El Gobierno pide calma a los agricultores afectados por los robos de cobre y maquinaria

El subdelegado del Gobierno, José Antonio Martínez Bermejo, acompañado del teniente coronel de la Guardia Civil, Alfonso Centeno, se ha reunido con alcaldes y agricultores de seis municipios del suroeste de la provincia para poner en común las diferentes sensaciones y posibles soluciones a los robos de cobre acometidos en la zona en los últimos meses. A la reunión han acudido diferentes representantes de La Seca, Matapozuelos, Ventosa, Villanueva de Duero, Serrada y Valdestillas.

Una de la medidas promovidas por los agricultores fue la creación de grupos de vigilancia nocturnos para evitar nuevos incidentes. Sin embargo, desde subdelegación de gobierno se ha instado al cese de estas acciones y han remitido cualquier medida o labor de vigilancia a los agentes de la Guardia Civil que desde hace unas semanas patrullan por los terrenos. Martínez Bermejo dio a conocer cifras no oficiales, que según sus palabras, «son orientativos, pero en cualquier caso no inducen a la alarma». Esta impresión es completamente opuesta en el lado de los afectados. Muchos de ellos están hartos de tener que soportar la incertidumbre de ver como sus elementos de trabajo han sido destrozados para la consecución de cobre. «Los robos se producen en maquinaria muy difícil de reponer y que suponen un gasto excesivo para los trabajadores. Más teniendo el cuenta el bajo precio que adquiere el cobre en el mercado subversivo», declaraba el subdelegado.

Uno de los puntos en común de agricultores y dirigentes es la modificación de la ley de enjuiciamiento criminal, por la que en la actualidad los culpables de delitos de hurtos, sufren penas «mínimas» para el daño que producen. Martínez Bermejo confía en que el gobierno central a través de su ministerio de justicia pueda modificar la ley e incluir medidas más duras para los ladrones. «Creemos que los reincidentes en daños agrícolas deben pasar a prisión provisional» concluyó el subdelegado.

Los alcaldes y agricultores de los pueblos afectados han salido del encuentro con la esperanza de que los sucesos vayan remitiendo, pero con la incertidumbre de ser víctimas de otro posible robo.