Carta de la DGT a los propietarios de vehículos antiguos
Casi la mitad del parque de vehículos de Castilla y León, unos 600.000, tiene más de 12 años
SANTIAGO DE GARNICA
Miércoles, 4 de diciembre 2013, 19:12
La antigüedad media del parque automovilístico español ha aumentado en los últimos años. Mientras que en 2007 la edad media del vehículo se situaba en 7,8 años, en 2011 esta antigüedad era de 9,7 años de media, y de 10,3 años en 2012. La previsión que hace el sector del automóvil en cuanto a envejecimiento del parque situaría un número de vehículos con más de 10 años cercano a la mitad del total de vehículos en circulación. Castilla y León tiene uno de los parques automovilísticos más envejecidos de España con una media de unos diez años. De hecho, casi la mitad, el 48,1% tiene más de doce años, lo que supone alrededor de 600.000 coches.
Hasta hace poco, las cifras de disminución de víctimas de tráfico parecían fundamentarse únicamente por parte de los responsable de la Administración en la aplicación de medias como radares, carnet por puntos y otras medidas sancionadoras
Propietarios de automóviles de más de diez años de antigüedad se ven sorprendidos estos días por una carta informativa de la Dirección General de Tráfico (DGT) en la que se les detalla la situación de su vehículo a nivel administrativo, con referencia a si ha pasado o no la Inspección Técnica (ITV), si cuenta o no con el seguro obligatorio y si se encuentra al día en el pago de impuestos municipales de circulación. Puede ocurrir en ocasiones que la carta le llegue a alguien que ya no es propietario de ese vehículo (hay algún caso de automóviles robados y desaparecidos hace más de treinta años) por lo que este debe ponerse en contacto con la DGT para rectificar ese dato. Otro caso es que, si por algún error, aun estando asegurado el vehículo, en la base de datos de la DGT apareciera como no asegurado se debe acreditar de inmediato ante la Jefatura Provincial de Tráfico, con el documento de la propia entidad aseguradora o bancaria, que estamos al corriente del pago para que se corrija el error y no tener que pagar la sanción correspondiente.
Se trata de una carta informativa, y subrayamos lo de informativa. Pero es importante que el propietario no olvide que si su vehículo no está asegurado puede recibir una multa. La obligación de asegurar alcanza a todos los vehículos matriculados y de alta en el Registro de Vehículos de la DGT, circulen o no circulen. Por ejemplo, tener un coche en un garaje sin asegurar no es sancionable pero sí es sancionable cuando se encuentre en una vía pública aunque este aparcado, sin moverse. Se ha dado el caso de sanciones a vehículos que se han sacado al exterior para limpiar un garaje y la policía les ha sancionado. Dependiendo del tipo de vehículo así como del tipo de permiso exigido para su conducción la multa puede rondar entre los 650 euros y 2800 euros.
Esta misiva es el resultado del intercambio de información que desde este año se produce entre las administraciones autonómicas y locales con Tráfico, lo que permite a la DGT estar al día de la situación de cada vehículo. De los treinta y un millones de vehículos (camiones, turismos, motocicletas, autobuses y furgonetas) que circulan por las carreteras españolas, más de un millón entre los que superan cuatro años circulan sin haber pasado la ITV. Las furgonetas son las que más incumplen el requisito de pasar por la revisión oficial (en torno al 40%), seguidas de las motocicletas y los ciclomotores, según los datos que maneja el sector. Gracias al programa ITICI (Intercambio Telemático de la Inspección Técnica de Vehículos), la DGT cuenta desde el pasado mes de enero de una relación de todos los vehículos, revisados por la ITV o no, que no cuentan con la correspondiente ITV en vigor. Los infractores o pasan la revisión a su vehículo o se les abrirá expediente sancionador e incluso, en algunos casos, se propondrá la baja del coche, furgoneta o camión. La multa va de los 200 a los 500 euros.
Y no hace falta que la policía detenga un coche para comprobar su documentación: cámaras instaladas en los pórticos de las autovías y autopistas (y no hablamos solo de los radares) captan matrículas y cotejan datos de seguros e ITV. Y también las cámaras en ciudades, tanto estáticas como las situadas en los vehículos de las policías municipales.
En esta carta a propietarios de vehículos de más de diez años de antigüedad, Tráfico también de los riesgos de circular con coches obsoletos en tecnología y mecanismos de seguridad. Sin duda la presión de los fabricantes de automóviles sobre la administración, organismos como ANFAC (Asociación de Fabricantes de Automóviles y Camiones) se trasluce aquí. Su presidente Rafael Prieto ha señalado el peligro que supone el envejecimiento del parque, de la presencia de automóviles circulando en mal estado y la necesidad de actualizar y endurecer las revisiones de la ITV.
