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LORENA SANCHO
Jueves, 24 de octubre 2013, 15:39
El hotel El Montico, con presencia en la carretera Burgos-Salamanca desde hace 36 años, cerrará por primera vez en treinta años en el periodo invernal con motivo de las consecuencias de la crisis económica.El establecimiento, ubicado en el término municipal de Tordesillas, tiene previsto cerrar las instalaciones al completo (incluido el restaurante) en unos diez o veinte días con la intención de reabrirlo en mayo, decisión que aun no es definitiva y que dependerá de cómo evolucione la situación a lo largo del invierno.
«Es una situación que se viene arrastrando desde hace tres años, pero hemos llegado a un punto que es insostenible, al menos en invierno, porque apenas tenemos clientes», aseguró ayer el consejero-delegado, César de Diego. Su perfil de cliente, empresarios y comerciales, apenas recala ya en este establecimiento desde que la crisis económica se recrudeciera. «Y con la clientela que vamos teniendo no se puede sostener».
La decisión es firme. De hecho, la empresa baraja como opción la tramitación de un ERE para los 17 trabajadores que tiene este hotel. «Ahora mismo es lo que está previsto, un ERE, y de momento se está gestionando. Es la primera vez desde 1983 que el hotel cerrará en invierno. Cuando abrió y hasta ese año solo lo hacía en verano, pero desde hace treinta años no había cerrado. No ha quedado otra opción», insistió el consejero-delegado.
Estos días, según añadió César de Diego, las reservas de habitaciones para el próximo mes están en 'standbye'. «No se confirman, digamos que están ahí, porque cerraremos en diez o veinte días, pero son muy pocas». El hotel El Montico se inauguró en la década de los 70, cuenta con 63 habitaciones y se había convertido en los últimos años en un lugar de reunión y celebraciones de diversa índole.
Por otro lado, otro establecimiento hotelero de Valladolid, en este caso el hasta ahora denominado Olid Meliá, y ubicado en la céntrica plaza de San Miguel, quedó el pasado 11 de octubre desafiliado a la cadena Meliá ante las «posturas divergentes» entre ambas partes durante los tiempos de crisis, según matizó el director, José Luis de Miguel.
La desafiliación, que tal y como explicaron desde el grupo Meliá implica «la salida de la compañía», se traducirá desde ahora en una inversión «importante» para el hotel Olid para eliminar la denominación de Meliá de cartelería, productos de higiene y demás. «Estamos sumando partidas, pero el hotel lo tiene asumido. No se ha hecho por problemas económico porque eso supone dinero. Había una relación comercial-contractual entre el hotel y Meliá y se ha terminado». El director del establecimiento, propiedad de Mariano Martín Arranz y con su hija, Maribel Martín, como presidenta, recordó que llevan en el mercado más de cuarenta años y que el programa de calidad ofrecido hasta la fecha es cosa del hotel. «Meliá es reconocida y es sinónimo de calidad, pero aquí seguiremos las mismas personas y continuará la misma atención. Estamos encantados de seguir colaborando con la sociedad en Valladolid», añadió José Luis de Miguel.
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