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Fernando Álvarez de Miranda. / MERCHE DE LA FUENTE
Recuerdos impregnados de terruño
CULTURA

Recuerdos impregnados de terruño

El expolítico Fernando Álvarez de Miranda publica sus memorias con el título 'La España que soñé', con gran presencia palentina

FERNANDO CABALLERO

Lunes, 30 de septiembre 2013, 15:33

«Soy lo suficientemente mayor como para hablar más del pasado que del futuro». Así justifica Fernando Álvarez de Miranda la publicación de sus memorias. Álvarez de Miranda tiene, además de jubilado, otro adjetivo, expolítico, tras el cual se extiende una prolífica carrera desde la que ha desempeñado puestos relevantes en la estructura administrativa y política del Estado español. Todo ello y muchas referencias a Palencia aparecen en 'La España que soñé', que ha editado La Esfera de los Libros (336 páginas, 22 euros).

En estas memorias, Fernando Álvarez de Miranda recoge una «perspectiva personal de la etapa política que he vivido», que en el plano político se ha sustanciado, fundamentalmente, en las siguientes actividades: fundador de Izquierda Democrática Cristiana escisión de Izquierda Democrática, que se integró en el Partido Popular Demócrata Cristiano, que se unió a la Unión de Centro Democrático (UCD), partido con el que fue diputado por Palecia entre 1977 y 1982, siendo elegido presidente del Congreso de los Diputados en la legislatura constituyente (1977-1979). Fue también embajador en El Salvador (1986-1989) y Defensor del Pueblo (1994-1999).

Tradición familiar

Aunque nació en Santander en 1924, su vinculación con Palencia es total. Familiarmente, es sobrino del diputado conservador Ricardo Cortes Villasana abogado y diputado vinculado a Saldaña, tío del también político y diplomático José María Martín Álvarez de Miranda (PP) y primo de Javier Cortes Álvarez de Miranda, arqueólogo y descubridor de la villa romana de La Olmeda en Pedrosa de la Vega.

La provincia de Palencia aparece en estas memorias en cada momento de la vida de Fernando Álvarez de Miranda, que fue profesor de Derecho Procesal en la Universidad Complutense de Madrid. «Todo el libro está impregnado de Palencia desde mi infancia, mis recuerdos juveniles y mis lazos familiares y afectivos», señala. «Mi vinculación con Palencia es total. Mis padres y toda mi familia eran palentinos. He pasado todos los veranos de mi vida en Palencia, salvo la etapa que estuve de embajador en El Salvador y la que viví confinado en Fuerteventura, y sigo veraneando en Palencia», recuerda.

La etapa de Fuerteventura se produjo durante el anterior régimen, en el que fue deportado a esa isla canaria por asistir en 1962 al Congreso del Movimiento Europeo en Múnich el denominado 'Contubernio de Múnich'. En esa época, fue miembro del Consejo Personal de Don Juan padre del rey Juan Carlos I (1964) y militante de Izquierda Democrática.

Su experiencia política vinculada a Palencia fue, en su opinión, decisiva para su participación en la transición política. «Mi elección como diputado en el año 1977 me llevó a la Presidencia del Congreso de los Diputados, que posteriormente aprobaría la Constitución vigente. Toda mi trayectoria política en la transición parte de esas elecciones», asegura Álvarez de Miranda.

De la transición del anterior régimen a la democracia, que él vivió con gran protagonismo, reivindica «el espíritu de consenso, el diálogo entre las fuerzas políticas y sociales y la supresión de enfrentamientos odiosos, el sentido de Estado que permitió la llegada de la democracia y la generosidad de muchos líderes por encontrar puntos de encuentro sacrificando sus propios ideales. Así fue la España de la transición», sentencia Fernando Álvarez de Miranda.

Sin embargo, no todo fue una balsa de aceite. Preguntado por la actual deriva independentista, el ex presidente del Congreso de los Diputados reconoce que el título VIII de la Constitución de 1978, por el que se creó el Estado de las Autonomías, «fue una precipitación, un error por la falta de previsión de las posibles consecuencias que podrían producirse», y agrega que esa deriva independentista de algunas autonomías «lamentablemente es irreversible».

Defensa de los políticos

A diferencia de la transición, los políticos asisten ahora a una grave desafección por parte de los ciudadanos. La corrupción es una de las razones de esta situación. Para Álvarez de Miranda hay una parte que considera justificada, pero defiende al conjunto de los políticos. «Creo sinceramente que la mayoría de los políticos son honrados, pero resultan tan escandalosos los casos de corrupción que comprendo que la opinión pública esté indignada», asevera.

Para el ex Defensor del Pueblo, la diferencia entre los políticos de ahora y los de la transición es patente. «En la transición había una esperanza de futuro, unos ideales. Ahora, prima la conquista del poder para su beneficio, y algunos no parecen políticos, sino profesionales al servicio de un partido», añade.

Tras una extensa e intensa vida, no faltan anécdotas, muchas. De todas ellas, destaca una relacionada con Palencia. Ocurrió durante el viaje del presidente chileno, Eduardo Frei, a Osorno. «En el Ministerio de Asuntos Exteriores le dijeron que en España no había ningún Osorno. Yo le llevé a conocer el pueblo, que le recibió con un gran cartel que decía. 'Osorno existe'», rememora.

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