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SANTIAGO HERRERO
Sábado, 28 de diciembre 2013, 20:16
La Avispa Calixta cumple diez años. El embrión concebido en el seno del CD Base para inculcar el amor por el baloncesto a los más pequeños no solo echó a andar, sino que soltó sus brazos y encara las últimas etapas de su infancia, con una trayectoria consolidada en la ciudad. El próximo 11 de enero arrancará una nueva edición de la Liga y, como aperitivo, el pabellón María Martín albergó en la mañana de ayer una jornada festiva de baloncesto, para que los niños abran boca aprovechando las vacaciones navideñas.
La cancha del polideportivo se dividió para estructurar dos campos para la categoría baby (de 4 a 7 años) y otro para la de benjamines. En cada una de ellas comparecieron cuatro equipos. De este modo, alrededor de 60 jugadores tomaron parte en la iniciativa. El formato de partidos fue el de todos contra todos, con el principio fundamental de divertirse alrededor del deporte de la canasta y continuar aprendiendo.
No en vano ese es uno de los referentes de la Avispa Calixta, que huye de la importancia del factor competitivo que preside casi todos los calendarios deportivos. Para este nuevo ejercicio se dará un paso más en ese sentido, según apunta Elí Bayón, uno de sus responsables. Así, se eliminan las actas de los partidos para olvidarse de los resultados de los encuentros. «No queremos que los chicos vengan a ganar», insiste», aunque confiesa que se trata de una tarea complicada, porque ellos mismos llevan la cuenta de las canastas conseguidas y tienen inculcado el sentimiento competitivo.
Esa medida vendrá reforzada por el hecho de que habrá un único árbitro por partido, algo que también permite aquilatar los gastos generales de la competición. Se encargará de anotar quién juega aunque no su anotación y las faltas cometidas. Otro de sus cometidos, importante en la Avispa Calixta, pasa por guiar a los pequeños y enseñarles las normas, en la medida de sus posibilidades.
Bayón recalca que hasta los entrenadores deben dejar a un lado el carácter competitivo. «Lo importante no es el resultado, sino pasar un buen rato con los compañeros, jugando al baloncesto», por lo que «las canastas que metes o que te metan dan igual». Esa es «la filosofía de la Liga».
En el apartado organizativo, todo está ultimado para dar comienzo a la décima edición. Aprincipios de noviembre se remitió un escrito para que los interesados pudieran inscribirse. El grueso de los equipos pertenecen a clubes y colegios que ya participaban en las entregas anteriores. La novedad la constituye Valverde del Majano. A principios de diciembre se cerró la lista, configurada por 14 equipos en categoría benjamín y 10 en la de babys. Sin embargo, alguno de ellos pueden presentar más de un conjunto, si cuentan con jugadores suficientes. El formato se mantendrá inalterado, con grupos de cuatro contra cuatro.
Colaboradores
Los colaboradores de la Avispa Calixta también dinamizan. Ayer, una de esas empresas promovió un concurso de dibujo en paralelo a los partidos, tras el que los participantes podrán ganar, mediante sorteo, una gafas deportivas de sol. Otra de las ideas, que puede ponerse en práctica ya empezada la Liga, es la de organizar competiciones de habilidad. Esa actividad de los patrocinadores puede animar a que aparezca alguno más, según espera la organización.
En el apartado económico, ya en los últimos años se ha conseguido cuadrar las cuentas para que no se generen pérdidas, que es el objetivo. Además de reducir en el apartado arbitral, se ha aumentado la cuota de los equipos. Pagan 200 euros, lo que les da opción a jugar y a recibir equipaciones, que serán nuevas este año para incluir a los nuevos patrocinadores.
En esta década, la Avispa Calixta ha formado a multitud de niños con el baloncesto como eje. Álvaro Vázquez jugó en la Liga hace años y ahora compite en un equipo de León de Liga EBA, así como otros jugadores que actualmente militan en clubes de ligas autonómicas. «Poco a poco se ve que la formación tiene sus frutos», indica Bayón, que junto a Juan Medina se responsabiliza de la organización.
De esta Liga también salieron algunos de los jugadores del primer equipo del CD Base, que se vio obligado a dejar la competición nacional y retornar a provincial ante la falta de patrocinios. Esperan encontrarlos en un futuro, «pero nos ha dolido porque teníamos un equipo hecho y cada año jugábamos mejor», señala Bayón, uno de sus integrantes. Su intención es la de volver a salir la próxima campaña, aunque no está claro. «Era una referencia en la que los chavales (de la Avispa) se veían reflejados, con un tope para seguir». Ahora en juveniles se acaba. Creo que es un paso atrás», concluye.
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