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ANA SANTIAGO
Jueves, 26 de septiembre 2013, 15:30
Ni el retraso en su aplicación ni el anuncio de reuniones y negociaciones tranquiliza al sector sanitario. El proyecto de la Consejería de Sanidad de reunificar las dos áreas de salud de Valladolid en una sola, con un gran complejo hospitalario formado por tres edificios, no parece convencer a casi nadie en el sector. Los sindicatos critican la medida y no le encuentran ventajas ni, sobre todo, justificación y son muchas ya las voces que apuntan a argumentos políticos y no asistenciales para llevar acabo tal modificación.
La Cesm (Confederación Estatal de Sindicatos Médicos) ha organizado asambleas de facultativos en los tres hospitales afectados por esta medida el Clínico, el Río Hortega y el de Medina del Campo para informar de la medida y sondear el apoyo o el rechazo de los médicos especialistas hacia esta reorganización en un área única. «La asistencia asegura José María Soto, secretario general de la Cesm Valladolid ha sido masiva, lo que ya demuestra el interés y la preocupación por este tema y por la creación de las unidades de gestión clínica que es el otro tema que se ha tratado».
«En todas las asambleas, los médicos se han manifestado en contra de la unificación de las áreas de forma prácticamente unánime porque lo consideran una medida innecesaria, que se quiere poner en marcha sin tener en cuenta a los profesionales ni a la población», destaca el sindicato.
Además, explican estos representantes de los médicos, «esta medida tiene un carácter político y va a crear conflictos en la organización sanitaria sin aportar ningún beneficio tangible».
Asimismo, los especialistas de los tres hospitales también coincidieron en que «esta es otra medida de ahorro a costa de los profesionales y los usuarios».
En cuanto a las previsiones de entrada en vigor de este decreto, otras fuentes sanitarias aseguran que la tramitación del mismo solo durará unos tres meses y que aunque la estructura organizativa de Atención Primaria se mantendrá, cuando se modifique la estructura periférica se verá afectada.
Nuevo modelo de gestión
En cuanto a la nueva forma de autogestión de servicios que la Consejería de Sanidad quiere implantar y de la que ya hay dos experiencias piloto: Salud Mental en Zamora y Cardiología en el Clínico de Valladolid, «todos los profesionales estamos de acuerdo en que exista una mayor participación del médico en los procesos clínicos», explica José María Soto; pero enseguida puntualiza que la Cesm «no está de acuerdo con el modelo de unidades de gestión clínica que quiere implantar la Consejería de Sanidad, por diferentes razones, argumentos asegura que han compartido en las asambleas los médicos». En primer lugar consideran que «no asegura que los profesionales que accedan a este sistema conserven su condición de personal estatutario; además no respeta la voluntariedad del médico para integrarse en estas unidades, ni hace referencia a la situación en la que queda el profesional que rechaza integrarse y, asimismo, no mejora la participación de los médicos ya que todas las decisiones, incluso las clínicas, se dejan en manos del director de la unidad».
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