El Viveros Herol gana al Adesal y da un paso hacia el ascenso: 21-29

El Aula Cultural está un paso más cerca de cumplir su sueño gracias a un partido en el que las jugadoras de Karolo se vaciaron en la pista y supieron mantener la paciencia cuando las cosas parecían torcerse. Como un buen guiso, las vallisoletanas cocinaron la victoria a fuego lento.

No fue un partido fácil, aunque al final el luminoso reflejó una diferencia abultada a favor de las vallisoletanas, que ganan así el golaverage a las cordobesas, único equipo que consiguió vencerlas en la primera vuelta de la fase de ascenso.

Las andaluzas salieron a la pista con ganas de certificar su ascenso cuanto antes, con una defensa férrea que trató de evitar la circulación de balón y con una portería en la que Mercedes Fernández echó el cierre e impidió que los balones pasaran por allí.

Pero las vallisoletanas pagaron con la misma moneda y, en la receta de la victoria,z el elemento principal fue defensa. Una defensa que propició que las andaluzas perdiesen más balones de los que su entrenador estaba dispuesto a consentir y que provocó que tuviese que pedir su primer tiempo muerto en el minuto 15. A pesar de ello, las de Pajarillos no estuvieron especialmente inspiradas para aprovechar el segundo condimento del guiso: la velocidad.En este caso la de Amaia, que siempre atenta pescó lo que pudo gracias a su rapidez.

Pero si un muro fue la portera cordobesa no se quedó atrás Lulu, que paró una y otra vez ante la desesperación de las rivales, que veían cómo el encuentro se había convertido en un duelo en las porterías.

La inteligencia de Teresa, cuarto ingrediente, a la hora de mover el balón y repartir el juego permitió que poco a poco los goles fuesen cayendo. Hasta el octavo, a partir de ahí más de 10 minutos sin ser capaces de perforar la portería rival. A fuego lento, con paciencia. Y gracias a esta templanza el descanso llegó con empate a 11.

Tras el parón el partido fue otro. Fue entonces cuando Karolo, cocinero experimentado, puso el ingrediente secreto. No había estado escondido, llevaba en la pista desde el inicio: Cristina. Jugando como pivote, en la primera mitad bregó con la defensa y provocó faltas; en la segunda, buscando el juego por dentro y encarando en uno contra uno, consiguió goles. Si a todo este guiso se le añade la fuerza y la unión de un equipo y el desgaste físico que provocaron en las andaluzas el resultado es un plato casi perfecto.

Otros resultados

Castellón, 17; Mavi, 22

Asisa, 30; Oviedo, 20