Un rebaño de Bolaños de Campos sufre el sexto ataque de lobos en 17 meses y suma ya un centenar de ovejas muertas

Una explotación ganadera situada en la localidad terracampina de Bolaños de Campos al noroeste de la provincia acaba de sumar el sexto ataque de lobos en el último año y medio. Su propietario, Aurelio Serrano, asegura que las continuas visitas de los depredadores han mermado su rebaño, formado por 3.000 cabezas, en un centenar de ejemplares en este periodo, lo que se traduce en pérdidas más que cuantiosas que a estas alturas superan ya los 10.000 euros.

El último ataque, y también el menos dañino, tuvo lugar el pasado miércoles por la tarde, cuando «el pastor regresaba al corral con el rebaño y dejó atrás a una oveja recién parida con dos lechacines en el campo». El empleado de Aurelio le informó de esta circunstancia y el ganadero acudió enseguida a recoger a los tres animales. «No tardé ni veinte minutos, pero cuando estaba a apenas cien metros de distancia con la furgoneta vi a cuatro lobos devorando lo poco que quedaba de la madre», relata el testigo, quien añade que los cánidos huyeron en cuanto se acercó. «Cuando llegué solo había media oveja y ni rastro de las crías».

El ganadero de Bolaños defiende que no tiene «dudas» sobre que los seis ataques sufridos en los últimos 17 meses fueron obra de los lobos. «Esta vez los vi con mis propios ojos», argumenta antes de lamentar que «las pérdidas que me están ocasionando suman ya varios miles de euros sin que pueda hacer nada».

En el corral y en el campo

Aurelio recuerda que a raíz del anterior ataque, registrado en septiembre, solicitó un permiso especial a la Junta para poder «abatir algunos ejemplares y cortar así la sangría de ovejas muertas de estos meses, aunque al final no me lo concedieron».

Cuatro de los cinco ataques previos tuvieron como escenario el corral del rebaño y se cobraron la vida de un centenar de ovejas. Otras muchas, añade el afectado, «resultaron heridas y tuvimos que venderlas después muy por debajo de su precio real». Eso ocurrió entre los meses de junio y julio (tres de ellos) del año pasado. Solo en el primero murieron más de cuarenta animales.

Pero lo sorprendente de los dos últimos ataques es que tuvieron lugar a plena luz del día y en el campo. El penúltimo, registrado el 15 de septiembre, ocurrió a las ocho de la tarde. Entonces murieron treinta animales en el acto o fruto de las heridas. El pasado miércoles, de nuevo, los lobos aprovecharon que la madre y las dos crías se habían rezagado para llevar a cabo el ataque.

Pérdidas económicas

La presencia de los lobos en esta comarca se extiende más allá de la explotación de Aurelio Serrano, que se encuentra enclavada en un pequeño municipio (357 habitantes) que cuenta con una decena de ganaderos ocho de ellos de ovino y dos de bovino. «Claro que estamos preocupados porque los ataques no solo los estoy sufriendo yo y las pérdidas en este tiempo, y más en una época tan próximo a las Navidades, nos están haciendo muchísimo daño», reconoce el propio afectado.