Es cierto que en esta presión hay un objetivo económico claro: vender más coches. Pero no es menos cierto que la antigüedad del parque lleva implícito dos elementos importantes, dos factores a tener en cuenta que relacionan medio ambiente (el 20% del parque móvil es el responsable del 80% de la contaminación) y la seguridad vial.
El parque envejece
La antigüedad media del parque automovilístico español ha aumentado en los últimos años, con un envejecimiento del parque. Mientras que en 2007 la antigüedad media del vehículo se situaba en 7,8 años, en 2011 esta antigüedad era de 9,7 años de media, y de 10,3 años en 2012. La previsión que hace el sector del automóvil en cuanto a envejecimiento del parque situaría un número de vehículos con más de 10 años cercano a la mitad del total de vehículos en circulación.
Hasta hace poco las cifras de disminución de víctimas de tráfico parecía fundamentarse únicamente por parte de los responsable de la Administración en la aplicación de medias como radares, carnet por puntos y otras medidas sancionadoras. Afortunadamente hoy ya se habla de la tecnología de los modernos automóviles como factor clave en esta reducción. La Organización Mundial de la Salud, en su Decenio para la Seguridad Vial 2011-2020, ha incluido a la seguridad en los vehículos como uno de los cinco pilares básicos para reducir los fallecidos y heridos en accidentes de tráfico. Entre las medidas que propone a los gobiernos de los países firmantes de dicho Decenio para que incluyan en sus políticas de seguridad vial destacan las referidas a la modernización del parque automovilístico, al correcto mantenimiento de los vehículos, a la aplicación de normativa que obligue a la instalación de determinados dispositivos y al cumplimiento de la misma.
Cuanta más edad tiene un vehículo, menor número de sistemas de seguridad incorpora, ya sea de seguridad activa o de protección mediante la seguridad pasiva. Los vehículos más modernos equipan los últimos sistemas de seguridad y los avances tecnológicos de última generación.
También hay que contar con el propio desgaste del vehículo, derivado de su uso, lo que aumenta el riesgo de fallo mecánico, y por tanto, el riesgo de sufrir un accidente. Este hecho se relaciona directamente con la posibilidad de que se puedan acoger a los planes de ayuda que históricamente se han puesto en marcha para la renovación del parque, basados también en el número de kilómetros recorridos. Más viejo, más peligroso
Está demostrado que la probabilidad de fallecer en un accidente de tráfico es mucho mayor en un turismo de entre 15 y 25 años de antigüedad en una carretera convencional que en un vehículo de entre 0 y 4 años, de entre 5 y 9 años o incluso de uno entre 10 y 14 años. Analizando los datos que relacionan los accidentes con víctimas, la mortalidad, la antigüedad y el tipo de vía observamos que el riesgo de fallecer en un accidente de tráfico en una carretera convencional o en una autovía es el doble en un vehículo de entre 15 y 25 años que con respecto a un vehículo entre 0 y 4 años. Las probabilidades de sobrevivir en un siniestro con víctimas es el doble en un vehículo nuevo que con respecto a un vehículo de más de 15 años, lo que demuestra la mejora de la supervivencia en los modelos de última generación.
Coche contra coche
¿Hemos pensado por ejemplo que sucede cuando un coche moderno choca contra uno viejo? El Real Automóvil Club de España (RACE) participó en una prueba de coche contra coche en la que se trataba de ver las diferencias de seguridad y las lesiones que se producían entre dos vehículos de diferente antigüedad que colisionaban frontalmente a 56 km/h. En esta prueba, el impacto se producía con un 50 % de solapamiento, y en él se veían envueltos dos turismos: un utilitario moderno contra un vehículo de clase media con 20 años de antigüedad que viaja a la misma velocidad. El resultado del test fue que, si bien el conductor del utilitario moderno sufrió heridas de consideración, no había que temer por su vida. Es un resultado muy positivo, si tenemos en cuenta que el vehículo contra el que choca es más grande y más pesado, es decir, tiene un recorrido de deformación más prolongado (»zona de absorción de impacto») y también pesa alrededor de 100 kg más. Por el contrario, el conductor del vehículo antiguo sufrió varias lesiones que pusieron su vida seriamente en peligro y, además, quedó atrapado en la cabina al quedar destrozada. Asimismo, su rescate se dificultó, porque las puertas del vehículo se pudieron abrir sólo con la ayuda de herramientas.
