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Juan Sanz Martín, con dos de los ejemplares de sandia de más de 20 kilogramos de peso cosechadas en su huerta. / C. CATALINA.
Sandías de más de dos arrobas
PEDRAJAS DE SAN ESTEBAN | VALLADOLID

Sandías de más de dos arrobas

CRUZ CATALINA

Lunes, 9 de septiembre 2013, 22:22

Pedrajero de nacimiento y residencia, agricultor y piñonero jubilado desde hace años, Juan Sanz Martin ha cultivado desde siempre sandias en su huerta para el consumo de casa, que en años de abundante cosecha se permitía vender al público para sacarse algún dinero extra.

Hasta ahí todo normal, como normal era algún año sacar varias piezas superior a la arroba de peso (11,5 kilogramos). Lo que ya no es tan normal, ha sido la docena de ejemplares de sandia rallada de cerca de dos arrobas, e incluso más que este año ha cosechado, la más grande de las que de momento hemos cortado, supera los 24 kilogramos, motivo por el que, al igual que su esposa Rosario Herrero, no caben de alegría.

Llevamos toda la vida sembrado sandias, y hasta ahora nunca habíamos cortado ni visto unos ejemplares así, con este peso tan exagerado, y además de tan buen comer. Si que nos chocaba que este año las parras se habían extendían más de lo normal y que de las siete u ocho sandias que suele dar cada una, la mitad de ellas, llegando a los dos kilogramos de peso ya no engordaban mas, y mientras las otras crecían y crecían. Y tanto han crecido, que mira hasta donde han llegado, señala sonriendo mientras mira dos de dichos ejemplares encima de la mesa, son tan grandes, que yo no puedo ya ni cogerlas.

Tanto es así, que no solo las muestran orgullosos en su casa situada junto al templo parroquial de la villa piñonera a todo aquel que pasa por allí, sino que incluso se han permitido llevarlas hasta el Centro de Día de Pedrajas de San Esteban, del que ambos son socios y acuden regularmente, para que sus compañeros de partida y actividades las puedan contemplar.

Calabaza de 70 kilogramos

¿Sera el terreno o habrá sido la semilla quien ha propiciado tales ejemplares? Sobre la primera cuestión, tanto a Juan como a Rosario no les extraña nada, pues recuerdan como hace un par de años dejaron un trozo de terreno de dicha huerta a uno de sus consuegros para cultivar algunas plantas de tomates, pimientos, pepinos y calabazas para el consumo de casa, y saco varios ejemplares de calabaza enormes, uno de casi 70 kilogramos de peso, tan grande era que la tuvo que traer mi hijo en la pala del tractor. A la segunda cuestión, no encuentran explicación, hemos comprado la misma semilla, de la misma marca y en el mismo sitio, de todos los años, ¿Por qué han salido así de grandes?, pues la verdad que no los sabemos. Lo que si saben es que cuando consuman las sandias piensan guardar las pepitas de semilla para cultivarlas el próximo año y comprobar si de nuevo producen ejemplares como los de este año o ha sido pura casualidad.

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