que pudieran provocar algún disgusto.

David López Castán se adaptó sin problemas a las condiciones y dejó atrás a Óscar Baeza, otro que se conocía perfectamente el terreno. Fueron primero y segundo, respectivamente, en una carrera en la que el triatleta Abraham Tapias, en pugna durante un buen rato con su hermano mayor Israel, se adjudicó el tercer escalón del podio con un tiempo de 27 minutos y 36 segundos, un minuto y catorce segundos peor que el de López Castán (26:22). Baeza, por su parte, había entrado en meta con un tiempo de 26:56.

Muy cerca de meterse entre los veinte primeros de la clasificación general estuvo la zamorana Alma de las Heras, vigésimo tercera en orden de llegada y primera entre las mujeres con una marca de 31 minutos y 57 segundos. Sumó su segundo triunfo en siete días, puesto que el domingo anterior también se consiguió imponer en el Cros Popular de San Antón. Su ventaja sobre la segunda clasificada, en el caso de esta Vuelta a los Jardines, fue muy holgada. La madrileña Carolina Pascual, la alternativa, llegó con más de dos minutos de retraso (34:16) respecto a De las Heras. La segoviana Sara Rodas, por su parte, completó el podio de las mujeres con un tiempo de 37:52.

Al final, todos los participantes tuvieron su premio al encontrar refugio en la meta de la plaza de los Dolores, donde la mayoría coincidieron en señalar que las condiciones climatológicas casi siempre adversas y marcadas por la nieve son las que convierten a la Vuelta a los Jardines en una prueba singular. Ofrece imágenes espectaculares.