Factores atmosféricos y antigüedad del turismo
La antigüedad del turismo ¿tiene algún tipo de reflejo en la accidentalidad por factores climatológicos? Si tenemos en cuenta los siniestros con víctimas con buen tiempo, y comparando los años 2010 y 2011, se producen aumentos en las categorías de antigüedad para los turismos de entre 10 y 14 años, que pasan de 6.665 accidentes a 6.761, y en los vehículos con más de 15 años, que pasan de tener 3.146 accidentes con víctimas a 3.381 en 2011. Por otro lado, la relación entre accidentes con víctimas y fallecidos, por la que se calcula el ratio de fallecidos por número de siniestros, presenta a los turismos de entre 15 y 25 años como los más peligrosos en caso de siniestro, ya sea con buen tiempo o con llovizna, principales causas atmosféricas de accidentalidad. En el caso de la llovizna, el riesgo de fallecimiento en caso de un accidente se multiplica por tres con respecto a un vehículo nuevo. Si tomamos como referencia un estudio sueco, y en base a los accidentes con víctimas en España producidos en ciudad y en carretera en los que se ha visto implicado la llovizna (3.336), la lluvia fuerte (841) y el viento (199), se podrían evitar 1.400 accidentes con víctimas por climatología adversa si todos los vehículos equiparan ESP.
Más modernos, más seguros
En los últimos diez años ha mejorado la seguridad de los turismos. Por una parte, por la entrada en vigor de nuevas normas que introducen mejoras en los sistemas, obligando a incorporar equipamiento de seguridad, como el ABS, hasta entonces opcional. Por otro lado, el hecho de que la seguridad haya ocupado un puesto preferente en la opción del comprador ha obligado al fabricante a incluir entre su ofertas vehículos con mejores sistemas de protección. Las pruebas de programas como EuroNCAP han potenciado la mejora de la seguridad como elemento a valorar en la opción de compra.
Si tomamos como ejemplo un sistema cada vez más presente en los vehículos nuevos, como es el control electrónico de estabilidad ESP, vemos como en su origen, a mediados de los años 90, tan solo estaba presente en un reducido número de vehículos de gama alta, y con muy poca presencia en modelos comercializados, ni de serie ni opcional. Será en la década del 2000 cuando empiece la incorporación del sistema ESP en España. En el año 2003, uno de cada cuatro nuevas matriculaciones lo hacía con el ESP incorporado, hasta alcanzar el año 2009, donde la presencia del ESP era de tres de cada cuatro vehículos de nueva matriculación en España. En el año 2011, la presencia del ESP ya alcanza el 83%, la mayoría como equipamiento de serie en el vehículo.
Estos datos se refieren a la presencia del ESP en las matriculaciones nuevas, pero ¿cuál es la presencia del ESP en el parque de turismos circulante? Según los datos ofrecidos por los fabricantes, en el año 2011 el 67% del parque de turismos con menos de 10 años de antigüedad (el equivalente a 8,5 millones de vehículos) tenía disponible el ESP, mientras que el 91% de los vehículos con más de 10 años de antigüedad (el equivalente a 7,7 millones de vehículos) no tenía disponible este sistema de seguridad.
Otro ejemplo: el asistente de mantenimiento de carril que nos avisa de un cambio involuntario e incluso actúa sobre el volante. Con su incorporación se podrían evitar 3.485 accidentes con víctimas por salidas de vía en España en vías interurbanas (sobre un total de siniestros con víctimas de 13.939 recopilados por la DGT). Y se evitaría la muerte de 144 ocupantes de vehículo, sobre un total de 578 fallecidos por salida de vía. Y eso sin considerar el fallecimiento de peatones atropellados en los resultados globales de muertos por salida de vía.
Conducir un vehículo con menos de 10 años de antigüedad mejora la posibilidad de incorporar sistemas de seguridad presenta una importante reducción del riesgo ante un siniestro de tráfico.
La crisis ha obligado a los fabricantes a ofrecer un mayor equipamiento en seguridad como oferta de sus modelos. Respecto a las pruebas de impacto, cada vez más modelos obtienen las cinco estrellas en análisis como EuroNCAP. Sin duda, nunca se había incorporado tantos sistemas de seguridad activa y pasiva en los modelos de todas las gamas: el equipamiento ya no es una exclusiva de los vehículos de gama alta, y se pueden encontrar turismos muy equipados a precios contenidos, como el control de tracción, el asistente a la frenada de emergencia, ABS con distribución electrónica de la frenada, avisador de cansancio o de cambio involuntario de carril entre otros.
Paro también la crisis pone más difícil cambiar de coche y es que nadie rueda en un coche viejo por gusto.
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