Cientos de personas protestan en Valladolid contra los atropellos a ciclistas

El lema "Ciclistas somos todos", que los más de 750 aficionados al deporte de las dos ruedas llegados desde los más diferentes puntos de la geografía provincial, regional y nacional que, superando con creces las previsiones que manejaba la organización, se dieron cita en la mañana de este domingo en Pedrajas de San Esteban no dejaba lugar a dudas del porque se habían reunido allí. Como tampoco el rostro desconsolado de unos, las caras largas de otros y hasta la rabia contenida pidiendo justicia.

Todos estaban allí, 49 días después del fatal accidente en el que murieron atropellados por un turismo cuando circulaban entre Pedrajas de San esteban y Olmedo con sus bicicletas a la altura del kilometro 83 de la carretera CL-602 (Toro-Riaza) en el término municipal de Aguasal, convocados por el Club Ciclista Pedrajas para recordar a Diego García Capa y Sergio García Herrero. El club de aficionados pedrajeros constituido hace escasos meses en cuya fundación habían participado activamente ambos jóvenes, que además eran grandes amigos desde la infancia.

Pero también estaban allí para manifestarse y protestar públicamente desde sus velocípedos por los continuos atropellos a ciclistas, denunciar la falta de seguridad en las carreteras para estos deportistas y la modificación del código de circulación para proteger al ciclista. Protesta que quedó patente en el manifiesto final leído en la plaza Mayor de la villa piñonera por Raquel, la hermana pequeña de Sergio, en el que defendiendo el derecho a practicar ciclismo, pidió el endurecimiento de las penas y de las sanciones, así como un mayor esfuerzo en materia de educación en seguridad vial, ya que hoy en día "está suspensa".

Desde poco después de las 9 de la mañana, el ágora pedrajera comenzaba a ser un hervidero de aficionados, la mayoría enfundados en los ajustados culotes y maillots que delataban su procedencia: Alaejos, Santovenia de Pisuerga, La Cisterniga, Íscar, Olmedo, Medina del Campo, Tudela de Duero, Villalon de Campos, Mojados, Cuéllar, Arévalo, Fuenlabrada o San Lorenzo del Escorial, que iban llenado este espacio público al que igualmente se acercaban muchos vecinos para presenciar la salida de la marcha-manifestación que por un trazado de 35 kilómetros discurrió por los municipios de Pedrajas de San Esteban, Íscar, Alcazarén, Olmedo y Aguasal.

Con diez minutos de retraso sobre el horario previsto, las 10 de la mañana, y después de escuchar una serie de consejos del presidente del Club Ciclista Pedrajas, Luis Antonio Merino Ledo, en los que además pedía la colaboración de todos para que el desarrollo fuera lo más ordenado posible y de esa forma evitar cualquier tipo de incidencia, el multitudinario y multicolor pelotón se ponía en marcha por las calles del Toril y Caño, para luego tomar la avenida de España y la carretera autonómica CL-602 dirección Cuellar, hacia el primero de los municipios de referencia en el recorrido de la manifestación: Íscar.

Tras recorrer el casco urbano de la vecina villa carpintera de este a oeste a través de las avenidas Juan Carlos Domínguez y Puente Blanca, las calles Fausto Herrero, Mariano Boal, Julio Ortiz y San Miguel, el pelotón regresaba de nuevo hacia Pedrajas de San Esteban, donde era recibido a su paso por cientos de vecinos que aplaudían agolpados en las aceras a los participantes, para tomar rumbo hacia la vecina Alcazarén por la carretera provincial VP-1104, localidad donde la organización reagrupaba el pelotón antes de tomar la carretera nacional N-601 para dirigirse hacia Olmedo. Localidad a cuyo paso, como también lo fue en Alcazarén, fueron muchos los vecinos que salieron a ver el paso de la manifestación.

Desde la villa del Caballero, tras realizar el cambio de sentido, la marcha tomaba de nuevo la carretera autonómica CL-602 dirección Cuéllar para volver al punto de partida en Pedrajas de San Esteban, no sin antes a la altura del punto kilométrico 83, situado en el término municipal de Aguasal donde tuvo lugar el fatal atropello de Diego y Sergio, se vivía un emotivo y silencioso momento, solo roto por el desgarrador llanto de varios familiares, cuando fueron depositados sendos ramos de flores en el lugar del accidente.

