La idílica Cuesta del Acedo

La Cuesta del Acedo, un edificio singular ubicado en el lugar donde se tiraba el vino ácido ladera abajo y en la cuesta en la que se edificó un lagar y más tarde un pajar, se ha convertido en Valdecañas de Cerrato desde el pasado mes de agosto en un complejo que cuenta con servicio de restauración que incluye bar, restaurante y casa rural.

El proyecto comenzó hace cinco años cuando Sara Sardón Casado se planteó volver al pueblo, después de haber vivido en varias ciudades de España. Esta publicista de 31 años tiene muy claro que hay que volver a los pueblos, pues ofrecen una extraordinaria calidad de vida y las relaciones son muy humanas.

Por ello, decidió montar su propio negocio y ofrecer un servicio completo de hostelería a la comarca y a los turistas. La inversión, que ronda los 530.000 euros, ha contado con la ayuda de ADRI Cerrato Palentino. «Valdecañas de Cerrato es un pueblo típico de Castilla, donde reina la tranquilidad y en el que se vive muy bien. Por eso, La Cuesta del Acedo está ubicada en un lugar idílico, único, que ofrece magníficas posibilidades para disfrutar de la naturaleza, la historia, el arte y la gastronomía, además de la hospitalidad de sus gentes», señala Sara Sardón.

El complejo cuenta con servicio de bar, un restaurante donde se elabora comida tradicional, como el lechazo churro asado en horno de leña, el lecha frito, el pollo de corral guisado, las sopas con tosta o las típicas parrilladas de carne a la brasa. «Desde pequeña me ha gustado la cocina y he crecido entre fogones, aprendiendo algunas recetas tradicionales. Creo que nuestra tierra cuenta con excelentes productos para nuestra gastronomía», destaca Sardón.

El restaurante, que abre los fines de semana o previo encargo, también ofrece sus servicios para que los clientes puedan llevarse la comida a casa.

Otro de los espacios privilegiados es la casa rural, que también se puede alquilar por habitaciones. El primer usuario ha sido el escritor Julio Llamazares, que disfrutó el pasado mes de octubre del encanto cerrateño en un entorno privilegiado.

La Cuesta del Acedo se ha inaugurado de forma oficial recientemente en un acto que contó con la asistencia de numerosos vecinos del Cerrato, además de representantes políticos locales y provinciales, que destacaron la valentía de la empresaria en su apuesta por el mundo rural.

La Cuesta del Acedo ofrece al visitante naturaleza para pasear, buena cocina para comer sano y silencio para descansar. Es un lugar ideal para el descanso en familia, donde tanto niños como adultos estarán en pleno contacto con la naturaleza.

Valdecañas de Cerrato cuenta con varias rutas naturales, que son un magnífico complemento para los turistas que quieran disfrutar del medio ambiente en pleno corazón del Cerrato. Entre las rutas destacan la de los Manantiales, El Roble de la Rosca, el Pozo, las Perdices y la Canaleja. En estas escapadas por los campos de Castilla, el turista puede contemplar la fauna y flora características de la zona, además de visitar otros pueblos del Cerrato o ciudades cercanas como Palencia y Burgos.