La galga 'Liona' la lía en Medina del Campo

La galga 'Liona', de la localidad sevillana de Lebrija, se enfundó la manteleta y la corbata de campeona de España y se adjudicó la Copa Su Majestad el Rey en la final del LXXV Campeonato Nacional de Galgos en campo que hoy sábado concluyó en el coto Virgen del Amparo de la localidad vallisoletana de Medina del Campo. La representante del Club El Olivo, que ha corrido el nacional por la Sociedad Galguera Las Ventas de Écija, se impuso claramente a su rival 'Venus de José Enrique', otra galga sevillana del Club Las Monjas, que no pudo con su paisana en ninguna de las dos carreras que ambos ejemplares disputaron ante más de seis mil aficionados.

La nueva campeona de España llegaba a la final con una amonestación, que el pasado miércoles le 'regalaron' los jueces de carrera, mientras corría con la galga zamorana 'Rocío'. Esta incidencia motivó que los representantes de la galga lebrijana, como fue el caso del doctor Manuel Morugan, presidente del Club las Ventas de Écija, no las tuviera, antes de la final, todas consigo.

«Aunque pensamos que los jueces no se van a cargar la final, nos queda un remusguillo en el estómago que no nos hace estar tranquilos hasta que no salte la liebre y veamos cómo se desenvuelve nuestro galga 'Liona'», matizaba el doctor ecijano, antes de dar comienzo la final nacional.

Y a fe que la eliminatoria estaba igualada. Eran las doce menos cuarto de la mañana cuando el director de la final llamó a traílla a las dos galgas finalistas. Con pañuelo rojo al cuello, 'Venus de José Enrique', un ejemplar que partía como favorito para muchos aficionados y que llegaba limpia de amonestaciones a esta final de las Bodas de Diamante. Sus propietarios confiaban en que 'Venus', al saltar la liebre, se pusiera en cabeza ya que es una galga muy rápida en salida y que mandara sobre la liebre, pero no fue así. A su lado 'Liona', con una amonestación sobre su cabeza, pero con una codicia y unas ganas de liebre fuera de lo normal. «Es la galga que más 'quiere' a las liebres», señalaba Ione Pizarro, el propietario de la perra que antes de arrancar la mano a andar daba un beso a su lebrel y deseaba suerte a su rival.

Collera final

La collera de la final arrancó frente a al mirador aledaño a la Cuesta del Aire. Mano sobre mano, galgueros, jueces, cronometradores y caballistas buscaron la liebre, que tardó una hora de reloj en salir.

La echaron en el rastrojo y, a partir de ahí, nada pudo parar a los dos finalistas. Ambos ejemplares se lanzaron tras la rabona, dominando prácticamente toda la carrera la galga lebrijana 'Liona', que además realizó un pase por derecho que puso a la afición lebrijana con los pelos como escarpias. La liebre, está vez sí, medinense de las de toda la vida, puso a los galgos en su sitio y tiró hacia un majuelo que ejerció de perdedero y en donde, en sus inmediaciones, ambos galgos estuvieron a punto de atrapar a la orejuda, pero ganó la liebre, que tomó el majuelo adelante y allí perdió a sus perseguidores. Los jueces en este momento ya habían parado el crono en un minuto y 58 segundos . Momentos más tarde, los tres jueces mostraban unánimemente los tres pañuelos blancos que otorgaban el primer punto en juego a la galga lebrijana. Otros tres pañuelos blancos mostrados por los jueces en la siguiente carrera desataron la locura entre la afición sevillana.