Reanudada la marcha, en la que no se han registrado mayores incidentes salvo algún inoportuno pinchazo o salida de cadena y que ha estado perfectamente dirigida por los integrantes del Club Ciclista Pedrajas con la colaboracion de la Guardia Civil de Trafico y el apoyo de una veintena de motoristas pertenecientes a los clubes Motoriscar y Turismomoto, la Policía Local de Pedrajas de San Esteban, los servicios municipales de los cuatro municipios y varios clubes ciclistas, esta hacia su entrada en la plaza Mayor de Pedrajas de San Esteban pasadas las 13 horas. Lugar donde tras un pequeño aperitivo para recuperar fuerzas, desde los alto del balcón de la casa consistorial en el que se encontraban los familiares más directos de los compañeros fallecidos, se daba lectura al manifiesto.

Manifiesto que comenzaba recordando cómo se cumplían 49 días del trágico accidente, "en el que perdieron la vida dos grandes personas, mi hermano Sergio y su amigo Diego", indicando como estaban allí para brindar un homenaje, "a estos dos jóvenes deportistas, luchadores y sobre todo, amantes del ciclismo". Para luego continuar señalando como a lo largo de este verano la cifra de ciclistas fallecidos ha ido en aumento, "quiero mencionar el caso del joven de Madrid, la triatleta de Soria y más recientemente, aunque sin ser ciclista, la conductora de Valladolid. Todos ellos bajo unas circunstancias similares: la conducción temeraria bajo los efectos del alcohol y el incumplimiento de las normas del código de circulación por parte de personas desalmadas".

En sus palabras Raquel recordó como la manifestación no había consistido solo en pedalear unos kilómetros, "sino de sentir por unos instantes la indefensión que sufre el ciclista en la carretera, teniendo como único escudo su propio cuerpo". Además de hacer hincapié en que ha llegado el momento de tomar alguna medida, "por ello, queremos hacer un llamamiento a toda la sociedad: ¡Ciclistas somos todos!", indicando como en algún momento todos hemos sido ciclistas ya sea para entrenar, disfrutar o simplemente como medio de transporte, "éste último muy frecuente en numerosas ciudades europeas o aquí en nuestro entorno".

Antes de agradecer a todos cuantos de alguna manera habían hecho posible la marcha-manifestación, se dirigió a las autoridades, a la Dirección General de Tráfico y a la Justicia para recordarles que es hora de tener en cuenta las reivindicaciones que el colectivo ciclista lleva pidiendo desde hace mucho tiempo: "El derecho a practicar ciclismo. La protección frente a la indefensión, el endurecimiento de las penas y de las sanciones y lo más importante, la educación en seguridad vial. Esa es la clave de la prevención, la educación y el respeto, materias en las que a día de hoy, estamos suspensos", mientras con lagrimas en los ojos lanzaba la proclama, "¡Sergio y Diego, allá donde estéis os dedicamos este homenaje!". Una larga salva de aplausos durante varios minutos, no solo de los ciclistas sino de muchos vecinos allí congregados, daba por concluida la marcha-manifestación en la que todos los participantes expresaban como deseo unánime el no tener que volver a reunirse para rendir homenajes a más compañeros fallecidos.

Desde la organización, el presidente del Club Ciclista Pedrajas, Luis Antonio Merino Ledo, que reconocía se había superado con creces las previsiones más optimistas que manejaban, y que situaban en la cifra de 500 los participantes, a preguntas sobre las altas tasas de alcoholemia que han sido origen o han estado detrás de muchos de los últimos accidentes mortales en los que han fallecido victimas de atropello ciclistas, este manifestaba rotundamente su oposición a cualquier tipo permisividad en las tasas de alcohol, y de igual manera su apoyo a un endurecimiento de las penas para los conductores implicados en accidentes por esta causa, "no es de recibo que en un espacio que todos podemos y tenemos derecho a compartir, la parte más débil e indefensa, y que por lo tanto debería estar más protegida, como es el caso de los ciclistas, continúa siendo la peor parada y peor vista por algunos conductores, y todo debido a la falta de seguridad existente en las carreteras y la falta de protección que tenemos en el propio código de circulación, de ahí nuestra exigencia para que se proceda a su modificación, en la que se incluya un incremento de las penas en los casos en los que detrás de un accidente hay otras causas como las que se han llevado a nuestros compañeros". Palabras que eran corroboradas por otros, y también otras, ciclistas asistentes, "Hoy ha sido por ellos, mañana puede ser por nosotras, ¿Cuantos hemos de morir para que todos, viandantes, conductores, las propias administraciones y nuestros legisladores, se conciencien y tomen cartas en el asunto de una vez?"