Una matanza de cerdo en Herguijuela de Ciudad Rodrigo saca a la luz tres casos de triquinosis

Cada vez que sale a la luz un caso de triquinosis las autoridades sanitarias vuelven a recordar la obligatoriedad de reconocer los cerdos o jabalíes para comprobar que están perfectamente sanos. En esta ocasión, han sido tres los cerdos que han dado positivo a esta enfermedad en una matanza domiciliaria en Herguijuela de Ciudad Rodrigo, según han confirmado fuentes de la Junta de Castilla y León.

Al parecer, se habían sacrificado un total de ocho cochinos criados a campo y tres de ellos dieron positivo a la triquina, por lo que la familia decidió deshacerse no solo de los animales afectados, tal y como marca la ley, sino del resto también. La normativa es tajante en este sentido y el procedimiento, una vez que el veterinario colaborador detecta un caso, es comunicarlo a los veterinarios de Sanidad que, inmediatamente, deben proceder a la inmovilización de la canal y posterior destrucción de la misma, tal y como sucede con los materiales de riesgo.

Aunque el caso esté más que confirmado, siempre se realiza una segunda prueba por parte de la administración competente.

Fuentes sanitarias afirman que «ha habido cierto repunte de esta enfermedad en la zona sur de la provincia de Salamanca y en el norte de Cáceres, donde ya se han detectado más casos en jabalíes». Añaden que algunas de las piezas cazadas se dejan abandonadas en el campo. Si están infectadas, los animales lo van llevando a otros lugares y así se va transmitiendo.

La triquinosis es una enfermedad parasitaria causada por un nematodo del género Trichinella, que se adquiere al consumir carne con larvas del parásito. Presenta síntomas gastrointestinales, dolor muscular y articular. El contagio se produce por la ingestión de carne porcina infectada de larvas de este parásito enquistadas en células musculares o paredes grasas.

Descenso

Las matanzas domiciliarias han descendido un 80% en los últimos 18 años en la región. En el caso concreto de la provincia de Salamanca, se ha pasado de 23.038 sacrificios en el periodo 1994-1995 a los 4.981 de la campaña anterior. En comarcas como la de Ciudad Rodrigo, a pesar de la disminución, todavía se estima que este año se sacrificarán alrededor de unos 1.200 animales en casas particulares.

La regulación sobre matanzas domiciliarias se mantiene en términos similares desde hace años y son los veterinarios colaboradores los encargados de inspeccionar una parte del animal, para hacer la conocida triquinoscopia.

Hasta hace unos años, en zonas como la de Ciudad Rodrigo era habitual ver a esos veterinarios los fines de semana y festivos de la campaña reunidos en un bar donde la gente llevaba a analizar, normalmente, las lenguas.

Esa imagen ha quedado ya para el recuerdo, porque el volumen de matanzas ya no lo requiere, y las pruebas se realizan en las comerciales veterinarias o a través de profesionales que se desplazan puntualmente a los pueblos.