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FERNANDO DE LA CALLE
Martes, 7 de enero 2014, 23:01
La casualidad ha hecho que la figura de Jaime Gil de Biedma cobre de nuevo actualidad entre los vecinos de Nava de la Asunción, aunque por motivos bien distintos a su recuerdo o al premio de poesía que otorga el Ayuntamiento navero.
Por un lado, y como cada 8 de enero, fecha en la que murió el poeta enterrado en Nava, este miércoles por la noche a las 20 horas se dará conocer en el Salón de actos del Ayuntamiento el fallo que ha decidido el jurado del XI Premio Internacional de Poesía Jaime Gil de Biedma y Alba.
El jurado, coordinado por el poeta local Luis Miguel Marigómez, ha elegido el poema ganador entre un total de 305 originales enviados desde varios continentes, en una de sus ediciones de mayor participación pese a que la dotación económica del premio se ha reducido hasta los 2.000 euros. El galardón será entregado al ganador el próximo día 25 de enero.
Un pino superviviente
La actualidad sobre la figura del literato tiene, además, mucho que ver con la finca donde vivió el artista. También coincidiendo con el aniversario de la muerte del poeta, el fuerte temporal de lluvia y viento de los pasados días ha resquebrajado el último de los árboles que quedaban junto a la casa familiar del artista, del recordado Jardín de los Melancólicos, un jardín que el propio Jaime Gil de Biedma inmortalizó en varias de sus obras, algunas de las cuales escribió en sus temporadas en Nava y seguramente a la sombra de alguno de estos inmensos árboles.
Este es el último de los árboles originales, un pino de gran porte que se conserva junto a la 'Casa del Caño' desde que hace un par de años se cayera el otro que quedaba, y desde que la finca fuera vendida en 1989, sólo unos meses antes de la muerte del poeta.
Tras la construcción de varios bloques de viviendas en el solar, sólo se conservó la casa familiar de los Gil de Biedma y algún árbol de la época, aunque a una de las dos plazas de nueva construcción se le dio el nombre del residente más ilustre de Nava de la Asunción.
Dado el estado en que ha quedado el árbol tras el paso del temporal, y para evitar riesgos, el Ayuntamiento navero ha colocado un vallado de seguridad, ysegún fuentes municipales es probable que el gran ejemplar tenga que ser talado y echado abajo. Quizás sólo sea un árbol, pero como se encarga de recordar algún vecino del pueblo ante la perspectiva de que tenga que ser cortado, «nos deja la sombra de Gil de Biedma».
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