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MARINA ESCUDERO
Domingo, 14 de julio 2013, 16:02
Con el fin de que los jóvenes con síndrome de Down adquieran una mayor autonomía personal y se inicien en la vida laboral e independiente, la asociación Síndrome de Down Palencia (Asdopa) ha puesto en marcha la segunda edición del programa 'Progresa' para el curso 2013-2014.
El programa, que el año pasado contó con la participación de siete chicos y chicas con discapacidad intelectual, consiguió grandes logros que se aprecian en el día a día de la vida de estos jóvenes. De los siete alumnos del programa, una joven va a realizar un curso más especializado, algunos continúan con su trabajo en establecimientos como residencias de ancianos y otros permanecerán en el programa el curso que viene. Las familias también coinciden en que los resultados han sido muy favorables y ven avances en los jóvenes, sobre todo en que hacen más trabajos en casa, han avanzado mucho en la forma de expresarse y también en sus comportamientos, en general.
«Hay cuestiones conseguidas y muy avanzadas, de hecho yo creo que algún alumno de este año podría haber alcanzado un alto grado de autonomía, suficiente como para que con alguna pequeña supervisión puedan vivir solos, aunque hay temas que aun no controlan del todo, como por ejemplo el manejo del dinero» explica Carmen del Barrio, trabajadora social y profesora de Asdopa. La asociación cuenta con una educadora, una fisioterapeuta, una trabajadora social y una psicopedagoga para llevar a cabo la realización de los diferentes actividades. «Tanto yo como el resto de las trabajadoras estamos muy satisfechas con el rendimiento y muy contentas con el grupo, ya que han funcionado muy bien entre ellos y también con nosotras», manifiesta del Barrio.
Detrás de cada joven discapacitado, la familia es quien realiza un mayor trabajo, ya que debe ser consciente de que demasiada tutela puede limitar a su hijo. La sobreprotección de los padres muchas veces supone un problema en el desarrollo de los jóvenes con Síndrome de Down, ya que no les permiten realizar actividades que mejorarían su autonomía personal e independencia. Para evitar este problema, Asdopa organiza reuniones con los padres de los socios cada trimestre, para dar consejos sobre cómo conceder a sus hijos más autonomía y responsabilidad. «Muchos padres no dejaban a sus hijos ni siquiera venir solos a la asociación, y, por lo menos, eso sí que lo hemos coseguido».
El programa 'Progresa' se estructura en torno a grandes módulos de aprendizaje. Los bloques incluyen habilidades como la formación básica, con el estudio de escritura, lectura, matemáticas o conocimiento del medio; habilidades de autonomía y vida independiente, donde se trabajan cuestiones como la mirada o cómo entablar una conversación, algo que les cuesta especialmente con gente desconocida; aptitudes físicas como deporte adaptado o natación; o inserción laboral que incluye una parte de prácticas en empresas donde los jóvenes desarrolan trabajos ordinarios, que les ayudan a conseguir su inclusión en el mundo laboral.
Como novedad para el programa de este año, la junta directiva ha decidido suprimir la actividad de natación, aunque muchos padres se han quejado, ya que era una de los deportes favoritos de los jóvenes. Asimismo, van a ampliarse las actividades relacionadas con las habilidades artisticas, como el baile, el canto o el teatro y las vinculadas con el campo de la informática, que hasta este año formaban parte de las actividades complementarias que ofrece la asociación. También se ampliarán los talleres orientados a la inserción en el mundo laboral, con actividades como cursos de prevención de riesgos laborales, o sobre cómo utilizar el ordenador en la búsqueda de empleo. En este sentido, los jóvenes con discapacidad son orientados hacia trabajos sencillos y rutinarios, donde les será más fácil adquirir los conocimientos que les permitan desenvolverse en su vida diaria.
Asdopa, que cumple este noviembre 25 años, lanzó por primera vez el programa 'Progresa' el año pasado para cubrir la necesidad de sus socios, quienes cada vez son más mayores. «Llega un momento en que los chicos y chicas discapacitados deben dar un salto hacia actividades más orientadas al empleo ordinario. No queremos que se queden en un centro ocupacional, sino que tengan recursos y habilidades para la vida independiente, aunque por ahora, viven todos con sus padres» señala del Barrio.
Por este motivo, tareas prácticas como planchar, cocinar o coser son ocupaciones esenciales en el programa, que trata de conseguir que estas personas tengan un alto grado de autonomía y puedan encontrar un empleo y vivir de forma independiente. «Lo que más fomenta el programa es la realización de las tareas más ordinarias, para conseguir una mejora en la calidad de vida del día a día de los discapacitados intelectuales, dentro de su casa y en su entorno más cercano», apunta la trabajadora social.« No damos ningún título oficial, pero son actividades que les vendrán bien para el desarrollo de su autonomía», señala.
Asdopa se ha basado en el ejemplo de otras ciudades como Burgos, que cuentan con un centro de autonomía personal donde también se desarrollan este tipo de actividades.
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