Un jubilado logra reducir a un detenido que escapaba de los juzgados de Medina

Sin pensarlo dos veces, el jubilado medinense Miguel Gago, de 67 años, decidió lanzarse a la aventura y capturar, junto a un Guardia Civil de paisano, a un preso de nacionalidad búlgara que logró zafarse de la seguridad antes de ir a declarar los Juzgados de Medina del Campo. La escena que se produjo a hora punta de la mañana del jueves, alrededor de las once, tuvo en vilo durante algunos minutos a multitud de medinenses que no daban crédito al ver como este héroe anónimo consiguió detener con su bicicleta, una GAC Mobylette verde, al presunto delincuente. El suceso, que incluyó un pequeño tiroteo, «uno de los guardias civiles que persiguió al preso tiró cuatro tiros al aire a modo de intimidación», según confirmó la alcaldesa de la localidad, Teresa López, quien se encontró con el rifirrafe a la salida del Ayuntamiento, finalizó con el preso en los juzgados declarando y con Miguel Gago de vuelta a su rutina diaria.

Tanto López como los medinenses que vivieron en primera persona este incidente destacaron el coraje de Gago y aseguraron que «gracias a la participación ciudadana se pudo retener al preso, ya que podría haberse dado a la fuga tras la carrera que inició».

Como cualquier día de la semana las calles Rafael Giraldo, Gamazo y el Arco son un hervidero de ciudadanos que aprovechan las primeras horas de la mañana para hacer los típicos recados, como comprar el pan, ir a la farmacia a por los medicamentos, pasarse por la papelería, hacer la quiniela o entrar en el Ayuntamiento para realizar cualquier tipo de trámite.

Hasta aquí, esta descripción es la habitual, pero lo que no esperaban los medinenses es que en esta cotidianidad que comentan a las puertas de los establecimientos se produjera un incidente como el de ayer. «Nosotros salíamos del Ayuntamiento y nos encontramos con el tiroteo», comentó López, quien junto a otros concejales procedían a tomarse un respiro mañanero cuando vieron como un preso que tenía que ir a declarar a los juzgados (situados justo enfrente del Consistorio) logró librarse de las esposas y de la Guardia Civil.

«No se como lo hizo, pero yo en ese momento no me lo pensé dos veces y decidí perseguirle con mi bicicleta», explicó minutos más tarde del suceso Gago, quien a pesar de venir de Las Salinas de realizar su ruta sobre dos rueda sacó fuerzas y «agarré la bici, me subí en ella y comencé la persecución».

El preso que salió corriendo, ante la atenta mirada de multitud de vecinos de la localidad, con dirección la calle Rafael Giraldo, fue perseguido por dos guardias civiles, uno de paisano, y por otro de oficio que, ante la situación, «decidió pegar cuatro tiros al aire en plan intimidatorio», afirma López, quien asegura que «la escena produjo un gran revuelo y algunos ciudadanos sintieron miedo al escuchar el tiroteo ya que no es algo habitual».

En esa persecución también se embarcó Gago, que consiguió, en poco más de 15 metros, pedalear tanto que «adelanté al preso y con un quiebro lo medio arrinconé mientras que el guardia civil de paisano lo redujo».

Una vez reducido el individuo fue reconducido hasta los juzgados donde declaró y se extremaron las medidas de seguridad.

La intervención de Gago en este suceso no ha sido la primera ya que como el mismo explicó «el año pasado cuando estaba en Valladolid con mi hija vi como una extranjera robaba la cartera a una señora y también salí detrás de ella mientras que mi hija daba parte a la policía».

Este transportista jubilado desde hace dos años, que se convirtió en el héroe anónimo de la jornada de ayer, afirma que ayudar es algo que «teníamos que hacer todos cuando nos encontramos en situaciones de estas».

A pesar de que Gago no quiere dar mucha importancia a su acto ya que «a mí no me gustan estas cosas», dijo, sí mostró su satisfacción al ver como gracias a su ayuda desinteresada, el reo volvió a los juzgados sin que «pasara nada más, y tampoco tenemos que dar mucha más importancia al asunto».

El delincuente, P. V. G., había sido arrestado, junto a otros dos, por robo de coches de alta gama en varios garajes de Segovia.Levaba documentación falsa y se trata de una persona extremadamente peligrosa y violenta. Era requerido también en su país de origen por delitos contra la libertad sexual y robos con violencia.