Catorce alumnos vallisoletanos se alzan con las mejores notas de la ESO

Haber obtenido el título de graduado en ESO en la evaluación final ordinaria, con todas las materias de la etapa superadas en el curso 2012-2013, contar con una nota media igual o superior a 9,60 y estar matriculado en Bachillerato o en FP en el momento de la concesión del galardón, son las cartas de presentación de los catorce alumnos vallisoletanos, tanto de centros públicos como privados, que han recibido los premios al rendimiento escolar al finalizar la educación básica y que reconocen el esfuerzo individual y la motivación del alumnado.

María Muñoz Gómez, del colegio La Inmaculada (Los Maristas) es una de las jóvenes que ha visto recompensado este fuerzo, aunque quizá para ella no suponga tanto, porque es una alumna brillante, con capacidad de estudio, que la tiene, pero sobre todo despierta, inteligente, capaz de coger las cosas al vuelo, solo con escuchar. Con una nota de 9,92, se sitúa como la mejor en la enseñanza privada, junto con Marta Martínez, del colegio de Lourdes, y supera en diez décimas a Henar Barahona Santervás, estudiante de primero de Bachillerato del IES Zorrilla, que tiene un 9,82 en su expediente, lo que la coloca en primer lugar en la pública.

Son ese tipo de alumnas que cualquier profesor querría tener en sus clases. María reconoce que siempre ha sido buena estudiante, que no puede llegar al 10 porque no es perfecta, que las matemáticas y la lengua se le dan bien, pero que su pasión son los idiomas. Atentos: habla inglés, ya ha obtenido el First Certificate in English (FCE), lo que prueba su capacidad de hablar este idioma de manera eficiente en sociedad; francés, con el que también se maneja; y ahora está metida de lleno con el alemán, «porque tiene porvenir y creo que te puede aportar más salidas», afirma consciente de la realidad que nos rodea.

Asegura que la enseñanza actual necesitaría algunos cambios y que sería interesante incidir en la parte más práctica de los estudios, que fueran menos teóricos. Quiere estudiar la doble titulación de DADE (Derecho y Administración de Empresas) y confía obtener, en su momento, la nota exigida para ello. Seguro que con su currículo y su actitud no tendrá problema.

María está acompañada de uno de sus mejores amigos y compañeros de estudios, Jesús de Prado Solla, que se encuentra también en el grupo de los catorce. En su caso, la nota que luce es un 9,72, una cifra casi redonda. Estudia el Bachillerato Tecnológico y tiene previsto encaminar sus pasos universitarios hacia alguna Ingeniería o Arquitectura, «alguna carrera técnica», dice mientras subraya que el aprendizaje de inglés y francés lo completa en academias.

Medicina o Farmacia

En el IES Zorrilla, Henar Barahona llega acompañada de la directora del centro, Ana Villagrá, que no deja de elogiar a la alumna, no solo por lo trabajadora y buena estudiante que es, sino también por ser como es, una persona extraordinaria.

Fue Ana quien comunicó la buena noticia a los padres de Henar a primera hora de la mañana, cuando apareció su nombre publicado en el BOCYL, aunque la mencionada no se enteró hasta que terminó la clase. Tiene en su haber un 9,82, se le da bien la Química y los idiomas y acude a la Escuela Oficial dos o tres veces por semana. Habla francés (tiene el B1) e inglés, y de este último se presentará en diciembre al First.

De cara a la Universidad, su objetivo es estudiar Medicina, y aunque dice verlo complicado «mira que humildad muestra», subraya la directora se plantea la alternativa de Farmacia, «aunque tendría que salir fuera de Valladolid y eso añade un problema porque no se si mi familia podría soportar la situación económica», resalta la adolescente.

No obstante, insiste en que hará lo posible porque la nota le dé para estudiar Medicina, «que tiene muchos prestigio en Valladolid», aunque ella es consciente de su vocación investigadora: «Me veo en el laboratorio».

Henar ha participado este verano es uno de los campus científicos que convoca el Ministerio de Educación y Ciencia, y que se celebró del 19 al 29 de julio en Soria. Eran 72 plazas para toda España. «Fue muy interesante, íbamos al laboratorio, había charlas de divulgación científica, se veía la aplicación de lo que estudiamos...», recuerda. Como María, asegura que sin esfuerzo no se va a ninguna parte y ambas, además de estudiar, disfrutan de las salidas con amigos y tienen sus propias aficiones.

Las candidaturas para estos premios no las presentan los alumnos, sino los centros en los que estudian. «Era una buena nota y teníamos esperanzas, aunque sabemos que hay también alumnos muy buenos en otros», dice Ana Villagrá, ya con la certeza de tener a una de sus alumnas en el listado de galardonados.

La Consejería de Educación otorgará, como premio al rendimiento escolar al finalizar la educación básica, un diploma acreditativo de la distinción obtenida que se adjuntará al expediente académico del alumno.