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David Mora, junto a jóvenes monjes budistas. / El Norte
La victoria del espíritu
ATLETISMO

La victoria del espíritu

David Mora, atleta sevillano afincado en Palazuelos, relata su «inolvidable» experiencia en una carrera en el corazón del Himalaya

NACHO SÁEZ

Domingo, 16 de junio 2013, 15:36

Los sueños se componen de ilusiones, emociones, anhelos y experiencias inolvidables. David Mora, atleta sevillano afincado en Palazuelos de Eresma y especialista en ultratrail, acaba de vivir uno de los más intensos de su vida. «Todavía con el cambio horario, el cansancio, el 'shock' del cambio de cultura, el reencuentro con la familia y lo vivido y absorbido en Asia, en el corazón del Himalaya, me dispongo a relataros en la medida que pueda estos diez días que viví intensamente». Así comienza David Mora la última entrada que ha publicado en su blog, 'Segovillano', en la que explica todas las sensaciones y emociones experimentadas en un viaje hacia un mundo nuevo con la excusa de participar en una de esas carreras más que maratonianas de las que este atleta es experto. «Lo vivido allí hay que sentirlo en primera persona para comprenderlo bien», anticipa Mora, que había peleado durante meses para encontrar los apoyos necesarios para emprender este reto.

Esta vez no importaban mucho, dice, los tiempos, los ritmos, los perfiles y las posiciones. Se trataba de reencontrarse consigo mismo «a través del deporte, la aventura del contacto y la amistad con otros seres humanos, que me devolviera al estado puro, a la libertad total, a la unión con la naturaleza y con otras personas de otras razas y culturas».

La Butan The Last Secret 200 km era el objetivo de fondo para que Mora iniciara un viaje de casi 24 horas que incluyó escalas en Múnich y Delhi y una parada obligada por el mal tiempo en Katmandú. Ya en el lugar de destino tuvo que realizar otro trayecto de tres horas por carreteras de montaña hasta alcanzar el campamento en el que se iba a preparar para la primera etapa . Un desafío de 32 kilómetros y casi 2.000 metros de desnivel positivo a lo largo del valle de Punakha con continuas subidas y bajadas y una trepada final a 1.700 metros de altura al monasterio budista de Chorten Nymgbu. «El ambiente era fenomenal entre los corredores», cuenta Mora, quien destaca también el impecable funcionamiento de la organización a la hora de coordinar el campamento, la comida, el soporte médico y ya en la carrera, los controles y el marcaje.

Los chicos de un instituto cercano, que les recibieron y cantaron el himno nacional de Bután, presididos por el gobernador de la zona y protegidos por los mantras recitados por el lama del monasterio, hicieron que los momentos previos a la salida de la carrera parecieran el regreso a otra época. La mencionada primera etapa llevó al atleta sevillano a través de puentes colgantes hasta ascender a 1.800 metros. Allí, en el monasterio de Nymgbu, el lama y los monjes tenían preparada una ceremonia ritual en la que recitaron mantras para proteger a los corredores durante la prueba. «Fue muy especial poder vivir aquello. Me siento un privilegiado», admite Mora. La carrera, sin embargo, no empezó bien para él. Sufrió calambres, tuvo una caída corriendo por una zona de arrozales y se salió del recorrido al seguir a otro corredor. Perdió mucho tiempo y terminó en tres horas y 55 minutos, una hora más que el primer clasificado.

Pero todavía quedaba lo más duro. Al día siguiente, los primeros diecinueve kilómetros se subían, a través de bosques de selva primaria, desde 1.700 metros hasta el paso de Simchula, a 3.400, para después descender más de mil durante los últimos diez kilómetros del recorrido de esa etapa. La bruma y una ligera lluvia convertían las vistas en algo mágico. «Era un terreno duro para avanzar por las subidas constantes, el terreno anegado de agua y barro y los insectos y sanguijuelas. Estaba casi sin aliento, en el grupo de cabeza, a las tres horas y media de comenzar», relata. El descenso fue muy diferente y consiguió culminar la etapa en cinco horas y diecinueve minutos.

La más rápida

La más rápida fue la siguiente, de 27 kilómetros, por culpa del atleta sevillano, que desde el principio impuso un intenso ritmo y fue en cabeza. Encontró el terreno propicio para ir muy rápido y marcar diferencias con el resto del pelotón, y disfrutó en los últimos seis kilómetros de una espectacular 'trepada' a más de 3.600 metros al final de la cual esperaban los monjes del monasterio Pajhodin. «Nos dieron sus ropas para abrigarnos y nos encendieron el único radiador que tenían para calentarse en las noches de invierno", apunta. En ese lugar, Mora entregó a niños huérfanos material escolar y unas camisetas con el escudo del monasterio que había podido llevar gracias a la colaboración del club Segosala y de su director deportivo, Agustín Pérez. Ataviados con ellas, atletas y niños disputaron un partido de fútbol para todos inolvidable. Antes, Mora había podido participar en una de las ceremonias del templo. «Fueron más de dos horas de vivencia muy espiritual y cercana en el corazón de un monasterio budista, envuelto en las nubes del Himalaya, a más de tres horas de 'trekking' de la carretera más cercana y más de 3.600 metros. Tomé el té con ellos, ofrecido por el lama maestro, en una pausa en las recitaciones y participé en las ofrendas. Compartir esos momentos a solas con monjes budistas y el lama en lo más íntimo del monasterio fue algo mágico, muy especial, una oportunidad sin igual que la carrera de Bután me brindó y que quizás no habría vivido nunca de no haber luchado por ir a ella», argumenta.

Reto solidario

El Club Deportivo SegoSala y Cáritas Segovia organiza Girathon Solidario 24 horas Correr por Comer, una cita solidaria que tendrá lugar el primer fin de semana de julio, desde las 11:00 horas del sábado 6 hasta las 11:00 horas del domingo 7. El atleta David Mora correrá durante 24 horas en las pistas Antonio Prieto con el objetivo de recaudar alimentos para el economato social Virgen de Fuencisla de Cáritas Segovia.

Para acompañar al atleta sevillano afincado en Palazuelos se está preparando una serie de actividades paralelas: clase abierta de defensa personal femenina con Oscar Muñoz (shidoshi 6 dan), juegos de agua para niños gracias a Edetil, la actuación de la charanga Adulzinante, una comida y almuerzo solidario con la colaboración de la Asociación de Cocineros de Segovia, una 'master class' de zumba y de salsa con Ociobaile, un espectáculo de magia gracias a Héctor San Segundo, encierros infantiles... y muchas más actividades en lo que se pretende que sea una fiesta solidaria del deporte.

También se puede participar corriendo con David Mora el tiempo que se quiera, y, a lo largo de las 24 horas. Desde el Instituto Municipal de Deportes (IMD) se va a organizar un horario de acompañamiento, de manera que todos los clubes y atletas interesados en participar en el acto deberán hacernos llegar completada la hoja de inscripción por horas, que se puede encontrar en la página web del IMD. Solo es necesario llevar alimentos o productos de limpieza de la casa o de higiene personal para el economato, aunque se ruega abstenerse de llevar arroz, legumbres y pasta). Se ha creado una página en Facebook en la que se irá colgando toda la información y en la que se pueden ir aclarando todas las dudas y propuestas.

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