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ÁNGEL BLANCO
Lunes, 4 de noviembre 2013, 15:33
Con cerca de 1,5 millones de clientes no todos castellanos y leoneses, pero sí la mayoría, el banco de Caja España-Duero mantiene relaciones financieras con prácticamente la mitad de la población de la comunidad autónoma. Uno de cada cinco créditos financieros que se firman en la región se contrata con Banco Ceiss (el 18% del total), que atesora la cuarta parte (el 24%) de los depósitos de los ciudadanos de la región. Una población que, además, destaca por su carácter ahorrador y su fidelidad al establecimiento 'de toda la vida'. Así lo demuestra que, con todo lo que ha sucedido en el sector financiero español en general, en las cajas de ahorros en particular y en Caja España-Duero en especial, la entidad castellana y leonesa no ha sufrido la fuga de depositantes que sí han padecido otras como Bankia o NovaGalicia. Ceiss apenas ha perdido un punto porcentual de cuota de mercado, prácticamente lo mismo que había ganado cuando se produjo la fusión de las cajas leonesa y salmantina en 2010, según señalan fuentes cercanas a la dirección. En las próximas semanas, si no hay imprevistos, culminará la operación que integrará el banco de Caja España-Duero dentro de Unicaja, la entidad que preside Braulio Medel y que otorgará a los accionistas de Ceiss el 26% del capital del banco radicado en Málaga.
Después de años en manos de directivos cuyas nociones financieras terminaban en el Bachillerato, o que compaginaban los más altos cargos de la entidad con la presidencia de empresas constructoras, clubes de fútbol o de ambas cosas a la vez, los clientes de Caja España-Duero pueden considerarse afortunados por que la entidad esté a punto de pasar a ser controlada por un banco como Unicaja. Con unos estándares de solvencia superiores a los que exige el supervisor europeo, libre de exposición tóxica al ladrillo y ajena al problema de la venta de participaciones preferentes, la entidad andaluza aparece con una inmejorable carta de presentación para aportar a la castellana y leonesa los niveles de profesionalización en la gestión que no siempre ha tenido.
Una filial con dos consejeros
Conscientes del prestigio que sigue ligado a unas marcas tradicionales como Caja España y Caja Duero, sus futuros propietarios planean no solo mantener una denominación que respete su vinculación con Castilla y León, sino que toda la entidad en sí misma funcionará con la estructura de una filial. Así, al menos hasta que se produzca la salida de Unicaja Banco a Bolsa se ha comprometido a que sea no más tarde del 31 de diciembre de 2016 la entidad de la región será la 'segunda marca' de la andaluza. En un principio, Unicaja había condicionado el éxito de la operación a la consecución del 75% de apoyos de los accionistas y bonistas de Ceiss (los anteriormente tenedores de participaciones y deuda subordinada) ya que su intención era crear un grupo fiscal consolidado. Sin embargo, en la última documentación presentada ha suprimido esta exigencia.
Lo que sí tiene claro la dirección del banco malagueño, según fuentes financieras conocedoras de la operación, es que la denominación de la entidad no será Banco Ceiss, una marca que, por un lado, nunca ha llegado a la cartelería y, por otro, está impregnada de connotaciones negativas y es poco reconocida por la clientela.
Al ser una filial, el banco de España-Duero mantendrá sus servicios centrales y la estructura de una entidad autónoma, con su propio equipo directivo. Sin embargo, las directrices de la política comercial y los planes de negocio seguirán una estrategia conjunta y estarán coordinados desde un único consejo de administración, el de Unicaja. Compuesto en la actualidad por ocho miembros, dos de ellos corresponderán a Ceiss en virtud de la representación del 26% del capital del banco resultante. En la excaja regional se da por sentado que uno de ellos será su presidente, Evaristo del Canto.
Desinversiones y cierres
Después de ser declarada «entidad en resolución», un estatus por el que fue capitalizada con 604 millones de euros de fondos públicos en diciembre de 2012, la Comisión Europea obligó al banco de Caja España-Duero a reducir su tamaño el 30%, a centrar su actuación en el sector minorista y de las pymes de Castilla y León, Extremadura y Madrid, así como a no volver a invertir en el sector inmobiliario.
Entre las medidas a adoptar para reducir su balance hasta 19.000 millones de euros, Ceiss debía cerrar 263 sucursales y recortar la plantilla (en principio en 1.500 empleados, que finalmente, serán 1.230) y vender todas sus participaciones industriales en un periodo de cuatro años. Hasta la fecha ha desinvertido ya alrededor del 10%, anteponiendo en el orden de venta las acciones que no generan pérdidas, algo no precisamente fácil en el momento actual.
Ceiss no está obligado a desinvertir de aquellas sociedades que ofrecen servicios al banco, como la sociedad de valores, la gestora de fondos, seguros, etc. Otras participaciones, como la que mantiene en el grupo de distribución El Árbol, por ejemplo, están a caballo entre los dos casos anteriores, ya que se materializaron a través de Madrigal. El 'holding' de la antigua Federación Regional de Cajas, en el que Ceiss tiene el 70%, posee el 40% de la cadena de supermercados.
Por otro lado, la dirección de la entidad castellana y leonesa ha ralentizado el cierre de oficinas en determinadas zonas geográficas Badajoz, Galicia, Asturias, por si a Unicaja pudiera interesarle un traspaso del negocio ya que, en el fondo, será suyo.
Accionistas y bonistas
Una vez que la oferta de Unicaja cuente con el beneplácito del Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el proceso que se iniciará es similar a una oferta pública de adquisición de acciones (OPA). Los accionistas y los bonistas tendrán veinte días de plazo para acudir, de acuerdo con las condiciones de la operación, que estarán recogidas en un folleto. Es previsible que a comienzos de diciembre se conozca el resultado.
El 51% de Ceiss es propiedad del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). El resto se lo reparten a razón del 30% para los propietarios de acciones de la entidad, principalmente inversores mayoristas, a quienes se les canjearán sus títulos del banco castellano y leonés por otras de Unicaja Banco mediante una ampliación de capital de hasta 86,2 millones de acciones ordinarias de un valor nominal de un euro, según explicó el banco malagueño en su pliego.
Fuentes cercanas a la operación señalaron que esperan una aceptación generalizada de la oferta por parte de estos accionistas institucionales a los que se canjeó la deuda subordinada por acciones.
El otro 70% de propietarios del 49% de Ceiss son los poseedores de bonos convertibles en acciones, los antiguos preferentistas. Podrán elegir entre adquirir bonos necesaria y contingentemente convertibles con un tipo de interés anual del 6% hasta que los cambien por acciones de Unicaja, cuya fecha de vencimiento es el 30 de junio de 2016; o bien adquirir bonos perpetuos con una remuneración anual del 4% sobre el valor nominal de los bonos de Ceiss y sin fecha de vencimiento fijada.
Los tenedores de estos bonos se harán con el 9% del capital de Unicaja, «con las ventajas que implicará ser accionistas de una entidad clasificada en el grupo 0 por su solvencia, con una situación y una trayectoria de fortaleza financiera, que no ha recibido ningún tipo de ayudas públicas, lo que contribuirá positivamente al valor futuro de la acción del banco», señalaron desde la entidad.
En el caso de que la propuesta no fuese aceptada por una mayoría, Unicaja podría seguir con la operación con condiciones diferentes, o bien abandonarla, en cuyo caso el FROB se convertiría en el accionista mayoritario de Banco Ceiss. Se produciría entonces una situación similar a las de las otras entidades nacionalizadas (CAM, Catalunya Caixa, NovaGalicia...) y saldría a subasta, con la peculiaridad de que el Banco de Españ solo podría poner a la venta su 51%.
Después de que el pasado mayo la entidad regional intentase convertir en depósitos las participaciones preferentes sin que Bruselas se lo permitiese, ahora Ceiss se prepara para recibir unas seis mil demandas de preferentistas.
El FROB otorgó a los 1.440 millones de euros emitidos en instrumentos híbridos un valor equivalente al 49% de la entidad. Es debido a que Ceiss tenía un agujero patrimonial que lo hacía inviable y el fondo de rescate se hizo con el control del 51% mediante la inyección de 604 millones, que se produjo la importante quita que se les ha aplicado a los preferentistas, algunos de los cuales optan por acudir a los tribunales.
De la decena de sentencias emitidas, una gran mayoría dan la razón a los demandantes. Según fuentes de la entidad, hasta ahora han iniciado acciones legales en torno a 1.200 de los 35.000 preferentistas, con una reclamación global equivalente a 80 millones de euros.
El FROB se comprometió a aportar el capital necesario para alcanzar los 1.250 millones solicitados por el presidente de Unicaja en caso de que los antiguos titulares de preferentes y subordinada de Ceiss no acudan a la oferta.
Precisamente por indicación del FROB, el banco de Caja España-Duero ha investigado 25 operaciones relacionadas con la adquisición de inmovilizado como pago de deudas, así como determinadas operaciones crediticias que hayan producido un especial quebranto a la entidad. Ante el riesgo de que alguna pudiera prescribir, el FROB instó a actuar en el denominado caso Nozar, en el que un juzgado de Madrid investiga varias operaciones realizadas entre 2007 y 2008 con la empresa de Luis Nozaleda que presuntamente provocaron un deterioro en las cuentas de la caja y por las que ha imputado a la última cúpula de la caja salmantina.
Una entidad saneada
La compra de Banco Ceiss hará a Unicaja líder en el sector financiero de Castilla y León. La entidad de Caja España-Duero tiene una cuota de mercado del 18% en créditos y del 24% en depósitos en la comunidad. En el balance del primer semestre de 2013 figuran 25.400 millones en depósitos de clientes, solo dos mil menos que Unicaja. Tiene unos activos por valor de 37.500 millones que, sumados a los 41.000 de la entidad andaluza, darán un resultado próximo a los 80.000 millones. De sus 1,5 millones de clientes, 1,1 millones tienen actividad financiera.
Tras los saneamientos llevados a cabo, Ceiss presenta un índice de morosidad del 10,6%, por debajo de los media del sector financiero español. En los próximos meses, al igual que Unicaja, volverá a someterse al examen de solvencia del Banco Central Europeo, que para dar el aprobado exigirá un umbral de capital básico mínimo del 8%. El test analizará todas las clases de activos, incluyendo los préstamos en riesgo de mora y los reestructurados. También contempla valorar la exposición a las inversiones soberanas, el factor que más 'daño' va a hacer a los 16 bancos españoles que serán revisados. Incluso con la toma en consideración de la deuda pública, fuentes de la entidad expresaron su confianza en que, esta vez sí, la nota final será positiva.
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